[01] - Miradas.

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- Sookai.

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El niño bonito, como lo apodaron sus conocidos, estaba confundido. Él había tenido bastantes cosas que quería; amigos comprensivos y cariñosos; una familia que a pesar de estar un poco incompleta estaba bastante presente; dinero y educación, entre otras cosas. Sin embargo, a pesar de tener lo que cualquier ser humano querría, se sentía incompleto. Había una cosa que aquel niño no tenía y no sabía cómo obtenerlo para poder sentirse completo; había una pieza del rompecabezas que se encontraba perdida, y no podía encontrar. Hueningkai se sentía extraño. Hubo algunos momentos donde creyó haber encontrado lo que le faltaba, pero tiempo después confirmaba que estaba equivocado y solo eran coincidencias o el destino jugandole una mala pasada.

Giró su cabeza y la apoyó en la ventana del colectivo, viendo la ciudad que se encontraba detrás de aquel vidrio. Cuando el colectivo donde viajaba se detuvo pudo observar a dos jóvenes en una de las paradas, uno de ellos estaba casi dándole la espalda, pero aún así pudo notar que ambos se miraban con cariño. Las manos del más alto se encontraban en la cintura del otro, mientras que el más bajito movía sus manos hacia las mejillas del contrario. Ambos parecían estar en una burbuja; su propia burbuja hermética, donde nada ni nadie los distraía y podían disfrutar de la compañía del otro. No duró mucho más para que el semáforo pase al verde, haciendo que el colectivo tenga que avanzar para seguir su rumbo; pero antes de perder de vista a la pareja de la parada pudo notar que finalmente habían unido sus labios en un cálido beso. Se permitió sonreír al ver aquel dulce momento.

Segundos después, se sintió un poco incómodo al darse cuenta que a la vista de los demás, podría verse un poco extraño la forma en que observaba a aquellos jóvenes mientras compartían un momento un poco íntimo. O por lo menos así pensó él.
Su vista volvió nuevamente al interior del colectivo, chocando con la de un joven que lo miraba justo en ese momento, se sorprendió un poco y se sonrojó al darse cuenta de esto. Corrió su vista a otro punto, pero ya era tarde porque podía sentir como sus orejas se habían puesto rojas. Decidido optó por volver a observar al extraño, sin embargo, éste ya no lo estaba mirando; su vista ahora se encontraba en el exterior.

Pasaron unas calles más, se levantó de su asiento acercándose a la puerta para bajar. Ya estaba por llegar a su destino. Estaba por tocar el timbre para su parada hasta que sintió una mano debajo de la suya. Levantó rápidamente su vista, encontrándose a Soobin, quien esta vez le sonreía con sus ojos. Nuevamente sintió algo extraño en su interior, pero a diferencia de las veces anteriores, esta vez se sintió cálido.

El colectivo paró y ambos chicos bajaron. Hueningkai miró al contrario por unos segundos más, se disculpó por lo anterior y sin mirar atrás siguió su camino, aún con el aquel cálido sentimiento a flor de piel.


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- Escrito: 19.06.22
- Última edición: 19.06.22
- Publicado: 06.08.22
- Cantidad de palabras: 509.

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