Retribution 《Yeongyu》

Parte 14

Volviéndose, Beomgyu vio a Jeongin, uno de los miembros de su vieja y extraviada manada. Se sintió aliviado al ver que Jeongin se veía limpio y bien alimentado. Vestía bien, casi demasiado bien. Llevaba zapatos de gama alta y la ropa que tenía debía costar más que su salario de una semana.

-¿Jeongin? ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó.

De repente, la expresión de Jeongin se oscureció. -Ya sabes, cuidando de los negocios. Desde que Niki se ha hecho cargo de la manada, las cosas han cambiado.

Las campanas de alarma sonaron en la cabeza de Beomgyu. Niki siempre había sido la cabeza caliente en su grupo. Beomgyu no estaba orgulloso de algunas de las cosas que había hecho mientras fue el líder del grupo, pero sabía que eran pequeñas insignificancias en comparación con lo que Niki era capaz de hacer. Por decirlo sin rodeos, Niki era un maldito loco

-¿Qué cambios? -preguntó Beomgyu.

-Lo siento, como ya no eres parte de la manada, en realidad no es asunto tuyo. Tomaste la decisión de quedarte con la coalición. -Jeongin miró fijamente a Yeonjun y sus manos enlazadas-. Parece que estás muy a gusto allí.

El pánico y la rabia llenaron a Beomgyu. -Espero que no le estéis haciendo daño a nadie. La razón por la que dejamos nuestras manadas fue porque no queríamos hacer daño a los seres humanos... ¿recuerdas?

-Sin embargo, tú estabas dispuesto a vender la lista de los cambiaformas perdidos a los Cuervos. ¿A cuántos Felinos crees que les habrían hecho daño si hubieras tenido éxito consiguiéndola? -le recordó Jeongin.

La culpa golpeó a Beomgyu como una patada en el estómago. -Pero no lo hice.

-Sólo porque tu precioso hermano intervino y te salvó el culo. De lo contrario, no serías mejor que cualquiera de nosotros.

-Cállate -gruñó Yeonjun -. Beomgyu no es como tú.

A pesar de que Beomgyu apreciaba que Yeonjun lo defendiera, una parte de él estaba de acuerdo con Jeongin. «No, ahora es diferente. Estoy pagando por mis pecados pasados. No soy como los demás. Al menos, ya no.»

Jeongin se burló. -Beomgyu puede vestirse como un soldado todo lo que quiera, pero siempre será uno de nosotros.

Beomgyu se quedó sin aliento. En ese momento, estaba vestido de civil, así que ¿cómo iban a saber que era soldado? A menos que...

-¡Me has estado vigilando! -acusó Beomgyu.

Jeongin se encogió de hombros. -Teníamos curiosidad por ver cómo te iba. Vimos como luchabas contra las Arañas y como salvaste a ese estúpido pájaro. Yo lo hubiera dejado morir.

Beomgyu dio un paso atrás en estado de shock. Ese no era el Jeongin que siempre había conocido. Jeongin siempre había sido tímido y dulce. Ahora, parecía malvado y muy cansado. ¿Qué había cambiado que lo había convertido en eso?

-Jeongin, ¿qué está pasando con la manada? ¿Por qué estás actuando así? -Beomgyu alcanzó a su antiguo amigo sólo para que este se zafara.

-Lo que sucedió es que somos más inteligentes. Tu forma era dejarnos morir de hambre y rebuscar en los contenedores de basura para sobrevivir. Ahora tenemos lo mejor de todo. Acéptalo, Beomgyu, puede que seas un tipo dulce, pero eras un líder de mierda.

Yeonjun se adelantó y agarró a Jeongin aññpor la parte delantera de la camiseta. -Será mejor que lo trates con más respeto o te golpearé hasta dejarte sin un aliento de vida.

Beomgyu puso una mano en el brazo de Yeonjun. -Olvídalo. No vale la pena. Vámonos de aquí.

Beomgyu lo pensaba de verdad. Si eso era lo que pensaba su antigua manada de él, le dolía, pero lo superaría. Simplemente reafirmó su decisión de que quedarse con la coalición había sido lo correcto. Ahora, ya no viviría con la duda por más tiempo. De una manera extraña, sentía una sensación de alivio. Como si no tuviera que sentirse culpable por abandonarlos.