Casa

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Advertencia: esta fic narra escenas sexuales muy explicitas, al igual que contiene lenguaje inapropiado. No obstante, no se busca ofender o minorizar a las personas y el tipo de vida que llevan. De igual modo, hay algo de dirty talking, por lo que si no te agrada de preferencia no leas.

Comenzamos

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Justo aquí, vamos, Yuji

Al seguir tomando su mano no me percaté del momento en el que ingresamos de lleno a la casa, mucho menos cuando entramos a una habitación algo peculiar, encontrándose repleta de lo que parecían posters de las bandas del momento y alguno que otro comic. Al fondo, yacía una cama que desde lejos parecía muy cómoda, una coincidencia muy rara y, por demás escalofriante. El diván color mostaza solo hacía más ameno el ambiente y la alfombra con un diseño arcoíris daba el toque. Sin dudarlo, esa habitación pertenecía al adolescente de aquella mansión, o en caso contrario, a un adulto con alma muy joven y mente abierta.

Aunque esta noche no estaba en mis planes salir de fiesta sin permiso de mis padres, huir de la policía e invadir propiedad privada, me encontraba extasiado, todo parecía malditamente asombroso, como si de una película se tratase. En un caso hipotético yo podría ser aquella chica rica de películas que escapa de los suburbios por una noche para huir de sus problemas y, en cuanto a Satoru, el interpretaría al hippie que al principio parece un estafador promedio, pero en realidad, a medida que el filme avanza el público le toma cariño por cuidar bien a la protagonista. Mis padres serían la excepción en el basto público y, obviamente, solo convirtiendo toda la historia en algo heterosexual llegaría a tener alcance.

-¿Nervioso, fresita?

-Sinceramente, es mi primera vez entrando a una casa ajena en la madrugada, así que sí, bastante. ¿Tú estás...

-No, hermoso, no lo estoy, pero podemos hacer algo más para calmar tus nervios, si quieres claro. El consentimiento primero- Guiñó el ojo, maldita sea. Aquí vamos de nuevo.

-Excelente idea- Mencioné mientras apartaba su mano de mi pierna y me apartaba de un gran salto de aquella cama que parecía suplicar porque terminara con la inocencia que aun guardaba- ¿Tendrán juegos de mesa aquí?

-Sí, puede que haya juegos si quieres te muestro mi favorito, Yuji, ¿Qué dices?- Qué tan rápido es como para quitarse la camisa sin que lo notara.

-Siento que no estamos hablando de juegos de mesa, ¿Verdad?- Ya no podía hacerme el desentendido.

-Dulzura, podría jugar contigo juegos de mesa, toda y todas las noches si así lo quisieras, pero solo quiero saber si te gustó lo que hicimos en la caravana, porque te juro que me volvió loco tu expresión y amaría escucharte gemir mi nombre toda la noche, Yuji. No importa si es contigo arriba o debajo- Sostenía su profunda mirada, mientras él tomaba mis rosadas y avergonzadas mejillas, haciendo que dirigiera toda mi atención a su imponente y tan perfecto cuerpo- Incluso si debo impregnarte de mí hasta el amanecer, por favor solo respóndeme. Respetaré tu decisión.

-Debo, mierda, debo confesar que yo no... Nunca...

-No has iniciado tu vida sexual, ¿No?, corazón- Me proporcionó un beso húmedo en la cabeza, a la par que me recostaba sobre aquel fuerte pecho- Que tan ido estabas que no recuerdas habérmelo dicho mientras te la mama-Tapando su boca con mis manos, evidentemente sin permitirle finalizar la oración, tuve una revelación.

En primera, cuándo volvería a tener otra oportunidad de este calibre. Exacto, nunca. Ahora, en segunda... qué chuchas hacía perdiendo el tiempo cuando podría experimentar algo de lo cual me encontraba seguro lograría disfrutar, porque vamos el chico no se ve mal y yo no me hago joven.

Fue en los 70's (Goyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora