Twisted [Kokichi Ouma] ©RoseSanae55

Twisted

-¿Cómo ocurrió? _preguntaba un oficial a un pequeño grupo de estudiantes, quienes se encontraban consternados. Las féminas denotaban una profunda tristeza ante la pregunta, pues no sabían cómo responder, en cambio, los chicos parecían estar pensando qué decir_

-La verdad, oficial, no lo sabemos. Hasta hace unas horas todo estaba normal, pero de repente… Encontramos el cuerpo de nuestra amiga y… No sabemos qué pudo pasar. Todos en el instituto le tenían cierto aprecio, no me imagino a alguien queriendo hacerle daño hasta este punto.

-¿Alguien ajeno al centro podría tener algo en su contra? _cuestionó el mayor, escribiendo en unas notas lo que se decía en la conversación_

-No lo sabemos. Nunca fue muy expresiva a la hora de contar su vida fuera de este recinto...

-Entiendo. De momento, comenzaremos la investigación. Vayan con sus profesores y compañeros, el instituto quedará clausurado hasta que se llegue al meollo del asunto.

Los adolescentes pronto acataron la orden que les fue dada. El oficial regresó con su pequeño destacamento y pronto comenzaron a inspeccionar la escena del crimen. Se había efectuado el asesinato de una estudiante a plena luz del día, no fue hasta pasadas unas horas de lo ocurrido que sus amigos, quienes se preocuparon por su repentina desaparición, fueron en su búsqueda. El nombre de la víctima era Angie Yonaga, una estudiante de la clase 3-A, cuyo cuerpo fue encontrado al final de las escaleras que conducían al segundo piso. Su cuello se había torcido, lo mismo que uno de sus brazos y una de sus piernas, se notaba que había sido una muerte casi instantánea, aunque la expresión de su rostro denotaba cierto terror y sorpresa. Nunca se habían topado con una víctima con semejante expresión en el rostro y eso solo lo hacía ver un tanto más aterrador de lo común. La investigación comenzó de inmediato, pero no se encontraron muchas pistas que indicasen que aquello hubiese sido algo más que un accidente. Retiraron el cuerpo de la fémina, el cual dejó un gran charco de sangre en el sitio donde previamente estuvo, los oficiales pronto se encargaron de limpiar el desastre y retirar las cintas amarillas que prohibían el paso a personas ajenas a la investigación para no perturbar el escenario.

Días después se efectuaba un funeral en nombre de la estudiante desafortunada, bajo la noticia de que había sido un accidente. Se suponía que la chica había bajado demasiado deprisa las escaleras y había pisado mal, cosa que provocó que cayese. En su salón todos presentaban una notable depresión por la pérdida de su amiga, era notoria su ausencia desde que siempre se le veía llegar con una sonrisa en el rostro, dedicando un animado saludo a todos. Era de las personas que hacían notar su presencia con facilidad y el mero hecho de que ya no estuviera, era, de por sí, bastante palpable.

-Pobre Angie… _decía una chica pelirroja, cabizbaja y con una expresión de pesar en su rostro_

-Ya estuvo, Himiko. Angie tuvo un funeral como lo merecía _inició una de sus compañeras de salón, de hebras castaño oscuro y recogidas en largas coletas_ Ni que hubieses lamentado tanto la pérdida de…

-Maki, ya está bien. ¿No puedes tener un poco de tacto? _intervino un chico de hebras verdosas, mirando mal a su compañera_

-¿Qué está bien, Rantaro? ¿Ver cómo Himiko se lamenta de que Angie está muerta, pero irónicamente le importa un bledo que haya otro faltante en el salón? Excluyéndote, con otros pocos, a nadie le importó la muerte de ese enano entrometido.

-¡Maki! _llamó una rubia de orbes amatista_ ¡No está bien hablar así de tus ex-compañeros! ¿Cuál es tu problema?

-Yo no tengo ningún problema, el problema lo tienen ustedes. Lamentarse tanto por un muerto sabiendo que tarde o temprano les pasará a todos sin excepción. Se nace para morir, Kaede, sino, ¿cuál crees que es la principal causa de la mortalidad?