Capítulo 9

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El día nueve, justo al despertar, descubrí que Jisoo  ya no estaba a mi lado. No me preocupó, pues pensé que había ido a buscar el desayuno o algo así.

                    

Fui al baño dando pasos cortos y no me molesté siquiera en cambiarme la ropa.

                    

Iba a morir, así que no pensé que vestir lo mismo dos días seguidos no era algo por lo que debiera preocuparme.

                    

Recuerdo haber salido de la habitación con el profundo temor de que Jisoo  me lanzara comida a la cara, pero eso no sucedió.

                    

Ella no estaba allí.

                    

No me preocupé en ir a buscarla.

                    

Tal vez estaba con Miyeon o Roseanne. Tal vez estaba en la habitación libre.

                    

No pensé que nada malo le hubiera sucedido.

                    

Entré a la habitación que Lisa y yo compartíamos pocos segundos después. Quería darle un abrazo, besarle la mejilla, asegurarme de que siguiera respirando y sentir a mi corazón palpitar cuando me dijera que me amaba.

                    

Ahora que lo pienso, no debí haber esperado nada de eso.

                    

La encontré durmiendo bajo una montaña de sabanas y abrazando una almohada. La cama lucía demasiado grande para ella, y supe de inmediato que yo faltaba a su lado.

                    

Jamás me arrepentí de haber pasado esa noche con Jisoo , pero me habría gustado que ella no durmiera sola.

                    

Me recosté a su lado y me abracé a su cintura con cierta lentitud. El miedo se había apoderado de mi ser.

                    

Suspiré al sentirla respirar bajo mis brazos, y una sonrisa se formó en mis labios.

                    

Lalisa Manoban estaba viva, y la tendría a mi lado un poco más.

                    

Despierta, amor —Susurré mientras dejaba un beso en su pálido cuello.

                    

Ella no se movió, así que la besé de nuevo.

                    

Vamos, Lern. Despierta... Por favor.

                    

La sentí removerse entre mis brazos y dejar escapar un suspiro antes de acercarse más a mi cuerpo.

                    

Te extrañé en mi cama —Susurró con voz ronca.

                    

Virus Letal. | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora