Hoy es el día después de que enterramos a mi hermana y mi papá. Los enterramos y yo todavía siento que esto no es verdad.
No sé si le pasa a todo el mundo, pero a veces la mente me lleva a escenarios oscuros cuando, por ejemplo, mi novio sale. Me imagino que algo le pasa y que yo me desespero. Pero luego llega a la casa y sé que toda esa angustia era mi cabecita desvariando.
Pues, así me siento. Como si todo lo que pasó estos ¿qué? ¿Cuatro días ya? Fuese uno de esos escenarios oscuros que me crea la mente sabrá Dios por qué.
Pero no.
Es real.
Ellos no van a llegar a la casa y mi angustia no se irá, aunque no es que sienta eso precisamente. A veces pienso que todavía estoy en shock, que no lo he asimilado por más que he llorado, porque... no siento nada.
Y no me malinterpreten, no es que me sea igual la situación. Es que creo que mi cerebro apaga el dolor que siento como un mecanismo de defensa, tal vez, porque sabe que es demasiado grande para mí.
Estoy entumecida. Creo que esa sería la palabra.
Solo sé que estoy triste, aunque creo que la tristeza se quedó corta en una situación como esta, porque lloro. Sé que es real porque lloro y cuando mi mente crea escenarios oscuros que no suceden, yo no lloro. Por lo que en mi llanto está la prueba de que esto es real.
Es real.
R E A L.
Es mi realidad y... el día después de enterrarlos se siente extraño. Es como cuando te quedas mucho tiempo mirando al infinito, que solo un chasquido de dedos te puede sacar de allí.
Bueno, ahora veo mucho al infinito y nadie chasquea los dedos para mí. Nadie me quita de la cabeza la culpa y el montón de reacciones que yo pude haber tenido o puedo seguir teniendo si estuviese sola.
Aunque yo no soy tan valiente como ellos para quitarme la vida. Soy cobarde y creo que hasta en eso éramos muy diferentes y ellos... muy iguales.
El día que me dieron la noticia de sus muertes se siente como una de esas pesadillas que vemos en tercera persona y que cuando te despiertas la tienes como borrosa en la cabeza. Así se siente.
Difuso. Todos estos días se sienten así.
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Duelo |PERSONAL|
Non-FictionEscribir me libera y el llorar no me ayuda a soltar todo. Tampoco sé cómo ponerlo en palabras al menos que lo escriba. Así que... aquí salió esto. No sé cómo llamarlo.