II

47 3 0
                                    

Esta semana a sido una locura completamente,  envuelta en seda y chifon no creía que mi cumpleaños 16 sería algo tan trascendental, aún no e visto el vestido por el cual mamá está tan preocupada y apurada,  lo único que se es que es blanco y que tuve que pasar muchas horas paradas en un pequeño pedestal recibiendo pinchazos de agujas,  total depresión.

Por fin a llegado el día, me levanto y voy corriendo hacia el despacho de papá quiero que el sea el primero en saludarme, sin pensarlo entro sin golpear,  papá me ve enojado el estaba hablando por teléfono y por mi tonta ocurrencia al parecer interrumpo algo muy importante.

No se que hacer así que sólo permanezca allí parada frente a él con mi pijama y con mi cabello desordenado.
Sólo logró escuchar la última parte de su conversación:

- Ese es el trato Williams, estoy en la cuerda floja, haz tu parte yo haré la mía, te esperaré está noche ,'

Papá cuelga el teléfono y me observa pensativo, se levanta y viene hacia mi.

- Mi niña hermosa,  deberías dejar de ser tan impetuosa,  debes comportarte como una dama. Él sujeta mi rostro y  puedo ver como me mira con tanto amor.

- Papá, sólo quería...-

- Lo sé mi Bella, sólo querías esto -

Papá me abraza, me da besos sonoros en toda mi cara y me hace girar y girar, oh mi corazón estalla de alegría desde que tengo memoria ese es el único día en que papá es así de afectuoso conmigo, me encanta.

Me siento inmensamente feliz en este momento es mi cuento de hadas, donde soy la princesa.

Pero así como así, mi madre entra al despacho y nos interrumpe solo mostrando una mirada de desagrado, papá me suelta de su abrazo y yo camino hacia mamá pero solo recibo un beso frío, distante y un saludo aun más seco de su parte.

- Feliz cumpleaños  Francesca .- listo solo eso es todo no hay abrazos ni muestras de afectó, de hecho nisiquiero recuerdo que alguna vez mi madre me haya abrazado.

- Gracias Mamá, ahora iré a desayunar y luego iré a dar una vuelta con Angelo.

- No, de ni una manera Isabella, no saldrás de la casa hoy! .

- Por que? La fiesta es por la noche aun hay mucho tiempo de prepararme. Le digo intentando convencerla.

- Eh dicho que no hoy no, necesito que estés aquí y punto -

Intento no hacer un berrinche, por que se que seria infantil y además inútil por que así es mi madre cuando dice algo no hay formas de hacerla cambiar de opinión, me siento una prisionera en mi propia casa.

Miro a mi papá, y solo me doy vuelta camino resignada hacia la salida cuando voy saliendo escucho como mi mamá le dice a mi padre que esta será la última vez que podrá hacer tonterías conmigo, no entendí nada solo me dejó un poco triste.

El día se mueve lento y frustrante, ver la mirada de todos hoy es mi cumpleaños y todos lo que están en mi casa es como si estuvieran en un funeral , hasta pude ver compasión en los ojos de Angelo, siento que me estoy perdiendo de algo pero antes siquiera de que pueda descubrirlo me veo siendo arrastrada a la habitación principal donde con entusiasmo mi mamá es la que me espera, ojalá y nunca lo hubiera sabido ojalá y nunca hubiera pasado ojalá,  ojalá, ojalá pero no, las cosas debían cambiar ese fue el momento para mí ver la sonrisa en el rostro de mi madre al anunciarme que hoy sería entregada a un anciano!!

- Francesca es por el bien de la familia, puedes entenderlo?

- El bien de la familia mamá? Soy una niña y ese hombre es un anciano , Papá está de acuerdo?

Sabía que si pero mi mente se negaba a aceptarlo, que mi padre pudiera permitirlo pero escucharlo era lo que necesitaba en ese momento.

- Si Francesca tu padre acepto el acuerdo y no eres una niña, yo tenia tu edad cuando fui entregada a tu padre, te costará al principio pero todo se volverá más fácil con el tiempo.

- No es asi mamá! Nunca amaste a Papá,  nunca me amaste a mi solo aceptaste tu destino y eso es lo que quieres que yo haga, tu puedes salvarme pero no lo harás no te importa solo tu importas siempre fue así!!

Termino la frase casi gritando y con la voz, quebrada apenas si puedo respirar.

- ¡Como te atreves, niña malcriada!

El golpe en mi mejilla fue tan fuerte que hizo que mi rostro se volteara, no me atreví a volver el rostro no podía, solo sentí miedo, terror y odio , miré hacia el jardín pero no , mi madre me tomó el mentón e hizo que la mirara mientras me decía:

- No te atrevas a desafiarme Francesca y ahora ve al baño lávate la cara que tenemos que prepararte.

No quería, pero parecía que mi mente y mi cuerpo se habían disociado, lave mi rostro y  me mire al espejo, una dosis de realidad,  miré de soslayo la ventiluz del baño, podría escaparme por allí pero antes de siquiera moverme la puerta se abrió y allí estaba mi madre mi ejecutora, viéndome mal .

- Vamos Francesca, no perdamos tiempo.

Quería resistirme, quería correr, quería gritar , pero solo permanecí allí impasible frente a mi destino y cuando todo acabó y me vi frente al espejo vestida de blanco una lágrima traicionera se escapó pero fue limpiada por el dedo de mi madre.

- Solo aceptalo Francesca no te resistas, te hará más fácil las cosas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora