Capítulo Uno.

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El día en que Brittany conoció a Santana, la menor no la había mirando, ni escuchado, ni siquiera un segundo, por más que la mayor le había saludado con suavidad, Santana no se encontraba conectada al mundo ese día.

-Oh, ella es mi hermana, la menor. -había dicho Rachel, ella tenía otro hermano además de Santana, Blaine, pero no se encontraba en la casa en ese momento. -Tiene autismo, no te va a hacer caso.

Ese día, Brittany tenía dieciséis años, y Santana tenía catorce, su estado aún estaba en un autismo severo, estaba en su mundo la mayoría del tiempo, y la única persona que reconocía completamente era a su padre, y otras veces a Rachel y a Blaine, aunque también los ignoraba de vez en cuando.

Algo que Rachel le explicó después es que Santana era adoptada, tenía el apellido de otra familia y había sido abandonada una y otra vez, primero por sus padres biológicos y después por sus otros hogares, nadie sabía cómo tratarla y Santana cada vez se había vuelto más cerrada en sí misma, cada vez confiaba menos en las personas y cada vez su autismo empeoraba un poco más.

Con el paso del tiempo, y con las visitas a la casa de su mejor amiga, Brittany comenzó a observar a Santana con mayor y mayor curiosidad.

Debía de admitir que la menor era muy tierna.

Tenía el cabello negro y lo llevaba bastante largo, era difícil cortarlo porque no le gustaba, así que solo esperaban a que ella no lo aguantara y dijera que lo quería distinto.

Le gustaban las estrellas, tenía pósters de constelaciones por todo su dormitorio, junto con libros de astronomía.

También le gustaban las cosas con brillos, porque para ella parecían estrellas también.

Su color favorito era el azul y solía coleccionar cosas de ese color, y su programa favorito era "El Universo" que pasaban en un canal de ciencias, también le gustaban algunas películas de ciencia ficción pero que no tuvieran mucha violencia, Santana odiaba la violencia.

Casi nunca hablaba, incluso cuando parecía hablar sola, no hacía ni un ruido, era prácticamente muda.

Brittany había conocido a Santana en muchos aspectos, sin que Rachel le dijera nada, y sin que Santana la hubiera notado a su lado siquiera una vez.

Rachel no era de pasar mucho tiempo con Santana, no la odiaba, no le caía mal, no era mala con ella, es sólo que nunca había logrado conectar con la menor del todo, así que intentaba pasar poco tiempo, y enfocarse en otras cosas, solía evitarla también, principalmente en los momentos dónde sentía no tener paciencia para nadie o cuando se molestaba.

Y fue un día donde Rachel estaba especialmente molesta, porque su celular nuevo había desaparecido, Brittany estaba con ella y negaba haberlo escondido en forma de broma, en que Santana conoció a Brittany finalmente.

Fue cerca de dos años después de que Brittany conociera a Santana , la mayor tenía dieciocho y la menor dieciséis.

Mientras la judía buscaba por toda la casa con cara de que iba a matar a alguien, a Brittany se le ocurrió la brillante respuesta a los diez minutos de empezar el drama por el celular perdido, y comenzó a buscar a la menor por toda la casa, hasta encontrarla, en su cuarto, con el celular de Rachel entre sus manitos.

Vió con una sonrisa como jugaba con la funda de esta, era de color azul claro, tenía agua y brillos flotando en esta, Rach era una idiota si creía que Santana no se quedaría con la funda y el celular incluido.

Con algo de nervios, se agachó frente a ella, para hablarle por primera vez.

-Santana, eso no es tuyo. -los deditos de la menor se detuvieron, supo que la había escuchado, estiró sus manos hacia él teléfono y lo tomó con suavidad, sin hacer fuerza, sólo apoyando sus dedos sobre este, no sabía cómo reaccionaria la pequeña al contacto físico. -¿Me lo das? Rachel lo está buscando.

Sarang. (Brittana) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora