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La solitaria carretera era transitada únicamente por un pequeño automóvil color gris, con sus vidrios oscuros y a una velocidad regulada. Dentro del vehículo se encontraba la joven pareja conformada por Kim Sunoo y Yang Jungwon, ambos camino a visitar a la familia de Kim quiénes residían en una ciudad diferente.
Estaba comenzando a llover, lo que molestó un poco a Jungwon -quien iba conduciendo-, pues tenía que apretar cada tanto el botón que activaba el parabrisas. Sunoo, a su lado, iba sumergido en la vista fuera la cuál no era muy clara debido a las gotas que lograban cubrir la ventana.
La música que Sunoo había puesto sonaba algo bajo, dejando que el ruido de las gotas chocar contra el vehículo se escucharan claras.
Ninguno hablaba, no veían la necesidad de hacerlo.
Tal vez se debía a su reciente falta de comunicación o a la tranquilidad del ambiente.
-Maldita lluvia -Jungwon suspiró frustrado-, ¿no podía llover otro día?
Sunoo rió levemente. Jungwon solo lo miró de reojo.
Las gotas inundaban el vidrio del frente, así como los pensamientos inundaban la mente de Jungwon.
Si él y Sunoo estaban "bien", ¿por qué no se sentía como un viaje en pareja?
Otras parejas probablemente estuvieran teniendo una amena conversación, mientras uno de ellos posa su mano en el muslo del otro; o quizás ya hubieran detenido el carro a un lado de la carretera para lograr un momento íntimo. Más ese no era su caso.
Desde que pusieron un pie en el carro, no habían pronunciando palabra alguna dirigida al otro.
Quería preguntar, quería hablar, pero no podía, algo se le impedía.
Tal vez tenía miedo de la respuesta, o tal vez solo era lo suficientemente cobarde para no afrontar los errores que cometió.
-¿Deberíamos seguir conduciendo? -preguntó a su pareja. Sunoo lo miró con confusión.
-Pues si lo que quieres es llegar tarde a la casa de mis padres, puedes parar el auto -contestó.
-No, no me refiero a eso -negó-. ¿Deberíamos seguir con ésto? ¿En verdad lograremos dejar todos éstos días atrás?
Sunoo no sabía que contestar.
Claramente él también sentía que todo cambiaba, que ya nada era igual. Pero su amor por Jungwon seguía siendo el mismo, solo se sentía abrumado.
-Jungwon... No sé qué responder.
Yang estacionó el automóvil al lado de la carretera, volteando a ver a Sunoo.
-¿Quieres seguir conduciendo? -preguntó con miedo.
-Wonnie... Yo de verdad quiero seguir con ésto -respondió-, no te quiero dejar. Te amo y amo lo que hemos construido, no quiero arruinar nada de ésto.
Jungwon sentía sus ojos lagrimear y abrazó con fuerza a su pareja. Sunoo devolvió el abrazo.
-Yo también te amo -Jungwon lo miró a los ojos.
-No llores, Wonnie, no te dejaré, nunca lo haré. Ya verás que saldremos adelante como siempre... juntos.
