01 - Introducción

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[NARRADOR OMNISCIENTE]

El sol se levantaba,comenzando a calentar la tierra,preparando el ambiente para la celebración que se daría esté bello día.

En una casa - mansión, un joven de rizos negros y ojos cafés se preparaba para uno de los momentos más importantes de su vida.

Se miró al espejo,su semblante serio revelaba su mal humor, llevaba tres meses atrasando esté día,pero había llegado y no habría vuelta atrás, dentro de unas horas sería Mateo palacios Corazzina de Vainsten Biquard y la idea lo aterraba.

Terminaba de ponerse la camisa y el pantalón cuando unos golpes sonaron en la silenciosa habitación.

— Pase. — dijo, con la voz apagada.

La puerta se abrió lentamente y una cabellera castaña asomo por esta.

— Teo,primito,¿Todo bien? —consulto , ingresando al cuarto.

El morocho giro la cabeza,mirando por sobre su hombro y negó con pesar.

— Estoy...mmm... nervioso. — Dudó.

Palacios realmente no sabía que sentía,más allá de nervios y miedo,no sabía si realmente hacía lo correcto y Monzón lo supo al instante.

— Es normal ,los matrimonios como el tuyo son lo peor que le puede pasar a alguien — comento, cruzando sus brazos sobre su pecho.

— ¿Seguís pensando así? — consultó — Deberías empezar a entender que es lo mejor para todos,¿Quién sabe mejor que nuestros padres acerca de lo que es mejor en esta clase de decisiones?,son cosas importantes y no podríamos cometer un error que,no solo arruinaría nuestra vida, sinó también la reputación de nuestras familias y las empresas familiares — acotó.

Mauro rodó los ojos. — Porfavor, casarse es un acto de amor y se debe concretar con alguien a quién realmente ames. ¿Vos... amas a Manuel? —

Corazzina suspiró mientras se miraba en el espejo que estaba en el cuarto.

— Eso no importa,yo...yo sé que esto es lo mejor. — se paró y tomó su saco,que estaba tendido en la cama. — Manuel y yo vamos a ser completamente felices y vamos a formar una hermosa familia. — aseguró,caminando hacía la puerta,para escapar de esa conversación.

— Solo digo... — prosiguió el castaño,haciendo que Mateo se frené al tomar el picaporte de la puerta — Que tal vez serías más feliz con Valentín — comentó,sin mirar a el más bajo.

El ojicafe sacudió su cabeza y soltó un gruñido.

— Yo y Valentín no podemos estar juntos,no si eso incluye manchar mis apellidos,solo me voy a casar con quién mis viejos crean apropiado y esa persona es Manuel. — dijo,para luego salir de aquella habitación,en busca de su prometido.

Mauro,por otro lado,se quedó en el cuarto.

Se puso de pie y sacudió su saco,tenía que bajar ya que estaba por empezar la recepción de la boda.

Suspiró,triste por su primo, ¿Quién podría aceptar una cosa así?,que lo casarán con alguien que no ama.

Por suerte para el,sus padres jamás mostraron intenciones de casarlo,ni a el ni a su hermano,pero aún no aceptaba para nada esas situaciones.

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El "aceptó" de ambos integrantes de la pareja resonó en el salón.

Y al momento del beso ambos dudaron.

Su primer beso,en su boda,de más estaba mencionar que jamás se habían besado. La realidad era que apenas se conocían

Mauro observaba la situación desde su asiento,con ganas de irse,odiaba las bodas en las que todo era arreglado,el había presenciado bodas llenas de alegría,amor y convicción,y está no era el caso.

Realmente estaba en esa ceremonia solo por su primo,con quién se crío.
Sinó estaría en su casa durmiendo.

La ceremonia finalizó y la fiesta daba comienzo.

Todos salieron del salón,parte de la quinta dónde tenía lugar la celebración,las mesas al aire libre estaban listas para que todos los invitados disfrutarán de los más ricos aperitivos.

Mauro se sentó en su lugar,no tenía mucho que hacer allí,y ya estaba muy amargado por toda la situación.

No hablaría con su familia,todos sabían cuál era su idea sobre estás ceremonias y era un milagro que cuando el cura pregunto si alguien se oponía Mauro se quedará en silenció.

No podía volver a hacerle lo que hizo con su tía,la madre de Mateo,Juliana.

Debía mantenerse al márgen y aunque no quisiera,respetar la decisión de su primo.

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El resto de la boda fue lo de todas.

Cortaron la torta,bailaron,se tomaron fotos y aparentaban ser felices con la unión de dos de los apellidos más importantes de Argentina.

Los Palacios,los Corazzina,los Vainsten,los Biquard,los Monzón,los Spalliatti,los Oliva,los Mónaco,los Ribba, etcétera. Todas familias de las más importantes del país,de una clase Alta,todos empresarios y políticos.

Todos los herederos de los apellidos tenías que tener buenos estudios,buenos modales y ,claro,buenos matrimonios,que traerían buenas familias y buenos futuros. Había que estar a la altura de sus apellidos,y eso incluía cero escándalos,cero problemas ,y hacer caso a todas las decisiones tomadas por los adultos.

Exceptuando,tal vez, a Los Oliva,ya que renunciaron hacía mucho a esas costumbres,pero debían aparentar o el rechazo caería sobre ellos y la empresa se destruiría.

Nadie quería comercializar con quién tenía la desaprobación de su familia,nadie haría tratos con quién no seguía al pie de la letra las tradiciones,esa era una mancha inaceptable en la sangre. Que tardaría generaciones en borrarse.

Mauro seguía el caminó para ser una de esas manchas,al no aceptar el destino que se le había impuesto al nacer. Ése destino que decidieron sus padres debía cumplir.

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Introducción,algunos leyeron la primera vez que intente escribir esta historia,espero estás reformas y arreglos les gusten💕.

«nos leemos»

{voten y comenten si quieren que siga}

C4B3Z4_D3_4J0/ CABEZA DE AJO

💖✨

𝐶𝑜𝑚𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠 •ˡⁱᵗᶜᵏᵒ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora