Maestra Luthor | Supercorp

Capitulo 1 [Kara]

Estudiar idiomas debe ser fácil, decían.

Toma la asignatura, decían.

Toma ruso, decían.

Llevo tres hora releyendo el mismo estúpido párrafo acerca de la poesía rusa.

"Duérmete, amada mía" de Yevgueni Yevtushenko. ¡No puedo traducir esto!

¿Qué me importa saber a mí sobre la amada de éste señor?

Alexander insiste en que será divertido aprender un idioma extra. Ya hablo inglés y algo de latín.

¿Para qué cojones quiero yo saber ruso? No voy a casarme con una rusa, ni siquiera cerca de querer fijarme en alguien que no sea Hela.

Hela Olsen, la hermana mayor de mi mejor amigo James, ella es... Wow. Estudia en último año de psicología, no me molestaría tener las sesiones que me hacen falta con ella con tal de que me aprete unos tornillos, sí saben a lo que me refiero, ¿no?

-¿Sigues en el mismo párrafo? - Mi hermano interrumpe mis pensamientos sobre la sensual Hela Olsen y asiento. - ¿Acaso no quieres destacar? La maestra de ruso está... - Chupa sus dedos y hace aquella expresión morbosa. - Es joven.

-No lo conozco y no, no quiero. Me gustan mayores pero no las milfs. - Murmuro retomando el poema.

-Aguafiestas. - Lo ignoro y continúo leyendo. - Aquí dice... Una culpa secreta que clama en lo profundo
nos atormenta el sueño... Hay cansancio en tus ojos y hay en ellos inmensa multitud de gente extraña. Cúbrelos con tus párpados y sentirás alivio. Duérmete, amada mía.

Comienzo a leer y todo tiene sentido.

-¡Gracias, Alex! - Aplaudo y él ríe. - Espero que mi ensayo de fin de año vaya bien.

-Desde que la universidad dio aquella información no haz dejado de leer el poema, irá bien.

Espero tenga razón. Antes de inscribirte a una materia optativa, debes elegir un texto en el idioma que estudias para presentarlo en la primera clase y en la última de final de año, entregar un ensayo.

Yo elegí el mencionado anteriormente, y aquella información la entregaron dos semanas antes de ingresar y firmar la autorización definitiva que aseguraba que yo quería ir a ruso.

Tal vez soy un poco nerd, pero en el fondo sólo quiero pasar el jodido primer año de psicología sin problemas, y no me dejaron elegir inglés, porque ya sabía manejarlo.

James es mi mejor amigo, estudia la misma carrera universitaria que yo. Mi hermano Alexander estudia para ser profesor de literatura, pero toma ruso con nosotros.

-Al menos te tendré para que me digas las cosas que no sabré. - Murmuro y Alexander ríe.

-Espero que podamos reparar el auto éste mes antes de que mamá y papá vuelvan, o van a matarnos.

-Papá va a matarme, mamá probablemente se preocupe porque hemos usado el transporte público en las heladas mañanas de invierno. - Imita la expresión preocupada de Irina y ambos reímos.

-Es adorable. -Decimos al unísono.

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-¡Danvers! - James me abraza y gira varias veces con mi cuerpo entre sus brazos. - ¡Te extrañé, cara de rata!

-¡Mi oxigenado favorito! - Alexander nos observa con una mueca de vergüenza.

Todos en el pasillo nos miran debido al saludo ridículo que tenemos con mi rubio amigo, incluso la chica pelinegra a la que Alexander no deja de observar. Ella tampoco nos quita la vista, aunque no puedo distinguir sí es a nosotros o simplemente mira a un punto fijo.

Sí soy completamente sincera, a ésta distancia sólo distingo su cabello oscuro, necesito gafas.

Nota mental: ir al oculista pronto.

-Mira al baboso de mi hermano. - Murmuro y James ríe.

-Nueva presa. - Ambos asentimos.

Alexander es de la clase de chicos que sale con cada mujer que respire a en un radio aproximado de 6000 km. Básicamente cada mujer en el planeta podría servirle.

No me malinterpreten, es un caballero, sólo que... Un caballero con intenciones de sobre-poblar el planeta.

-Los Danvers - Tras nosotros Hela Olsen.

Me derretí en cuanto la oí pronunciar mi nombre.

He soñado tantas veces con ésta mujer, tengo un enamoramiento en ella desde que soy mejor amiga de James, eso hace más de 10 años, ella fue la razón por la que le dije a mis padres que me gustaban las mujeres.

Se lo tomaron relativamente bien. Pero la palabra relativamente es muy relativa. Depende de como lo veas.

-Hola, Hela. - Saluda Alexander con un movimiento de cabeza incluido a su frase.

-Alex. - Le corresponde de la misma forma. - Kara... - Su voz aterciopelada acompañada de aquella sonrisa encantadoramente seductora.

-Hola... - Susurro bastante sonrojada.

Soy una vergüenza coqueteando, es la verdad. James ríe por lo bajo y quiero golpearlo, él sabe lo mucho que me gusta su hermana, y no duda en aprovechar cada situación para burlarse.

-Espero verlos en las charlas que daremos los estudiantes de psicología en último año.

-Ahí estaremos. - Hablo rápidamente y Hela me guiña un ojo antes de irse. - Oh. Por. Dios... - Exhalo con fuerza. - No existe mujer en la tierra más sexy que tu hermana. Lo sentencio. - Mi amigo bufa.

-Eso lo sentenciaste hace 10 años cuando me confesaste que te gustaba Hela el día de ni cumpleaños.

-Fue un gran momento para mi homosexualidad. - Murmuro riendo mientras caminamos los tres.

-Te dije que me gustabas. - Gruñe él. - Fuiste mi primera decepción amorosa.

-Por eso digo que fue un gran día.

Me golpea suavemente y yo lo abrazo. Fue un gran día, lo vi llorar porque le dije que su hermana era más mi tipo que él.

Pobre James de 8 años. Ahora me da lástima.

Alexander sigue en silencio, no ha dicho nada desde el saludo a Hela.

-¿Te pasa algo, Alex? - Él suspira.

-Vi a la mujer más hermosa del mundo.

-¿Hela? Es mía. - Gruño.

-Quédate con Hela. Yo encontré una pelinegra... preciosa... - Vuelve a suspirar y James hace mueca de asco.

-Alex a ti te gustan todas. ¿Cuánto a que de aquí a la entrada de su salón se enamora de otra?

-20 dólares a que no. - Dice Alexander.

-20 a cada uno. - Habla James apuntandonos.

-Es un trato, imbeciles. - Dice él jactandose.

Caminamos unos metros por el pasillo buscando el salón de Alexander, hasta ver a la maestra Grant, la tía de James.

-¡Hola, James! - Sonríe y James le lanza un beso animadamente.

-¡Cat! - Saluda con vigor mi amigo.

-Mierda... ¿Esa es la prima de tu madre? - Murmura Alexander sin dejar de observar las piernas de Cat. James asiente y Alexander suspira. - Comienza a llamarme tío entonces...

-¡Bien, joder! - Grito y con James chocamos los cinco. - Nos debes 20 a cada uno, hijo de puta.

-Señorita, ese lenguaje. - Me corrige alguien a nuestras espaldas.

Mierda... Excelente manera de sobrevivir a la universidad.

Ni siquiera el primer día sales invicta, Kara.

Maldita sea.