Viviendo bien

Capitulo 7

"¿Harry? ¿Estás bien?"

Harmon se ha sentido visiblemente incómodo sin un apellido para llamarlo, pero Harry simplemente lo ignoró y hasta ahora ha funcionado bien. Han mirado algunas casas hermosas, incluidas algunas que eran demasiado grandes para Harry, y ahora Harmon le está mostrando una pequeña casa de campo que podría servir, en las afueras de Hogsmeade. Tiene tranquilas habitaciones azules y un Flu cuyo estado predeterminado es cerrado, lo que Harry prefiere.

Y ahora tiene dolor de cabeza. Uno que parece más profundo que cualquiera que haya tenido antes, como si viniera del interior de su cerebro. Uno que está localizado-

Justo en su cicatriz.

Harry se endereza. Harmon, que venía hacia él con la mano extendida, da un paso atrás, sus ojos oscuros lo estudian cuidadosamente. Su varita, un trozo de madera de fresno, está en su mano pero apunta a la pared, no a él.

"Creo que Riddle está en problemas", suelta Harry.

"¿Qué?" Harmon parpadea y baja aún más su varita. ¿Cómo es posible que lo sepa, señor... Harry?

"No sé." Harry duda, preguntándose qué decirle, pero luego se le ocurre. "Pero sabes sobre ese hechizo del que lo salvé, ¿verdad? ¿El que lo habría mantenido en coma para siempre si no lo hubiera hecho?

"No sabía que eras tú . Los periódicos no anunciaron su nombre.

"Bueno, fui yo", espetó Harry. "Y creo que dejó algún tipo de conexión entre nosotros". Es una explicación tan buena como cualquier otra, e incluso podría ser cierta. "Ahora siento un dolor en la cabeza, exactamente el mismo tipo de cosa que sentí cuando el hechizo nos conectó". Esa parte es una tontería, pero Harry no está dispuesto a explicar los Horrocruxes y las cicatrices malditas y las conexiones del alma que podrían surgir de ellos. "Siento-"

Frenético, eso es lo que siente. Como si una bestia dentro de él, tan mansa que nunca antes la había sentido moverse, ahora estuviera despierta y arañando sus costillas con garras.

"Está bien." Harmon finalmente guarda su varita y busca el polvo Flú que los trajo aquí. "Te llevaré al Ministerio".

Harry traga, sintiéndose enfermo. ¿Puede ayudar a Riddle si está incapacitado simplemente caminando hacia el lugar donde Riddle podría estar indefenso?

Podría estar en San Mungo, piensa Harry, y espera que Riddle lo esté, para que no esté temblando como un tonto cuando entre al edificio. El hechizo para despertarlo debería ser simple, ¿no? El mismo que Travers lanzó la última vez.

Harry hace una pausa.

¿Cómo supe que había sido golpeado con la maldición del alma insomne ​​nuevamente?

Antes de que pueda hacer algo más, el miedo y la ira de Riddle lo abruman. Harry hunde sus manos en el costado de la chimenea para permanecer de pie. Harmon emite un rápido sonido angustiado y se acerca a él.

"Señor... Harry, ¿se encuentra bien?"

"Necesito", dice Harry, tragando saliva y tomando su decisión en una ráfaga de su propio miedo de que Riddle tenga miedo no es algo bueno , "que me lleves a Hogwarts".

Los ojos de Harmon se agrandan, pero tal vez porque él le dijo que Riddle estaba en peligro, ella asiente y se estira para agarrar su brazo. Luego, ambos tienen que salir de la cabaña para usar el lugar de aparición debido a los hechizos anti-aparición en el edificio, pero eso está bien. Le permite a Harry algo de tiempo para llegar a un acuerdo con su decisión.

Sabe muy bien por qué la varita castaña lo odia. Sabe lo afortunado que fue de encontrar uno que funcionara en la tienda de varitas de Knockturn Alley, y sabe que si hubiera ido a Ollivander's, todos lo habrían rechazado al primer toque, incluso el acebo si existe en este lugar. mundo.