Cuando Veronica cumplió sus siete años sus padres le regalaron una muñeca de porcelana, de pelo negro que le llegaba hasta el pecho y media como 1.20 de altura.
Verónica estaba muy contenta con su muñeca y la llamó Amadine. Era muy unida con ella, la llevaba a todas partes y la cuidaba mucho, cuando sus amigos iban a su casa, no las dejaba ni que miren a Amadine. Esa muñeca se había convertido en su mejor amiga.
En noviembre del 2005, Veronica enfermo muy gravemente y sus padres la llevaron a un hospital, también llevaron a la muñeca porque sabían que su hija debía quedarce por unos cuantos días ahí y ella no soportaba un día sin Amadine.
Los doctores les dijeron que a Verónica no le quedaba mucho tiempo de vida, pues tenia cáncer en el corazón y eso no tenia cura, por tanto solo viviría 4 días mas. Los padres estaban muy tristes, pero no le dijeron nada a Verónica para que no se asuste.
Al cuarto dia, pensaron que su hija partiría a la tarde, entonces después de levantarse de dormir, fueron a la habitación donde estaba su hija a decirle que la amaban. Pero cuando llegaron, Verónica no estaba, solamente estaba su muñeca. Salieron corriendo y les preguntaron a los doctores donde estaba su hija.
–Lo lamentamos mucho, su hija murió anoche, su oxigeno se desconecto, hicimos lo que pudimos–. Le explico la doctora a sus padres.
Con el mayor dolor del mundo, se fueron a su casa llevando a la muñeca, era el único recuerdo que tenían de su hija. Estaban muy tristes, ni pudieron despedirce.
Cuando llegaron a su casa dejaron a la muñeca en la cama de Veronica, cerraron la puerta y no entraron por un largo tiempo, pues les traía recuerdos. Cuando se cumplió 1 año del fallecimiento de su hija, entraron después de tanto tiempo al cuarto de ella y se dieron cuenta que la muñeca no estaba como la recordaban, el pelo lo tenía mas largo que antes y ahora le llegaba por los codos.
Cuando la madre entro a limpiar el cuarto, juraria que la muñeca la miraba cuando barría.
La madre estaba mirando la tele cuando se le apareció Amadine con un cuchillo y con una voz muy familiar le dijo:
– Te di tiempo! Te di 3 años para que admitas que no fue por los doctores sino culpa tuya. Acaso no recuerdas? Yo era algo mas que solo la muñeca de tu hija, era su mejor amiga !! Yo la vi morir y fue tu culpa!
–Lo se, no se lo pude decir a mi esposo– dijo la mujer asustadisima
–No pudiste decirle que Verónica estaba durmiendo el el hospital y tu tropezaste con el cable de su oxigeno y no fue un accidente, porque hubieras llamado a los doctores para que lo reparen, pero no, te fuiste y dejaste morir a tu hija pero yo lo vi todo!!!
–Si lo recuerdo pero por favor no me hagas daño!- dijo la mujer llorando
Amadine le clavo el cuchillo y la dejó morir ahí.
Ahora dicen que el espíritu de su madre se pasea por todos los lados del mundo buscando a Amadine y poder quemarla
