Sorpresa 2/2

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Saber cómo inicio todo ese ciclo que se la hacía imposible de salir y el, el no pidió estar metido en esa situación.

Le ofrecieron trabajo en la compañía Yamanaka trabajando medio tiempo , para su fortuna/desgracia el trataba directamente con Inoichi Yamanaka.

El señor era cordial y siempre le daba ánimos con respecto a que si seguía esforzándose el pelinegro tenía un futuro brillante.

Y por supuesto Sai se sentía bien, así que entre la universidad, sus padres, el trabajo y sus amigos pasaba su día.

Hasta que el señor Inoichi le había dado toda la confianza de entrar a su mansión y ayudarlo en horarios fuera de oficina que había iniciado todo.

La primera vez que la heredera de la compañía Yamanaka lo había visto había gritado.

—¿que hace este tipo en mi casa?. —El estaba en el despacho del señor trabajando .

—Hay un ladrón en casa!.—Grito y Sai se quedó totalmente desubicado.

—No, señorita usted está equivocada.—Ino no lo escucho y grito aún más fuerte.

—Un ladrón .— los empleados entraron y claro que el señor Inoichi también.

Los empleados trataron de calmar a la señorita Ino hasta que el señor Inoichi hablo.

—Hija calmante el es mi ayudante.—Ino se quedó callada y abrió los ojos por la impresión.

—El es tu ayudante?.—Los empleados salieron del despacho dejándolos solos.

—Si, te lo presente Sai , ella es mi hija.—Se conocieron y el pelinegro reconoció que si, que Ino era guapísima, pero solo eso porque era una niña totalmente mimada.

Los meses pasaron y con el , las miradas incómodas y gestos que hacía la señorita Yamanaka a Sai.

Cómo aquella vez que la rubia habia entrado en el despacho de su padre sin permiso estando Sai solo y había tirado libros al piso y salido sin decir ni una sola palabra, el pelinegro limpio todo sin decir nada.

Hasta que Ino un día había ido demasiado lejos, ella pidió un café y estando Sai en el despacho entro sin más y brindándole una sonrisa al pelinegro le tendió la taza.

Sai admirado por aquella inusual acción de la rubia le sonrió pero eso no duró mucho porque la rubia le tiro el café en la camisa.

Todo fue tan rápido y Sai dejo de lado su sonrisa fingida cuando aquella niña entraba y con el dolor de su piel por la quemada  reaccionó.

—Maldita niña mimada.—Grito tirándose hacia atrás tratando desesperadamente que su camisa blanca no entrara en contacto con su piel e Ino por primera vez fue consciente de sus acciones.

La piel pálida del chico estaba totalmente roja y la maldición de el la dejaron impactada, ella perdió el color y apesar de ser la causante del pequeño incidente intento ayudar.

—Lo siento —Ella ni siquiera sabía porque hacía eso porque la sonrisa sutil que aquel chico le daba la ponía mal.

El no la miraba como otros chicos, solía ignorarla la mayor parte del tiempo que estaba en su casa y ella solo quería la atención de el.

Cogió un pañuelo de su padre y trato de ayudar a limpiar pero Sai en su desesperación y dolor le dio un pequeño manoton y eso rompió la burbuja de Ino.

La habían rechazado . Alguien la ignoraba.

—Disculpa no se porque lo hice.—Ino quería escucharlo hablar , que maldiga pero el solo la ignoro.

Amor Forzado (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora