Capitulo 9- Amoniaco

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17 años Antes

—¿No. 0 estará bien?—pregunto Klaus rascando su brazo.

Los hermanos se encontraban entrenando en una de las tantas habitaciones. Tenían cierto cuidado de no tocar sus tatuajes recién hechos que aún se encontraban cubiertos con plástico.

—Eso no es de tu incumbencia— regaño Sir Reginald y de un manotazo detuvo a Klaus de que se siguiera rascando— ¡Y deja de tocarte el brazo! Si sigues haciendo eso el dolor solo empeorará y harás que la tinta se corra.

Por otra parte, Cinco se encontraba estático viendo el reloj que colgaba sobre la puerta frente a el. Contando los pocos segundos que faltaban para que el entrenamiento terminara y así poder correr en busca de su hermana.

Después de que todos sus hermanos fueron tatuados con el emblema de la academia en el brazo, ___ comenzó a sufrir una reacción alérgica como si fuera de quemadura que se extendía por todo su brazo y tras unas pocas horas de presentar síntomas cayó desmayada en el momento Justo que bajaba las escaleras. Desde entonces no había vuelto a despertar.

Ya habían pasado 3 días de ese suceso y la paciencia de Cinco no toleraba tanto tiempo sin ver a su "Crush".

Su padre saldría hoy después del entrenamiento, lo que le daba unas horas para poder entrar a escondidas a su cuarto sin que se den cuenta.

3...2...1... y el pájaro de madera salió del reloj cantando lo que serían las 5:00 pm de ese día.

—Bien, rompan formación. El entrenamiento termina por hoy, saldré unas horas de la academia y espero que todos se comporten como es debido.

Sin decir nada más ni despedirse, se dio la media vuelta y salió de la habitación.

Solo le daría unos minutos de ventaja para que saliera de la academia y pondría su plan en marcha.

•—•—•

Ya se encontraba Justo frente a la puerta de la chica. Grace acababa de retirar una bandeja de platos sucios de la habitación y cerró con llave para que nadie pudiera entrar o salir de ese lugar (por ordenes de Sir Reginald, obviamente). Con un salto espacial, Cinco se teletransportó dentro de la habitación.

El frío de la habitación y el aroma a medicamentos golpeó su cara y en la oscuridad de la habitación pudo apreciar a la chica recostada en su cama.

Los pocos rayos de luz que se colaban por la ventana eran suficientes para mostrar en qué condiciones se encontraba.

Su piel pálida casi transparente que dejaba ver unas venas azules a través de ella. La quemadura ya controlada sólo en su antebrazo al rededor del tatuaje y las profundas ojeras bajo sus ojos.

Cinco se asustó al verla pensando lo peor y no tardo en correr hacia el costado de la cama y delicadamente tomar su pálido rostro que sudaba ligeramente frío. Con unas suaves caricias con sus pulgares ___ comenzó a despertar de su ensoñación.

¿Cinco?— pronunció débilmente.

—Si, soy yo. Ya estoy aquí contigo— respondió nervioso.

No quería que me vieras así, en este estado.

—Me tenías muy preocupado... a todos—Corrigió sentándose junto a ella— ¿Te sientes mejor?

Si, papá dice que en una semana más estaré como nueva...— le sonrío levemente.

—No creo poder soportar una semana más sin verte— declaró angustiado haciendo una mueca.

ZERO [Cinco x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora