Lo primero que percibió Jungkook al entrar en el lugar fue el olor a incienso.
Lo hizo estornudar y toser un poco, pues para él la esencia era demasiado fuerte que incluso tuvo que detenerse al sentir que se mareaba un poco.
— ¿Hola? — dijo con duda mientras se adentraba más al lugar
Al ver el lugar estaba completamente rodeado de cristales, hierbas, terciopelo, en el centro había un gran bulto negro con dorado, y cosas que parecían sacadas de películas de brujos y adivinos. Aquellas donde el protagonista asistía y quien lo atendía salía con una profecía que cambiaría su destino.
— ¿Te puedo ayudar en algo?
— ¡Aigo! —Jungkook saltó al escuchar una voz ajena de la nada.
De pronto el bulto negro que estaba en el centro del salón se movió, y cuando el azabache se dio cuenta unas manos surgieron de él. Y así se dio cuenta que lo que le preció un bulto no era un bulto, sino una persona.
La persona frente a él se hizo la capucha que cubría su rostro hacia atrás. Y Jungkook se quedó sin palabras al ver al chico frente a él, sin duda teniendo una belleza hipnotizante.
Debía de tener casi su misma edad, su cabello estaba ligeramente rizado, lo que le hacía caer en pequeños rulos a la altura de sus ojos. Notó que estos eran de un inusual tono ámbar, los cuales resaltaban por la pedrería que estaba usando del lado izquierdo.
— Pensé que estaba abierto... — logró decir al recuperar un poco los sentidos
— Y lo está — dijo el chico asintiendo mientras lo miraba de manera no muy disimulada de arriba a abajo — Pero también dice que debes tocar la campana que está afuera antes de entrar
Un pequeño detalle del cual no se había percatado al parecer.
— Yo...
Se sentía sumamente tonto en ese momento, y si usualmente sabía qué decir, en este momento su mente estaba completamente hecha un desastre.
Y al parecer el brujito se dio cuenta de aquello.
— No te preocupes — le dedicó una pequeña sonrisa, intentando tranquilizarlo — Ven, siéntate por favor
Ambos chicos se dirigieron a la mesa, donde Jungkook se dio cuenta que era donde estaban prendida una varilla de incienso, junto con un juego de cartas.
— Perdona el desorden, estaba limpiando las cartas antes de que entraras
El brujito - pues Jungkook aún no sabía su nombre - recogió las cartas con un solo movimiento de sus manos, tomó la varilla de incienso para colocarla al otro extremo de la habitación, lo cual agradeció cuando empezó a notar que la esencia que desprendía este se hacía más sutil.
Se sentaron el uno enfrente del otro.
— Y dime Jungkook ¿estás aquí para saber tu fortuna? ¿algún tema sobre el amor? — dijo el pequeño brujo mientras barajeaba las cartas para llenar el pequeño silencio que se formó entre ellos.
— No, nada de eso. Es más porque...
Esperen ¿había dicho su nombre? No recordaba haberse presentado.
— ¿Cómo es que...?
El contrario rio de manera baja por la clara confusión de Jungkook, dejando ver su sonrisa cuadrada.
— Soy adivino ¿recuerdas? — fue la respuesta que le dio
Jungkook asintió, decidido a dejar pasar ese pequeño detalle que le pareció ligeramente aterrador.
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TAROT | Taekook
FanfictionJungkook es convencido por su mejor amigo Hoseok de ir a la feria de la ciudad , antes de estudiar para los exámenes. Dentro de los muchos juegos y puestos el local de Tarot llama demasiado su atención, jamás ha creído en el horóscopo, la lectura de...