Parte 9: La Morgue

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Jim y Robin Burrow estaban en la sala de espera del forense en espera de identificar el cuerpo encontrado hace apenas un día, ambos estaban nerviosos, esperando que no fuera su hijo, rezaban por ello.

El médico forense y un oficial de policía que había seguido el caso de la desaparición de Joe salieron para encontrarse con los padres de Joe, a quienes estrecharon la mano

. —Bueno, vamos a pedirles que nos acompañen

—¿Es esto necesario?—Pregunta la madre—Todos conocen a mi hijo, ustedes podrían identificarlo fácilmente.

—Es complicado, el cuerpo presenta heridas en el rostro a tal grado que hacen que la identificación sea más complicada, pero ustedes como sus padres podrían notar algo que nosotros no, un lunar, alguna otra marca de nacimiento, las manos, o cualquier cosa. Además es el protocolo

—Lo entendemos

—Debo advertirles que como ya les mencione el cuerpo presenta indicios de violencia extrema

Robin derrama un par de lágrimas, pero entra a la sala donde tienen el cuerpo junto con su esposo, la habitación está bastante fría, el médico forense abre el cierre de la bolsa mortuoria, el cuerpo tiene todo el rostro destrozado, como si lo hubieran golpeado con un objeto pesado, lo que es imposible su reconocimiento, el resto del cuerpo solo tiene algunos moretones

—Oh por dios, no lo sé, esto es...

Ambos están en shock a punto de romper en llanto, ninguno puede reconocer si se trata de su hijo, tienen la misma complexión, el cabello rubio. Jim toca la mano del cuerpo esperando reconocer a su hijo, pero no puede hacerlo.

—Lo siento, es solo que no puedo decirles si es mi hijo.

—Quizá puedan reconocer esto

El detective les muestra la ropa con la que fue encontrado el cadáver, unos jeans de mezclilla azul deslavados, tenis color blanco, camisa gris de manga corta y una sudadera con el logotipo de Cincinnati, la cual al verla su madre, Robin rompe en llanto.

—Sí, reconozco esto, es de mi hijo


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Jessica está en la cocina preparando la comida, no tuvo tiempo de ir al supermercado pero improviso con lo que encontró en el refrigerador, después de freír los huevos y terminar el puré de papa puso todo en una charola y bajo al sótano, antes de abrir la puerta observa por la ventana de cristal a Joe, estaba en una esquina, siente un poco de pena por él, pareciera que toda la alegría se fue de su cuerpo, ya poco queda del deportista que salía a jugar al campo lleno de energía y entusiasmo, ella sabe que es su culpa, pero no puede dejarlo ir, ahora le pertenece y no podría vivir sin él.

Cuando entra, observa que Joe le obedeció y se ducho, también se puso la ropa que le compro en GAP, desde luego se ve muy atractivo

—Te traje de comer

Jessica deja la charola en una mesita y Joe se acerca lentamente, se sienta en una silla que le había bajado unos días antes y comienza a comer.

—¿Te gusta?

Joe Burrow asiente con la cabeza y sigue comiendo.

—Sabes, te has estado portando muy bien últimamente, si sigues así te traeré un par de regalos más, quizá incluso te deje deambular un poco por la casa

Joe sabe que miente, ella jamás le permitiría salir de allí, pero no dice nada y solo le sonríe con las pocas fuerzas que tiene, no se siente muy animado, pero debe mantener la calma y obedecer en todo, ganarse a su captora poco a poco. Cuando  termina de comer se queda sentado observándola.

—Estuvo delicioso

—Gracias

—¿Por qué no te sientas conmigo un rato?

Aunque a Jessica le encantaría la idea, no quiere bajar la guardia, pues en cualquier descuido Joe podría abalanzarse sobre ella y escapar.

—No gracias, tengo muchas cosas por hacer

—Solo serán unos minutos, sabes me siento solo estando aquí y creo que hasta tu compañía se está volviendo agradable, que tal si bajas una media hora al día para conversar

—¿Conversar?

—Sí, me hablas de tu día, y yo te cuento algunas anécdotas de mi pasado

—Me encantaría, pero hoy no puedo, quizá mañana

—Muy bien, y gracias por la comida.

Joe se había vuelto muy amable, y Jessica sabía la razón, él planeaba escapar, o quizá esperaba que alguien fuera a rescatarlo, y tarde o temprano la policía llegaría a la puerta de su casa, por eso tenía que hacerlo, tres noches anteriores salió a un bar y conoció a un chico llamado John, que tenía una complexión bastante similar a Joe Burrow, así que lo llevo a tener sexo a una fábrica abandonado y lo asesino, le destrozo el rostro con un martillo y le puso la ropa que usaba Joe al momento de secuestrarlo.

Con el tiempo sabrían que no era el joven Quarterback, pero eso le daría el tiempo para planear algo más para mantener a Joe Burrow a su lado para siempre.

Secuestrando a Joe BurrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora