Parte # 4

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¡ Atónito vio la nieve caer sobre él y todo lo demás! Entonces ...¡se asustó mucho!,  porque recordó que el cuerpo de su amigo estaba hecho con un material que se podía romper muy fácilmente a bajas temperaturas.

Unos niños observaron curiosos el extraño comportamiento de Orlandito y decidieron seguirlo a escondidas. Los adultos del pueblo también se unieron a ellos y también la abuela de Orlandito. Mientras, él corría lo más rápido que podía, pero no encontraba el senderito porque la nieve ya había cubierto todo a su paso.
Después de muchos intentos,  Orlandito llegó a donde estaba su amigo y lo encontró cubierto de nieve y apagado. Orlandito lo reparó y lo encendió, pero el robot no respondía. Los habitantes del pueblo se acercaron y observaron la situación.

-¡ Ya déjalo! ¡Es solo  chatarra! _le dijo una joven a Orlandito.
-¡No es chatarra! ¡Él es mi amigo! Él me levanta cuando nadie nota que me he caído. Él me acompaña en mis momentos de tristeza y me alegra todos los días_ dijo Orlandito.

-Si eso es tener un amigo, pues yo nunca lo he tenido_dijo la joven.

-Todos ustedes viven inmersos en sus problemas y sus vidas, por lo que no pueden dedicar algo de tiempo a los demás _ les dijo la anciana, abuela de Orlandito.

-¡No llores, estoy aquí! ¡ Gracias por esperar, quererme y regresar; eres muy especial! _ dijo el robot.

El frío del invierno inmenso, pero Orlandito hizo y esperó todo lo necesario hasta ver reanimado a su amigo: el frío no había afectado al robot, solo retrasó su reiniciación.

¡Una lección muy importante!

                                          FIN.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2022 ⏰

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Mi amigo robotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora