ꔛ🌺 Capítulo 49 ¡!ꪆ

442 48 3
                                    

— Jeno, despierta.

Na Jaemin se detuvo frente a la cama, observando detenidamente la imagen que tenía frente a su vista. Jeno continuaba enredado entre las sábanas, inerte sobre el colchón, con la cabeza echada y los ojos plenamente cerrados. Los rasgos de su rostro se marcaban con exactitud, presentando un aspecto serio y adormecido. Sonrio y se acercó unos pasos más y arregló los extremos de la sábana, deslizando su mano hasta su brazo izquierdo.

—Jen, ya es temprano, despierta —le dio una ligera sacudida, pero él continuó tieso ante su contacto, sin mover el más minimo músculo.

La sonrisa de sus labios incrementó y se dejó caer sobre el borde del colchón, sentándose a su lado para luego inclinarse sobre él. descansar ambas palmas sobre su pecho desnudo y empezar a repartir pequeños besos en sus labios, su barbilla y el contorno de sus mejillas.

—Son más de las once —volvió a mirarlo y lo encontró de la misma manera que antes, profundamente dormido. Y no pudo evitar seguir sonriendo. —Tienes que despertar ahora, cariño.

Regresó sus labios a su mandibula inferior, proporcionando besos en toda la línea de su cuello y él solo frunció el ceño en respuesta, continuando tan inmóvil como hace cinco minutos.

—Tu hermana y tu madre están acá —susurró. arrinconándose sobre su boca e intentandolo nuevamente —Despierta de una vez.

Jeno removió sus hombros un poco, pero siguió con los párpados cerrados.

—Jeno...

—¿Hmm? —la voz entumecida abandonó sus labios semi-abiertos.

—Despierta, es algo tarde y ya has dormido mucho.

—¿Hmm?

—Tu desayuno está servido desde temprano, pero lo pondré al microondas para que esté caliente.

Él parpadeó un par de veces, se agitó entre las sábanas y continuó con los ojos cerrados.

—Yo estoy caliente —masculló entre dientes, sin
moverse

—Eso es porque todavía no te levantas. Iré ahora a alistar tu desayuno, por favor, no demores en levantarte.

Jaemin se propuso levantarse enseguida, pero los brazos de Jeno lo sostuvieron de los costados de repente y lo hicieron girar con rapidez, atrapándolo entre el colchón y su cuerpo. Sus párpados se abrieron para revelar esos orbes oscuros, que se enfocaron prontamente en sus labios.

—Quedate conmigo y bésame hasta que se me quite el sueño.

—Quisiera, pero no puedo —rió, sintiendo la calidez del colchón bajo su cuerpo y la presión de sus brazos a sus costados —Tengo que hacer muchas cosas.

Él dejó caer la cabeza sobre su cuello e hizo presión en su cuerpo contra el suyo.

—¿Qué tienes que hacer? —su aliento cálido y adormilado acarició la zona baja de su cuello, avanzando por su vértebra dorsal como un suave cosquilleo —Estoy tan caliente.

—Tengo que atender a mi madre y hablar con tu hermana, ella está demasiado entusiasmada con todo esto y me está ayudando a...

Jeno se reincorporó de un brinco sobre la cama, con los ojos a punto de abandonar sus órbitas.

Diablos.

—¡¿Tu madre?! —dijo con tono sobresaltado, sin esconder su agitación y nerviosismo —¿Ya está aquí? ¡Quedamos en que iríamos a recogerla...! ¿Qué hora se supone que es?!

Observó que Jaemin se levantaba de la cama y
empezaba a reír, mirándolo con afecto.

—Son más de las once, pero estabas tan dormido que no quise despertarte y tu hermana se ofreció a acompañarme.

𝗶𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 › nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora