Había una vez, un chico.
Un chico de tez blanca, cabello oscuro, con una sonrisa encantadora y con una pequeña cicatriz que adornaba su mejilla.
El mejor de su clase, va en último año.
Ayaz era su nombre,era el chico más guapo que podría existir, la verdad que era normal a mi edad, en la primaria es donde conoces a tu primer amor.
Nunca me había gustado la escuela, pero por él iba todos los días, por el chico de ojos marrones.
Él era el mejor amigo de mi primo, el chico inteligente, el mejor de su clase.
Todo sucedió tan rápido que no recuerdo con exactitud el día que desapareció de nuestras vidas.
Su mejor amigo nunca supo donde se fue, o por que desapareció.
Ayaz Rollings era un misterio en nuestras vidas.
Ahora me encuentro en un café con mis amigas contándoles por sexta vez lo que recuerdo de Ayaz.
-En fin....ya no importa- hablo ya sin ganas, por última vez antes de tomar un sorbo de mi café.
-Dices que no importa, cuando todas sabemos cuanto te gustaba- comenta Lucy, mi amiga castaña.
-Desapareció de la faz de la tierra, no hay nada de él, es como un fantasma- recuerdo las veces que lo busqué por Internet y por las redes sociales, pero no hay nada de él- a demás ya pasaron varios años, eso ya fue.
-Bien, bien.... dejemos eso, en conclusión la ilusión del primer amor nunca se olvida- levanta su mano Ingrid haciendo señas al mesero para que nos pase la cuenta- Nos vamos
El mesero llega hasta nosotras, pagamos la cuenta para salir del lugar.
Me despido de ellas para seguir por otra calle.
Hoy fue un día horrible, buscando empleos pero no hay nada.
A mis veintiún años sigo sin tener algo por el cual luchar, aun vivo con mi padre, deje de estudiar y ahora no tengo trabajo.
Mis ánimos están por el suelo, y solo acordarme de Ayaz lo ha mejorado por lo menos un poco.
Esa definitivamente fue la mejor experiencia que tuve, el modelo que se asemeja al hombre perfecto.
Por otro lado, está él.
Aquel sujeto que conocí en la preparatoria hace 5 años.
El hombre por el cual tuve una ligera obsesión y solo ahora puedo decir con seguridad que fue solo eso....atracción.
Una atracción tan peligrosa que hasta el día de hoy le tengo cierto temor.
Todo iba bien hasta que me enteré de su secreto.
Ese día cambio por completo mi vida.
Vivo con cierto temor de volverlo a encontrar, de que aparezca en mi vida nuevamente y me lleve por el mal camino
Con el conocí mi gusto por lo prohibido, el cual no sabia que existía en mi.
Todos dicen que soy casi un Angel, bien portada, buenas notas, incapaz de romper un plato.
Sin tan solo supieran la verdad.
El demonio andante, el compañero de mi molestoso hermanastro, tiene una belleza inigualable, pero lo que tiene de bello también lo tiene de ......
Arg...alejo rápidamente cualquier pensamiento de el. Sigo mi camino por esta calle solitaria, tan solo me falta unas cuantas cuadras antes de llegar a mi casa.
El sol se ha ocultado y ahora el cielo es adornado por miles de estrellas.
Mi mirada está en el cielo que no me percato de la persona que está siguiendome a través de la oscuridad.
Pensándolo bien llevo días sintiéndome observada.
Y solo ahora soy capaz de reconocer la figura que esta esperando por mi.
Avanzo lentamente hasta quedarme parada enfrente de él, la persona que no me esperaba encontrar tan pronto, la persona que es capaz de sacar todos mis demonios esta en frente de mí.
Y es ahora en donde maldigo no haberle contado a alguien a cerca de él.
Mis piernas son de gelatina, estar cerca de él me desestabiliza, con solo respirar su aroma se que se trata de él, aun que traiga puesto lentes oscuros y gorra..
Se que es él.
Pero....¿por que ahora?
-Mi Ángel-
su voz, dios esa maldita voz que me persigue en mis pesadillas, es increíble volverlo a escuchar,se acerca a mí y ahora soy incapaz de moverme, el miedo me paraliza, solo soy capaz de cerrar los ojos y es ahí cuando comienza a acariciar mi rostro, lo que antes me gustaba ahora tan solo su tacto me repugna, una lágrima se desliza por mi mejilla y el rápidamente la limpia.
-Shhh-coloca su dedo índice en mis labios- No llores pequeña, se lo mucho que me extrañaste- aparto su asquerosa mano
-Te equivocas- logro decir, respiro profundo y continuo
-jamás extrañaría a alguien como tú-trago mi saliva e incluso respirar me cuesta
-estaba mejor sin ti- digo lo último en un susurro pero estamos demasiado cerca que el logra escucharme.
-Abre los ojos mi Ángel, quiero que me mires- habla tranquilamente, lo hago, no por que él me lo dice, si no por buscar a alguien y pedír ayuda.Se quita los lentes y esa mirada que antes que transmitía paz ahora solo me produce cierto temor- Vine por ti
- Cómo es que estas libre, si alguien te ve llamaran a la policía- susurro, pues sabe que lo que digo es verdad y no quiero meterme en problemas por culpa de él.
-Shhh-vuelve a colocar su asqueroso dedo- Tranquila, ya te dije que vine a buscar algo y después me voy.
-Que es lo que quieres.....
-A ti- me interrumpe- Ya dije que vine por ti pequeña
-Quién te dijo que iría contigo, no te confundas Jamás.......
-No te estoy preguntando- hace una señal con su cabeza y en ese instante siento unos fuertes brazos detrás de mí, estaba tan ocupada tratando de safarme que no me di cuenta en que momento me colocaron un pañuelo en mi nariz. Respiré eso que no se que es, mi vista poco a poco se va nublando y antes que me quede en total oscuridad lo oigo decir.
-Eres Mía pequeña, nunca olvides que me perteneces
