ELIZABETH
18/SEPTIEMBRE/2020
¿Alguna vez han sentido el miedo en su maximo poder y la adenalina juntos?
Pues yo si, esas dos sensaciones juntas hacian un revuelo en mi interior y el nerviosismo se apoderaba de mi, estar en esta situacion. Diran ahora ¿Que le paso a esta chica?, pues no solo ami, si no a Adriel, Danna y yo estabamos metidos en esto.
Tiempo antes
Los chicos se habian propuesto la meta de alegrarme los dias y asi lo hicieron, estabamos afuera de la casa de mi abuela sentados en la banqueta pasando el rato, muriendonos de la risa por cada ocurrencia que haciamos o deciamos, en un momento se nos ocurrio salir corriendo al parque infantil que estaba enfrente de la casa de mi abuela Flor y jugar como unos verdaderos niños de 5 años, por un momento me senti feliz, en paz conmigo misma, se habian hido los malos pensamientos.
Y como dije antes estabamos jugando como verdaderos niños de 5 años, ahora mismo estabamos Adriel, Danna y yo corriendo por todo el parque jugando a las atrapadas, me encantaban estos momentos con ellos, a pesar que Adriel y yo ya teniamos 18 años seguiamos jugando como niños, jugamos por un largo rato hasta que decisimos subir y sentarnos en las bancas del parque para descansar, fui por algo de tomar para los tres, llegue a la cocina y mi abuela escucho que entre.
—Ya son las 10 pm, ya es tarde Elizabeth.
—En un ratito más me meto abuela, no te preocupes no estamos haciendo nada malo —Salí lo más rápido posible—.
Les di el agua y cada uno se la tomo como si fuera lo más importante del mundo, estuvimos un rato más hablando de nuestras vidas o hasta que escuchamos que unos muchachos pasaron por la calle de abajo corriendo, solo los vimos pasar y nos pareció raro pero lo dejamos pasar, hasta que escuchamos que un carro se estaciono y de pronto escuchamos ruidos atrás de nosotros, los 3 nos volteamos de pronto y vimos que atrás de nosotros habían como 20 soldados, cada uno con sus armas rodeándonos, ya me imaginaba como estaba mi cara, lo más seguro era que fuera todo un poema de emociones tal cual la cara de Danna, en cambio la de Adriel era de tranquilidad y solo volteaba a vernos a nosotras para cerciorarse que no nos hicieran nada.
—¿Qué hacen afuera tan tarde chicos? —Nos pregunto el soldado—.
—Estamos pasando el tiempo entre amigos —Adriel contesto sin titubear—.
— Ya es tarde, ¿Dónde viven?
—Ahí señor —Fue mi momento de contestar—.
—Ok, muchacho vamos a tener que revisarte —Se dirigieron a Adriel—.
Pero porque no a hecho nada malo —Protestamos al mismo tiempo Danna y yo—.
— Calma señoritas, solo nos cercioraremos de que no tiene nada
La mirada que nos lanzo Adriel fue de calma y para que también nos calmáramos nosotras, yo a este punto estaba templando, no quería que nada le pasara o que le encontraran algún porro de marihuana que solía fumar. Los soldados procedieron a revisarlo, lo revisaron por todos lados, mientras Adriel tenia las manos arriba de la cabeza y los soldados lo revisaban, de ahí hicieron que se diera la vuelta para seguir revisándolo, mientras a nosotras nos hacían preguntas.
—¿Donde viven? —Yo estaba como en shock como para contestar, pero tuve que hacerlo ya que Danna estaba igual o peor que yo—.
—Aquí enfrente —Volví a señalar la casa de mi abuela y la casa de la abuela de los chicos—.
— ¿Y que hacen tan tarde afuera? —Volvio a interrogarnos otro soldado—.
—Como le dijimos en un principio, estamos pasando el rato juntos como amigos —Subi el tono de mi oz al ver que volvían a interrogarnos y eso no le gusto al soldado—.
—Baja tu tonito de voz niña, evítenlo hacerlo a esta hora —Cuando Adriel escucho como me habló se removió molesto en los agarres que tenía por los soldados—.
—Pero no estamos haciendo nada malo —Fue el momento de Danna de hablar—.
—Pues si pero nadie sabe, así que evítenos venir por ustedes por estar afuera tan tarde —Soltaron a Adriel—.
—Nos vemos chicos y ya métanse a sus casas —Hablo otro de los soldado —.
Los suspiros que soltamos Danna y yo fueron épicos.
—¿Estas bien? —Preguntamos Danna y yo—.
—Si chicas estoy bien —Nos agarró y abrazo a las dos —Ustedes ¿cómo están? Por que hubieran visto sus caras fueron epicas—.
—Estamos bien idiota —Conteste en medio del abrazo—.
—No había de que preocuparse.
—Teníamos miedo de que te llevaran como aquella vez que te llevaron los policías y te golpearon, esa era nuestra preocupación tonto —Danna lo golpeo en el hombro—.
—¿Cómo están mis niños? —Nos dijo Martha haciendo que nos separáramos del abrazo—.
—Estamos bien mamá —Le decía Adriel mientras Martha nos revisaba de pies a cabeza a cada uno a mi incluida no solo a sus hijos—.
Eso me hizo sentir de su familia, que me veía como una más de sus hijos, los tres sabíamos que su instinto de madre estaba activado y se preocupaba de nosotros, en eso salió mi abuela y sabía que tenía que dar explicaciones.
—Te dije Elizabeth que ya te metieras a la casa
—Lo se abuela pero no estábamos haciendo nada malo
—No la regañe señora Flor, solo estamos platicando y no hacíamos nada malo —Interfirio Adriel—.
—Esta bien pero ya no se repetirá que hablen tan tarde les podría pasar algo más chicos
—Mientras a dormir —Dijo Martha —Hasta mañana Eliza
—Hasta mañana —Fui a despedirme de mi segunda familia con un beso y un abrazo a cada uno, y cuando fue el turno de despedirme de Adriel el me tomo con más fuerza sin lastimarme, solo para que no acabará ese abrazo, pero tenía que acabar y cuando llegó su momento lo que hizo fue dejarme un beso casto en la mejilla—.
—Hasta mañana Eli, que descanses, te quiero mucho nena —Eso fue lo último que dijo antes de irse con su mamá y hermana—.
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EL AMOR NO ES UN CRIMEN [EN PROCESO]
Подростковая литератураElizabeth Corday y Adriel Evans "Dos almas tan iguales pero a la vez tan diferentes" "El amor no es un crimen y el no es un criminal" ¿Adriel estará con Elizabeth por soledad? ¿Habrá algo entre ellos dos? ¿Elizabeth corresponderá? ¿Se firmara una h...