Hinata y Naruto han sido novios desde hace unos meses. Tienen una relación idílica, llena de amor y confianza. Todo parecía hermoso y perfecto hasta que un cruel engaño destruye el corazón de Naruto, quizás, para siempre.
En Konoha ya se escondían los rayos del sol. El cielo se pintaba de diferentes tonos de amarillo, rojo y naranja.
Había leído que el atardecer significa reflexión, pensar en lo que se ha hecho durante el día. Significa paz y cambio. Contemplar un atardecer tiene el poder de cambiarnos el estado de ánimo, de enamorarnos, de hacernos ver el lado hermoso de la vida.
Eso pensaba Hinata mientras contemplaba el bello atardecer. Hoy más que nunca necesitaba ánimos para continuar.
La cocina y todo el pequeño departamento se llenaba de deliciosos aromas gracias a la cena que ella había preparado con tanto amor para su novio.
Hinata se había esmerado muchísimo con la cena de ese día. Quería que todo fuera perfecto.
Había cocinado diferentes platillos. Y ahora justo a las 8 de la noche ya todo estaba listo y ella se había esmerado en su arreglo personal. Se había puesto un vestido nuevo color azul. Y se había recogido el cabello en un lindo peinado. Además de usar un poco de maquillaje.
Ahora estaba tan feliz de que todo estuviera bien. Decoró la mesa, encendió velas y sirvió la comida. Sólo esperaba a su invitado especial. Oyó cuando él abría la puerta de su recámara y salía con esa sonrisa en su rostro que la enamorada por completo. Él, su novio.
—Hinata, Haz dejado esta cocina tan diferente.
—¿Te gusta?
—Me encanta.
Ella lo tomó del brazo y caminaron hacia la mesa. Naruto se había vestido un poco más formal también. Pantalón y camisa de un color azul también. Aunque no entendía porque.
Hinata se sentó a su lado y empezó a darle de comer tiernamente. Naruto comía muy feliz. Se sentía tan dichoso porque su novia lo amara tanto y porque cocinada tan delicioso sólo para él. Pero no podía evitar preguntarse ¿por qué?
—Hinata ¿por qué me estás consintiendo tanto? No es nuestro aniversario, tampoco mi cumpleaños.
—Bueno es porque....
Tragó saliva nerviosa, debía mantenerse tranquila y respirar.
—Porque te amo— atinó a decir.
—Y yo a ti.
Sonrió complacido y le dio un tierno beso. Mientras que Hinata sintió un gran alivio porque él no le hiciera más preguntas.
—También debes de comer. Si no me voy a gastar todo.
Naruto no se lo decía pero había notado que su novia estaba bajando de peso y eso le preocupaba.
—Claro.
—Yo te daré de comer ahora.
Hinata sonrió con dulzura y Naruto en un primer intento por darle de comer en la boca terminó marchándole el vestido nuevo.
—Soy tan torpe, disculpame.
—Tranquilo, es sólo un vestido.
Naruto intentaba limpiar el fino vestido y sin querer tocó el busto de su novia. Rápidamente alejó las manos y se disculpó.
Pero no estaba preparado para que Hinata tomará su mano y la dejará en su pecho. Sonrojada y nerviosa quería sentirlo de nuevo.
Se abalanzó sobre él y cayeron al suelo. Ella encima de él. Lo besaba como nunca antes. Y Naruto la recibió gustoso saboreando los labios sabor cereza de su novia mientras la acariciaba suavemente.
Pero aunque su cerebro le decía que no siguieran, otra parte de su cuerpo le decía que no podía parar. Pero habían tantas consecuencias si no se controlaba.
El Clan Hyuuga era temible. Podrían alejar a Hinata de él.
Con todo el dolor tuvo que parar y levantar a Hinata de encima de él. Vio la vergüenza y después el miedo en el rostro de ella.
—Hinata te amo pero creo que no debemos hacer esto. Bueno si, pero no ahora.
Ella lo comprendía muy bien. El rubio quería casarse con ella y que su primera vez fuera especial. Algo que ella también quería.
—Hinata tú eres tan tierna, dulce, tímida y tan inocente... Yo a veces tengo tanto miedo de tocarte.
Inocente, esa palabra la quemaba por dentro.
—Quiero estar contigo Naruto kun.
—Yo también. No tienes idea Hinata de cuanto te deseo...
Sin poder evitarlo la besó una y otra vez con caricias inocentes.
Luego de compartir ese tierno momento cenaron.
Fue en ese momento que ella le dijo que se había escapado de su casa y que pretendía pasar esos cuatro días junto a él antes de que se fuera a una misión muy larga.
—Mi hermana me está ayudando. Traje ropa y nadie sabe que estoy aquí. Dije que me iría a una misión, como nunca les he mentido confían en mi.
—Pero Hinata ¿quedarte aquí en mi casa? Es peligroso para los dos. O tu padre te aleja de ti o me mata. ¡Tiene el byakugan!
—El byakugan solo se usa en misiones. No para espiar a la gente. Tranquilo, mi padre no se encuentra en Konoha. Déjame quedarme aquí. Contigo.
Naruto accedió aunque con cierto temor. Dudaba de que teniéndola ahí estando solos pudiera controlar sus impulsos.
Se fueron a la cama juntos mientras Hinata lo veía dormir en silencio. Acariciando su rostro y sin poder evitar derramar lágrimas de una tristeza tan profunda que le destrozaba todo su ser.
Quería despertar y que todo lo que había pasado aquel día fuera solo un mal sueño.
Se abrazó a él con fuerza agradeciendo tenerlo tan cerca, sentir su aroma, escuchar su corazon que aún latía por ella y sentirse tan feliz cuando susurraba su nombre en sueños. Sólo quería que esa noche fuera eterna.
Para siempre estar con él.
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Aquí les dejo el capítulo 1, espero sus sinceras opiniones.
