꒰ 𔘓 O2 ꒱

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Taehyun miraba fijamente la taza humeante de chocolate que reposaba sobre la mesa de madera, perteneciente al café favorito de ambos amigos. 

El sonido en esos instantes estaba siendo bloqueado, solo eran ruidos incoherentes lo que captaba su cerebro. El cual estaba más interesado en lo que sucedió esa mañana... ¿Cómo pudo hacer eso? ¡¿Cómo Beomgyu sabía hacer eso?! Repetía en un bucle vicioso, que parecía ser infinito. 

La pequeña mano de Yeonjun se removió frente a su rostro consternado. No obstante, falló en obtener respuesta alguna. El bajo frunció el ceño, era extraño. Taehyun nunca lo ignoraba.  

Yeonjun sintió como la conocida sensación de curiosidad se instaló en su ser. Sonrió en grande. 

Tal como un niño pequeño, comenzó a hacer de todo para conseguir la atención de Taehyun, no fue hasta que soltó un comentario... Un poco referente a sus pensamientos, que lo logró. 

—Entonces le enseñé a Soobin hyung cómo aprendí a gemir como mona china —enfatizó en tono alto, importándole poco las miradas interesadas de un grupo de adolescentes sentados un par de mesas atrás. 

Taehyun espabiló, parpadeando repetidas veces. Frunció el entrecejo, hasta que recapituló en las palabras de Choi. 

—¡¿Tú qué?! —gritó alterado. 

Yeonjun suspiró, entrelazando sus propios dedos. Cerró sus ojos pensando cómo preguntarle a Tae que estaba pensando sin sonar entrometido. 

—Taehyun, me preocupa, ¿Qué es lo que tanto piensas? —suaviza su voz. 

Taehyun se pierde en la mirada interesada de Yeonjun, buscando las palabras correctas para proceder a contarle. 

Pero, de alguna manera el que sea Yeonjun le frenaba un poco. Es decir, él es su mejor amigo, si. Solo que, aún lo ve como un niño, como su hermanito, y conversar ese tipo de cosas -a pesar de que Yeonjun sea el que más diga palabras subidas de tono- no le salen naturalmente. 

—Es... Es que Beomgyu y yo- tú sabes, dimos el paso —pronunció precavido.  

Tal cual, como si hubiesen presionado un interruptor el rostro serio de Yeonjun cambió a una expresión de sorpresa.  

—Detalles —exigió. 

Tae pasó una mano por su cabello, bufando—. Yeonjun, aquí no —habló bajo, tímido. 

A buenas hora te pones tímido, Kang. 

Yeonjun llenó sus mofletes de aire y reviró sus orbes cafés, entendiendo a qué rumbo iba esa conversación. 

Él sabía que Tae no le contaría. Aún si le apuntase con una bazuca, no soltaría nada. 

Pero, cómo es Yeonjun; -uno de los ocho seres más maravillosos del planeta-, ya sabía qué hacer. 

La técnica de “conversa con Soobin” siempre funcionaba. Y cómo Yeonjun sabía sacarle información a su crush, terminaba enterándose de igual manera. 

Así que lo propuso. 

Con un suspiro dramático y sobreactuado, pronunció—. Soobin está en el departamento, podemos ir allá. Quizás en un lugar más privado si me puedas contar sobre el gran paso en su relación. 

Taehyun lo miró dudoso. Pero, analizando la situación... Él necesitaba que le ayudasen a comprender eso. Por lo que aceptó. 

Lo que Tae no contaba, era que la razón de sus delirios y enredos sentimentales estuviese allí, luciendo tan puro como un ángel, envuelto en la suave tela de algodón tintada de color pastel. 

—Hola Hyunnie —se acercó saltando, sus mejillas manchadas de harina y un poco de chocolate. Beomgyu sonrió encantador, y prosiguió a bendecir a Taehyun con un besito en los labios. 

No obstante, Tae no quedó conforme con el suave roce. Por lo que, envolvió su gran mano en la cintura de Beom. Tal como siempre sucede, Beomgyu jadea, a la par que sus mejillas se tornan rosa, y el calor inunda sus orejitas. 

La cómoda e hipnótica atmósfera creada por la pareja, se ve interrumpida por unos constantes murmuros y quejidos. 

—¡Pero préstame tu celular un solo segundo! 

—Deja eso, no les vas a tomar más fotos, gatit- Oh, ya dejaron de besarse —acató Soobin, intentando impartir una distancia con Yeonjun, para “no ser tan evidente". 

Beomgyu rió risueño, feliz de ver a sus amigos juntos. Pero, él tenía una misión, y no podía abandonarla. 

—¡Vamos a la cocina, Yeonjun! —argumentó rápidamente. Y a tropezones, arrastró al menor hasta la su cocina. 

Taehyun quedó a solas con Soobin, mientras que Beomgyu y Yeonjun comenzaban a cocinar cierta sorpresa para el novio del pelirosa. 

Tae miró a su amigo, preparándose mentalmente para contar la manera que lo hizo sentir Beomgyu al suplicarle a llantos, babeos y gemidos agudos que lo jodiera hasta hacerlo desmayar. 

 

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; 𝗔𝗛𝗘𝗚𝗔𝗢 𝗕𝗢𝗬 ─ taegyu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora