el dulce aroma de el tulipán que tenía un distintivo color rojo invadió sus fosas nasales provocando que soltara un pequeño e inofensivo estornudo, rió ante su propia acción sintiendo que compartía un bonito momento con la flor que amaba con todo su corazón.
todas las ocasiones que su progenitora debía viajar hacia los pueblos más cercanos, minghao le rogaba que comprara semillas para plantar y llenar su triste jardín sin flores. ella siempre olvidaba la petición de su hijo, hasta que un día rápidamente pasó a una floristería y logró comprarle una semilla con el escaso dinero que poseía, pero con esa diminuta semilla minghao fue el niño más feliz del mundo y cuidó de la semilla hasta que se convirtió en un bonito tulipán rojo.
todos los días salía a ver al tulipán sin falta y apreciaba su belleza por horas mientras le contaba su día o, en ocasiones, le mostraba los dibujos que había hecho antes de dormir. también alimentaba a la flor a ciertas horas como le había enseñado su madre, quien le prometió comprarle muchas más semillas, aunque, al principio, al niño le agradó la idea de tener el jardín con más flores de todos los colores posibles, hasta que llegó a la conclusión de que su flor se pondría muy celosa al ver que habrían más flores además de ella.
minghao no quería que su preciada flor se pusiera triste y celosa.
ese día había llevado al patio las acuarelas que el mismo hacía con buganvilias y limón, y un lienzo para poder estar con su flor y pintar algo para ella.
— oh, hoy te ves algo decaída —musitó con un puchero mientras se acercaba a la flor— ¿tienes sed? hace algo de calor, probablemente tengas sed... —dejó sus pertenencias en el suelo, para luego dar unos pasos adelante y recoger un poco de agua del arroyo que tenía detrás de su hogar.
se recostó sobre el pasto mojado dejando que el tulipán se mejorara luego de echarle el agua, pero entre más pasaba el tiempo no se veía mejor y seguía igual de decaída que antes; minghao estaba preocupado, pues nunca había visto a su flor tan triste. la preocupación que sentía, además del clima que estaba haciendo esa tarde de verano lo estaban asfixiando, por lo que decidió ir a hablar con su madre sobre la situación, pidiéndole ayuda para salvar al tulipán.
los días pasaban y la flor no daba un mejor rendimiento, cada día se miraba más y más triste; hasta que un día, cayó al suelo sin color y sin fuerzas.
minghao estaba saliendo al patio luego de haber ido a recoger algunas fresas para una merienda con su tulipán. la sorpresa que se llevó al ver a este desmayado en el suelo, lo que le hizo tirar la canasta donde estaban las pequeñas frutas, corrió hasta caer y raspar sus rodillas, restándole importancia al dolor que sentía.
levantó con delicadeza a la flor que yacía sin vida en el pasto, el pecho le quemaba como nunca al verla en ese estado.
sin previo aviso, las lágrimas comenzaron a adornar sus delgadas y pálidas mejillas, y los sollozos salieron de su garganta provocándole molestia.
su vista se había vuelto nublada, sin embargo, logró distinguir una figura del otro lado del arroyo observándolo. limpió rápidamente sus ojos llenos de lágrimas con los nudillos para poder identificar a la persona, pero como tan rápido hizo esto, la figura salió corriendo alejándose de su campo de visión.
minghao lo buscó con la mirada pero aunque no logró encontrarlo, este lo seguía viendo detrás de unos árboles.
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el llanto lejano de alguien llegó a sus oídos y, como si fuera un llamado, buscó de donde provenía aquel lamento. fue hasta el arroyo que le habían prohibido visitar, puesto que se encontraba alejado del pueblo donde vivía pero eso no lo privó de ir hasta ese lugar.
observó a la persona que emitía esos tristes sonidos de llanto, el cual era un niño con los cabellos castaños y que, probablemente, tenía su misma edad.
jun se quedó viéndolo por unos largos minutos, preguntándose porqué estaba llorando aquel niño, pero la curiosidad no le duró mucho al darse cuenta que este había notado su presencia y su primer acto fue esconderse detrás de unos grandes árboles, pero siguió observando al triste niño hasta que este fue a refugiarse ante la aproximación de la noche, y ahí es cuando vio que la flor que tenía el niño en manos era un tulipán marchito.
«¿estará triste por eso?» se preguntó a sí mismo, para luego asumir que así era.
aunque no conociera al niño, deseó poderle regalar miles y miles de tulipanes para que fuera infinitamente feliz.
decidió tomar camino de regreso al pueblo, pues no quería perderse en la oscuridad de la noche, aunque conociera muy bien el lugar no iba a arriesgarse.
estando en su hogar, recordó que había un lugar en el pueblo donde vendían flores a montones, e incluso hacían decoraciones con ellas para eventos. podría ir a comprar un ramo de tulipanes para el niño del campo al día siguiente y así ya no estaría triste.
«¡eres un genio, wen junhui!» se alabó a sí mismo sintiéndose la persona más lista.
pero ese sentimiento no le duró más de un día al ir a primera hora hasta el lugar y ver el precio de las flores. debía encontrar una manera fácil y rápida para conseguir bonitos tulipanes para aquel niño.
él podría conseguir que sus padres le dieran unas cuantas monedas para comprar los tulipanes pero seguramente le preguntarían para qué quería aquellas flores, más sabiendo que no era nada de agrado para su madre.
tendría que buscar otras formas para conseguir el ramo pero no importaba cómo, él le daría un ramo de tulipanes rojos.
...
tulipán: amor sincero.
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tulipanes ♡ junhao
Fanfictionjunhui quería hacer feliz a minghao con tulipanes. ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ © nyukyies ♡ 2022