El Peso de Perder

321 44 7
                                    

Podía sentir cómo el humo del cigarrillo le hacía picar los ojos. El frío llenaba su alma y la tristeza corroía su corazón. Sus ojos a duras penas veían lo que había frente a sí.

- Todo esto... es mi culpa... si yo... si tan solo... - Dijo sintiendo la sangre en sus manos

- Cuida al rey, Shikamaru.

- Asuma sensei.... Lo siento... lo siento tanto... me paralicé... me quedé sin chacra, no pensé lo suficientemente rápido, solo me quedé mirando...

- Shikamaru...

- Asuma....

- Shikamaru.... ¡Shikamaru! .... Vamos... despierta.

Sintiéndose sacudido de aquella falsa realidad, Shikamaru se encontró sumido en la oscuridad con un ambiente más cálido que el anterior. Su reparación estaba agitada y jadeante, no podía evitar gemir del dolor. Sus brazos estaban erizados y sus pies inquietos.

- Yo... yo no quise...

- Shh, tranquilo, todo está bien

Apenas dándose cuenta de lo que ocurría, sintió a Temari abrazándolo. Probablemente era la segunda vez esa noche eterna. Tomando una respiración profunda se apretó los ojos. Ella no debería estar lidiando con todo eso. Estaba siendo tan infantil... tan vulnerable.

- Lo siento... no quise despertarte.

- Todo está bien... aquí estoy – Dijo mientras se estiraba hacia el vaso con agua y se lo entregaba. El apoyándose sobre los codos, lo recibió y dio un sorbo antes de dejarlo de lado.

- Quizá debí ir a casa. No has dormido nada y mañana te vas.

- Te digo que no es problema, ven.

Ella estiró sus brazos invitándolo a acostarse sobre su pecho. El aceptó y permitió que ella le arrullara.

Temari acarició su espalda sabiendo que eso lo relajaría. En momentos como aquel, donde sabía que él podría sentirse incomodo de que lo viera así, ella prefería ser egoísta y darle lo que de verdad necesitaba. Apoyo.

Lo había sentido inquieto toda la noche y había velado por su sueño a pesar de lo mucho que lo estuviera atormentando. Recién el día anterior, había logrado completar su venganza y aunque él pensó que eso le dejaría la conciencia tranquila, lo cierto era que no había aplacado la tristeza y el dolor que traía consigo la pérdida de su amigo y maestro; pero ella estaría ahí para él.

Sí. Se alegraba de que al menos no estuviera soñando con aquel par de monstruos inmortales que había derrotado, pero no era mucho mejor que notarlo tan culpable de aquella muerte inesperada.

Shikamaru, a pesar de lo avergonzado que se sentía con Temari, se abrazó a su cuerpo intentando que borrara los malos recuerdos. Era un tipo de intimidad al que no estaba acostumbrado con ella; normalmente todo entre ellos era contarse chismes, pelear, divertirse, acostarse de vez en cuando, ir a misiones conjuntas, jugar shogi, trabajar. Pero esto...

Ahora ella veía su alma; aquel alma joven que él no quería que ella viera y que siempre trataba de ocultar. Quería que lo viera fuerte y no como aquel manojo de vulnerabilidad que era ahora... pero no parecía importarle.

En aquel modesto cuarto de hotel permitió que lo consolara de una forma que nunca antes había hecho y ella lo arrulló incluso más allá del amanecer porque él, con valentía, amor, tiempo y esfuerzo, retomó la fuerza para emprender aquella nueva misión eterna que había aceptado aquella fatídica noche lluviosa donde descubrió quién era el rey.

Fin

Este OS participa en el Matsuri 2022 de la página de Facebook ShikaTema: Hojas de Arena, "EmocionArte"Emoción: Vulnerabilidad (Tristeza)

El Peso de PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora