Entrenamiento de regeneración

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Un largo rato después

—Entonces—hablo el peli-rosa—¿Comprendes?

—Si—respondió la peli-negra cabizbaja—perdón nuevamente

—No tienes porqué disculparte niña —dijo el rubio cenizo—solo... No lo vuelvas a hacer

—Si... Pero fue como si necesitará ir hacia el sol

Esto desconcertó a las lunas, tomando primero la palabra Kokushibo habló

—¿Cómo que “necesitabas” ir hacia el sol?—preguntó

—Si—contesto viendo al demonio—era cómo si me llamara, cómo si necesitara estar bajo el sol

Esto hacia dudar a Kokushibo, quién, desde que vio a la niña, sospechaba que fuera... No, no está posible, negó rápidamente aquella posibilidad, que de ser cierta, Muzan no la habría convertido en demonio y la habría asesinado de inmediato, ¿No es así?

—No creo que eso sea siquiera posible—dijo recobrando la compostura el de seis ojos—lo mejor será olvidarse de esto—a lo que todos asintieron y se marcharon a sus habitaciones

“¿Un demonio que puede dominar el sol? No, eso es imposible”

Las lunas se fueron con este pensamiento

A la noche siguiente

Akaza hiba saliendo de su habitación encontrándose en el pasillo al demonio que menos quería ver

—¿Dónde se encuentra Kokushibo-san?—preguntó el de rayas

—Ohh Akaza-dono ha despertado—menciono con una sonrisa mientras se cubría la mitad de la cara con uno de sus abanicos—y Kokushibo-san fue a despertar a la niña

—¿Despertar?

—Así parece

Con Kokushibo

El demonio abrió la puerta de la habitación de la niña, al entrar le sorprendió verla dormida pero pronto la despertó

—Hey niña—llamó—levantate

—Mmm cinco minutos más—respondió adormilada mientras se daba la vuelta

—No, nada de cinco minutos más, hoy entrenaras tu regeneración

Dicho esto la demonio se sentó sobre el futón de golpe consiguiendo un pequeño mareo

—Si si voy enseguida—murmuro sobándose la cabeza con ambas manos

—Vayamos con los otros dos—dijo mientras se marchaba de las habitación, a lo que la niña lo siguió

Al llegar con los otros dos, ambos se dieron cuenta de algo

—Tal parece que ya te regeneraste mocosa—habló el de marcas

—¿Cómo?—ladeó su cabeza confundida a lo que el demonio señaló el brazo, ya completo, de la joven—ohh vaya no me di cuenta—mencionó moviendo sus dedos

—Es cierto—comentó el de la katana—no me había dado cuenta de ello—esto último hizo que a los otros dos les cayera una gota de sudor al ver el despiste de la luna

¿Enserio él es la primera luna superior?” se preguntaban mentalmente los dos restantes sudando

—¿Porqué mejor no vamos a entrenar su regeneración antes de que se nos valla la noche?—propuso el rubio

—¡Siii!—grito la demonio emocionada mientras daba pequeños saltitos

Todos salieron de la finca dirigiéndose a un prado en medio del bosque

Sayuri KibutsujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora