"¿Cómo llamas a este?" preguntó el residente de cirugía ortopédica de pie junto a ella. Había recogido el objeto de su pregunta y lo estaba estudiando atentamente bajo las luces suaves de la habitación.
"Un tazón", respondió Calle secamente. Se había sorprendido de encontrar a la mayoría de sus estudiantes recorriendo la galería mirando las piezas de Poché cuando llegaron esa noche. La presencia de su compañera se había convertido en algo común en Grey y Mercy cuando venía a encontrarse con Calle para almorzar. La peliazul extrovertida se había convertido en una de las favoritas de los residentes de Calle, por lo que ella estaba contenta de verlos reunidos allí esa noche en una muestra de su apoyo a la primera exhibición de la galería de Poché.
"Se llama 'Blue Heaven'". Calle sintió que la pequeña mano se deslizaba sobre la de ella, y vio que el rubor se elevaba en la cara del joven al haber sido respondido por la artista, haciendo que su ceja derecha se elevara con el color del joven. El hecho de que la mayoría de los jóvenes doctores se convirtieran en idiotas cada vez que Poché se dirigía a ellos tampoco había pasado desapercibido para Calle. "Calle, ¿te estás portando mal otra vez?" preguntó Poché apretando su mano.
"Nunca amor, simplemente no sabía que los cuencos tenían nombres. ¿Los que están en casa, en los que como cereal, también tienen nombres?" preguntó Calle con un brillo en sus ojos. Poché la miró y sonrió. Sabía que Calle estaba bromeando ya que la doctora había tomado un gran interés en la nueva carrera de Poché e hizo todo lo posible para que fuera un éxito.
Había sido Calle quien había armado el estudio para ella y los fines de semana se la podía encontrar construyendo estantes y otras cosas para hacerlo un mejor espacio de trabajo para Poché. Y a medida que su embarazo progresaba, Calle se propuso salir todas las mañanas y organizar todos sus suministros para que Poché no tuviera que recoger mucho. Con la ayuda de Calle y Juancho, Poché había estado más que lista para su primera muestra. El debut sería el primero y el último para ella, por un tiempo. En unas pocas semanas más tendrían una nueva incorporación a la familia Calle, y no había nadie más ansioso por la llegada del bebé que Poché. Durante los últimos dos meses, su espalda le había dolido tanto por el peso extra que llevaba, que no había podido sentarse en el torno de alfarero por mucho tiempo.
Calle sintió la otra pequeña mano tirando de su chaqueta tratando de hacerla agacharse al nivel de Poché, lo que ella hizo con mucho gusto. El residente miró mientras Poché mordía el labio inferior de Calle antes de soltarlo y besarla. Cuando interrumpieron el beso, levantaron la vista para ver que estaban relativamente solas en una habitación llena de gente. "Y aquí pensé que era tu único amor verdadero". Calle podía sentir a su hijo moviéndose contra ella cuando Poché se apretó más cerca de ella.
"¿Qué quieres decir cariño?" preguntó Poché mientras pasaba las manos por debajo de la chaqueta de Calle a lo largo de su espalda.
"Ese chico está enamorado de ti, Poché". Calle ladeó la cabeza en la dirección en que el joven se había ido.
"Y aquí pensé que solo estaban enamorados de ti, Dra. Calle. ¿Me amas?" preguntó Poché desde su lugar seguro. Ella se apoyaba fuertemente en Calle tratando de quitarle algo de presión a sus pies.
"Con todo mi corazón. ¿Por qué preguntas?"
"Porque tengo una gran necesidad de un masaje en la espalda, y tú pareces ser la única persona que encuentro en mi habitación todas las noches. Solo reviso para ver si es porque quieres estar allí o no puedes encontrar otro lugar para dormir", bromeó Poché. Fue agradable finalmente relajarse y ser la misma chica que había sido alguna vez. Podía burlarse de Calle sin cesar, sin temer nunca llegar a un punto de ruptura donde la gran cirujana la lastimaría. Todavía había pesadillas que perduraban debido a su vida con Mario, pero él estaba en la cárcel y Calle estaba allí para sostenerla en los malos momentos.
