Capitulo 4 [Lena]

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Voy camino al lugar donde cenaré con mi novia. Llevo el anillo en el saco que cubre mis hombros, el vestido que uso no trae bolsillos.

Tomo varias respiraciones antes de entrar al restaurante. Es increíble como han pasado los años.

Bien, Lena. Es momento de... Cambiar mi vida. Bien, bien, bien...

Al entrar al lugar veo a mi radiante novia con un vestido azul marino. Se ve preciosa.

¿Ya he dicho que me gustan las rubias? Toda mi vida tuve novias rubias, pero ninguna tan hermosa como Andrea.

-Amor... - Sonrío y ella se levanta para besarme. - ¿Ya ordenaste?

-No, te estaba esperando. - Nos sentamos y acaricio su mano.

-Excelente... Iba a esperar para el final de la cena, porque me parecía correcto, pero mi nerviosismo no me lo permite. - Busco dentro de mi saco y ella me mira extrañada.

-¿Vas a dispararme? - Pregunta riendo.

-Sí, es justamente lo que pretendo. - Me levanto y me arrodillo ante ella. - Okay, no tengo nada preparado para decir... Porque sabía que probablemente no lo usaría, sin embargo... Aquí voy. Andrea Rojas, desde que te conocí mi vida cambió por completo, llenaste cada uno de mis vacíos y comprendí lo que era amar a alguien con toda tu alma... Es por eso que... - Me quedo en silencio y noto que todo el mundo nos observa. - ¿Me harías el gran honor de dejarme ser tu esposa? ¿Te casarías conmigo? - Veo como comienza a llorar y asiente repetidas veces. Tomo su dedo y pongo el anillo, me levanto y ella me besa.

Sentimos los aplausos de las personas en el restaurante, ella me sonríe entre lágrimas. Sabía lo ilusionada que estaba con casarse desde que llevamos dos años juntas, siempre evité el tema por tenerle temor al compromiso y aquí estoy... Entregando mi vida a la mujer de mis sueños.

-Te amo, Lena. - Murmura ella mientras me besa. - Gracias...

-Gracias a ti por hacerme tan feliz cada día de mi vida.

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-¡Que vivan las futuras esposas! - Grita William y todos vitorean. Llevo una camisa y unos jeans para comodidad, mi futura esposa está sentada en mi regazo con un vestido delgado y más casual que aquél formal del restaurante. - Felicidades a ambas, casarse es hermoso, lo digo yo que llevo cinco años con ésta hermosa e inteligente mujer. - Besa la mejilla de Laura.

Se casaron a los 20 años, ellos debieron estar muy enamorados.  Sólo llevaban dos años de novios.

Yo conocí a los 19 a Andrea, y hoy con 24, puedo decir que he tomado una buena decisión.

-Estoy de acuerdo, amigo... - Murmuro y beso el hombro desnudo de mi novia. - Ella es increíble, fue la mejor decisión de mi vida.

Mis suegros charlan alegremente junto a mis padres, son amigos desde que nos mudamos a los estados unidos, sus empresas probablemente puedan unirse con el hecho del matrimonio.

Mi hermana menor Samantha camina desde un lado hacía otro, el compromiso no es de su agrado y eso lo tengo claro, ya que desde que presenté a Andrea como mi novia a los 19 años, ella con sus 11 años la detestó, y ha seguido con el paso de los años.

Hoy con 16, no ha dejado ese mohín frustrado en toda la noche.

-Voy con sam, dame un segundo. - Beso los labios de la castaña y me alejo.

Al llegar junto a ella paso mi brazo por sus hombros.

-¿Cómo está la dueña de mi corazón? - Murmuro en su oído. - La razón de mi vida.

-Sentada en las piernas de Rodhey. ¿No la ves? - Apunta a Andrea con la cabeza y bufo. Mi novia era la mejor amiga de Rhods y Schott, mi hermana los odiaba a ambos, y a la vez odiaba a Andrea. - Yo que tu tengo cuidado allí, no vaya a ser que...

-Samantha, ya. - Murmuro. - Sé que no te gusta Andrea, pero ella es increíble. Dale una oportunidad...

-Lena. - Murmura. - Sólo me queda asumirlo, no me pidas más. -Me observa fijo y noto que está preocupada. - Nunca haz tenido buen ojo para enamorarte...

-Nunca me había enamorado.

-Sabes que eso no es verdad, yo aún recuerdo a... - La corto.

-Basta. - Gruño y ella suspira. - Por favor.

-No puedes seguir negando que...

-No hablaré de ésto, menos ahora, Samantha. Es mi fiesta de compromiso, deja que sea feliz.

-No olvides que son familia, en cualquier momento, puede pasar lo mismo... - Murmura ella y niego.

-Andrea es diferente.

-Andrea es exactamente lo mismo. - Rebate con una mirada fría.

-Samantha, suficiente. - Respondo de la misma forma. Suspira y agacha la cabeza.

-Está bien, lo siento... Es sólo que me preocupas demasiado. Eres mi hermana.

-Agradezco tu preocupación, pero ahora que está lejos de mi vida, pretendo no pensar en el tema... - Trago saliva alejando los pensamientos que me atormentan continuamente.

-Está bien. - Se abraza a mi cuerpo y me aferro a ella. No quiero llorar en éste momento... No pretendo hacerlo.

No, basta.

La Lena de 16 años que lloraba por todo se ha ido, no voy a llorar por una estupidez, menos por alguien sin relevancia.

No pienso resignarme a vivir una vida culpandome o lamentandome por algo que no tiene nada que ver conmigo.

Estoy harta de que cada vez que Samantha o William mencionan el tema termino de ésta forma.

Hace años dejó de tener poder en mí, no me permitiré volver a caer en eso.

-¿Len? ¿Estás bien? - Samantha me observa y respiro. Como ya dije, yo no lloro.

No frente a la gente.

-Perfectamente, hermanita. Vamos a bailar. - Tomo su mano y la jalo contra mí.

Disfrutaré esta noche. Nada va a arruinarmelo.

-Amo esta canción. - Hablo sobre el volumen alto de la música. - Es genial.

-¡Lo sé! - Grita mi hermana. - Por eso le pedí al dj que la ponga varias veces. - Asiento sonriente. - Te amo y lo siento.

-Yo te amo también, Sam. - La hago girar en la pista y ella sólo ríe.

Mi pequeña hermana es todo para mí, la he protegido con mi vida desde pequeña. Al crecer nos volvimos confidentes.

Realmente amaría que ella acepte a Andrea, odio tener que elegir entre una y otra, ya que... Andrea tampoco la adora con su vida precisamente...

Ojalá ésto no pasara así, a veces creo que nunca nadie será digna de mí ante los ojos de Samantha.

Ella jamás aceptará a nadie, ni siquiera aunque tuviese a la persona más dulce del universo como novia...

De cualquier manera no pretendo tener otra novia, es lamentable que ella y Andrea no se lleven bien.

Pero ambas son importantes, las amo con toda mi alma y daría la vida por ellas.

Tendrán que vivir con ello, no puedo simplemente dejar a una de lado, y a éstas alturas de mi vida ya encontré a la mujer que estará a mi lado para siempre...

Samantha baila feliz a mi lado y ambas reímos. Noto el rostro molesto de Andrea, pero espero que ella no decida pelear por ésto y arruina nuestra noche.

¿Acaso no puedo tener mujeres poco complicadas en mi vida?

Maestra Luthor | SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora