Happiness - HunHan, ChanLix.

III

Al llegar a la escuela, se bajaron sin siquiera pensarlo, necesitaban reunir información tenían muchas dudas que no deseaban tener. Se despidieron de un beso en la mejilla de su hermano mayor para ir directamente a sus salones, lo cual dejó extrañado a LuHan, pero sumamente feliz a SeHun quién nunca entraba solo con LuHan a la escuela. Y aquello sólo hacía crecer el inmerso árbol del amor en su interior, pensar que la gente en algún momento sabría que el mayor es su novio, su todo. Bueno, eso pasaría si pudiera confesarse en algún momento y obviamente, el mayor aceptara sus sentimientos.

—Buenos días, Lu, hola SeHun.
—Buenos días, Jess. —Respondió cortésmente el mayor y con una pequeña sonrisa en sus labios, aquella chica era su ex novia y eterna rival de SeHun.

Dos años en los cuales SeHun sufría por aquella relación. Y trataba de volver a tener el control. Con tan sólo quince años comenzó a conocer y relacionarse con personas fuera de su Hyung, pero fue precisamente en ese momento en el que notó que la única persona que le robaba miradas y risas bobas era él. Cuando se animó a hablar de aquello, se enteró de la peor manera que su mayor ya tenía pareja, y nada más que la odiosa de Jessica Jung, quien le mostraba la lengua cada vez que estaba con LuHan o lo insultaba por robarle su atención.

Mientras caminaban los saludos abundaban a LuHan, quien gustoso los devolvía, SeHun pensaba que realmente era un androide o algo parecido con lo perfecto que es. Su Hyung es irreal. Sus pensamientos intrusivos le quitaron la calma que siente cuando va pegado al contrario, ¿por qué mostró una sonrisa diferente a Jessica y no dijo su nombre completo como hizo con todos los demás? ¿Le seguirá gustando?

SeHun quería llorar y la tensión se sentía, o al menos eso creía Lu, quien no dudo un segundo y lo tomó de la mano para sacarlo de los pasillos, no encontró lugar mejor que un pasillo que estaba restringido para los alumnos. Por lo tanto, dejó su mochila en el suelo, con tal de que esta dejara de arrugar su ropa, y además de que el peso de los cuadernos y libros dejaran de hacerle daño a sus hombros. SeHun imitó el gesto aún en completo silencio.

—¿Qué ocurre, Sese? —Cuestionó el castaño notoriamente preocupado. El más alto sólo miro el rostro perfecto de su mayor, quien frunció el ceño a no recibir respuesta. — Actúas raros desde hace un rato, como perdido. Ni siquiera a tu noviecita saludaste.
—¿Novia? ¿Cuál?
—SeJeong, ¿o ya tienes otra?

Golpe bajo, SeHun a los diecisiete años al notar que jamás tendría oportunidad con el, en ese entonces azabache, comenzó a ir por la escuela ligando o coqueteando con una que otra chica, de vez en cuando chicos pero no eran totalmente de su agrado, exceptuando Minki, quien debía reconocer, poseía una belleza excepcional, pero jamás será tan bello como su Hyung. Pero ninguna de esas relaciones, si es que podía nombrarlas de esa manera, habían pasado de una salida, un par de besos y si es que, toqueteo. Sinceramente SeHun se acobardaba y huía con cierta gracia que le dio un título de casanova, aunque creía que no era del todo así.

—Pensé que hablabas de Irene o Jiyeon, hasta pudo haber sido Baek, quien últimamente se junta mucho con ese profesor de práctica, que dicen que anda con una alumna. O que a ella le gusta él, bueno cosas de japonesas, ya sabes, anime de un crush por el profesor o lo que sea.
—Eres un idiota Oh SeHun.

LuHan estaba molesto, por lo que simplemente se giró para salir, pero los reflejos de SeHun, eran mucho mejores. Por lo tanto inmediatamente captó la pronta ida del castaño, lo tomó de la cintura para volver a dejarlo frente a él, soltando inmediatamente su cuerpo una vez logró su cometido.

—¿Por qué me insultas? No soy el que le manda sonrisitas a la ex.

Buena jugada, LuHan 1205 – SeHun 1.

—Al menos sólo tengo una ex.
—Pero no soy tan idiota como para querer arrastrarme por alguna de ellas.
—¿ME ESTÁS DICIENDO ARRASTRADO, OH SEHUN?
—Si la bota te queda, es tu problema.
—Eres un jodido imbécil, no sé cómo pude haberme ena... —LuHan se quedó callado abruptamente, al menos creía que a tiempo de haber revelado su mayor secreto quien únicamente tenía conocimiento de este, era su adorada ex, quién rápidamente se transformó en su primera y única amiga real, jamás le gustó, la quiso, pero prontamente se dio cuenta que más que nada, era admiración. Dos años ocultando gracias a ella, lo que realmente sentía, hasta Jessica conoció a su actual novio y por cómo se veían, futuro esposo.

—LuHan, termina de hablar.
—No.
—Sí.
—No, no puedes obligarme.

LuHan tenía totalmente la razón, por lo tanto lo único que pasó por la mente de SeHun fue arriesgarse, no podía vivir siempre en un rincón, o tal vez sí, porque prefería eso a perder la amistad de su Hyung, por lo tanto lo único que opto por hacer fue tomar a su mayor de las mejillas y besar sutilmente su frente. Por unos segundos sus miradas se conectaron, pareciera que el tiempo se hubiera detenido y quién los viera por fuera pensaría que ambos son dos amantes a punto de sellar ese mágico momento en un beso.

—Sese...
—LuHan, eres todo para mí, así que no puedo obligarte a hacer algo que no quieras, eres mi mejor amigo. —Aquellas palabras dolieron, pero aun así prefirió seguir hablando.— Cuando te sientas seguro, estaré a tu lado siempre para oírte, apoyarte y tomar tu mano para que no caigas. Seré el que se quede hasta el final.
—Cuando... Cuando sea el momento te lo diré.

Tras aquellas últimas palabras, el mayor se separó. Ordenó su camisa, juraba que llegaría tarde a su primera clase del día, no podía atrasarse un segundo más. Por lo que se dispuso a caminar hasta la salida de aquel pasillo, con el terror de que lo encontraran en esa zona restringida, o eso era lo único que pensaba hasta que su menor lo tomó de la mano para comenzar a correr por el lugar, saliendo inmediatamente y gritando un lo siento para el personal administrativo que se dirigía a ellos en ese momento.

Corría detrás de SeHun, ahora sin importarle su atuendo perfectamente planchado, o si su cabello se desordenaba. Sólo sentía que volaba mientras las risas acompañaban a ese momento. No pensaba en las posibles consecuencias, sólo corría por el pasillo medianamente vacío puesto que aún se encontraban alumnos fuera de sus salones a la llegada de sus profesores. Hasta que recordó su olvidada mochila, iba a tratar de detener a SeHun al recordar aquel importante detalle, pero en lo que observaba al contrario, pudo notar que era él quién cargaba su bolso en su mano desocupada, mientras tenía mal acomodada la propia.

Subieron las escaleras como dos locos, sin midiendo las consecuencias de lo que eso conllevaba, sólo para llegar al salón antes de que el profesor hiciera presencia o al menos, esperaba no ser del todo impuntual, ya no sabía si iban bien en la hora, lo único que le importaba era no caer, pero confiaba en el azabache y este acababa de prometer que no le soltaría la mano, aunque no se refería a un sentido tan literal.