Just a Game 《Yeongyu》

Parte 7

─Bueno, ¿estás listo para hacer esto? ─Yeonjun miró a su amigo, observando a Beomgyu cuidadosamente para comprobar su estado de ánimo. Desde que habían salido del campus, Beomgyu había estado callado y ensimismado, haciendo que Yeonjun se preocupara de si iba a cambiar de opinión sobre ir a la fiesta en el último momento.

─Sí, supongo. ─Beomgyu suspiró y se pasó una mano por el pelo─. Será mejor acabar con esto de una vez por todas.

─¿Acabar de una vez por todas? ¿De qué estas hablando? Nosotros vamos a soltar una bomba. ¿Por qué si no elegirían el Redil de Toro para celebrarlo? Ya sabes qué clase de sitio salvaje es éste. ─Yeonjun hizo un gesto al bar deportivo de la universidad en el que aún no habían entrado. Tiras de luces de un verde chile y oro, los colores oficiales de USF, se entrecruzaban en el techo y por los sonidos que flotaban en la noche cálida en Florida, la fiesta ya había empezado.

─Sí, todo es muy salvaje. ─Beomgyu sonaba completamente sin entusiasmo─. Y va a ser mucho más salvaje cuando Hyunjin le cuente al resto del equipo lo que vio en el sitio Str8te Boys, si es que no lo ha dicho ya.

─Oh, la mayoría de los chicos ya saben que Hyunjin está lleno de mierda ─dijo Yeonjun con más valentía de la que sentía─. No te preocupes, tío. Vamos, sólo tratemos de divertirnos en nuestra última noche.

─Claro, seguro. ─Beomgyu asintió con la cabeza, pero parecía que iba ir a un funeral en vez de una fiesta.

Yeonjun frunció el ceño. ─Oye, ¿Te importaría decirme qué te pasa? El Beomgyu que yo conocía amaba este tipo de cosas, ¿o es que sólo era una parte de aparentar que eras hetero?

Beomgyu frunció el ceño. —Eso no era parte de una actuación, Yeonjun. Me gustan las fiestas. Simplemente no me gusta parecer un pendejo constantemente.

─Oh, sí, Entonces. ¿Por qué lo hacías todo el tiempo? ─Yeonjun exigió─. Podías vaciar un barril de media libra en nada de tiempo, te he visto hacerlo.

─¡Siempre estaba borracho en las fiestas para poder dejar de pensar en golpear a la chica con la que estuvieras ¡¿de acuerdo?! ─ladró Beomgyu ─. Eso me volvía loco, pensar que estabas con alguien más, besando a alguien más, follando con alguien más.

¡Maldita sea...! ─Yeonjun lo miró─. ¿Por qué estás aquí conmigo, después de todo? Debiste traerte una cita, alguna rubia caliente para demostrar que no eres nada gay y que los comentarios absurdos de Hyunjin no te importan cuando él abra la boca.

─Yo traje a mi cita. ─Yeonjun agarró su mano y entrelazó sus dedos con firmeza─. Tú. ¿Vas a venir conmigo o no?

─Estás bromeando ¿verdad? ─Beomgyu miró sus dedos entrelazados dubitativo─. Quiero decir de que no hay manera de que entremos al Redil de Toro, así.

─Seguro como el infierno que lo haremos ─Yeonjun levantó la barbilla─. Si ésta es la única manera de demostrarte que estoy hablando en serio sobre nosotros, de demostrarte lo que te decía mientras.... hacíamos el amor, entonces esto es lo que voy a hacer.

─Yeonjun... ─Beomgyu lo miró seriamente─. No tienes que hacerlo. De verdad que no.

─Pero quiero hacerlo. Vamos. ─Yeonjun cuadró sus hombros y tiró de su mejor amigo y amante hacia el ruidoso bar de deportes.

El interior estaba lleno de estudiantes de USF bebiendo tragos y comiendo las calientes alitas de pollo por veinte centavos que eran la especialidad típica de los viernes por la noche. Algo fuerte resonaba en los altavoces y los televisores pantalla plana cubrían cada centímetro cuadrado de las paredes, transmitiendo eventos deportivos.