TXT O.S. - One Shots.

[02]- El sonido de la lluvia.

- Beomkai.

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El reloj que estaba en la cómoda marcaba las 03:35 de la madrugada, y la lampara que se encontraba al lado de este titiló, lo que significaba que la luz de la casa se podría cortar en cualquier momento. Beomgyu solo podía dar vueltas en su cama, rogando que esto último no pase; desde chico él le temía a la oscuridad y los ruidos fuertes, por lo que las tormentas eran su peor pesadilla. Giró sobre su propio cuerpo una vez más y fue en ese momento donde sintió un gran estruendo, asustado se refugió debajo de sus sábanas mientras sentía como pequeñas gotas caían sobre sus mejillas. Beomgyu estaba muy asustado y angustiado; para su mala suerte aquel fenómeno parecía que no iba a cesar pronto y eso hacía que se sienta peor.
De pronto, como si de una señal se tratase, el sonido de una notificación en particular se hizo presente en aquella habitación. Hueningkai lo estaba llamando.

Sacó su cabeza de abajo de las sábanas y se estiró lo suficiente como para alcanzar su teléfono. Apenas atendió la llamada pudo notar como al otro lado del teléfono se escuchaba la lluvia caer fuertemente, como si estuviera en la mismísima calle. Estaba por preguntarle al rubio cuál era la razón de su llamado a esa hora de la madrugada pero antes que pudiera siquiera generar alguna oración el contrario le pidió que vaya a la puerta de su casa.

Beomgyu estaba muy confundido, sin embargo le hizo caso y lentamente salió de su habitación para dirigirse a la entrada. Al abrir la puerta se encontró nada más ni nada menos que con su novio. Hueningkai se encontraba aún con el teléfono sobre su oído y con la capucha de su campera puesta sobre su cabeza, la cual ni siquiera había sido capaz de proteger al rubio, ya que estaba mojado desde la cabeza hasta los pies.

Beomgyu se conmovió al ver esa escena, y sin esperar más atrajo a Kai hasta el interior de la casa, para posteriormente darle un abrazo.

En el reloj de la habitación daban las 5:45 de la madrugada, la lluvia había cesado lo suficiente como para casi no escucharse, la luz no se había cortado; y ahora, en aquella habitación donde en un comienzo predominaba el miedo, se encontraban los dos jóvenes descansando mientras permanecían abrazados; cuidándose el uno al otro.

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- Escrito: 29.09.21
- Última edición: 05.08.22
- Publicado: 06.08.22
- Cantidad de palabras: 400.