꒰ 𝗱𝗲𝗹𝗶𝗿𝗶𝗼 ⋆ 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘺 𝘬𝘪𝘥𝘴 ꒱

✦: Sweet Fragrance 02 ✶°∶∙

↷Mención del seungjin.

✶Segunda parte✶

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Con cada paso que daba, Kim Seungmin sentía que estaba punto de morir. Caminaba entre la gente mientras se agarraba con fuerza la camisa y apretaba sus puños. Tenía que resistir. No podía perecer antes de llegar a su casa; pero, desafortunadamente, cada parte de su organismo estaba dejando de funcionar lenta y dolorosamente... Sentía cómo su piel se tornaba demasiado caliente, al punto de sentirse como la brasa del fuego. Para empeorar, le comenzaba a faltar el aire y sus piernas se sentían débiles en demasía.

»—¿Un beta? ¿Hablas en serio?

»—Hyunjin, ¿cómo te puede gustar un beta?

»—Escúchame, Hyunjin, un omega tan hermoso como tú no debería estar con un beta como él.

»—Seungmin no es para ti, Hyunjin. Abandónalo inmediatamente.

Kim Seungmin recientemente había cumplido sus 15 años. Su familia, como era de costumbre, se había esforzado por prepararle una gran fiesta. Seungmin sabía que sus familiares lo querían demasiado y, por ello, agradecía que se tomaran tantas molestias con tal de hacerle sentir amado. Pero, en el fondo de su alma, nada ni nadie lo haría amarse a sí mismo, no cuando las personas a su alrededor cuestionaban su valor solamente por su naturaleza de beta. Por ello, cuando se desmayó en medio de su fiesta de cumpleaños, nadie mostró ni un ápice de sorpresa. Él era un beta, por lo que se consideraba normal que fuese tan débil.

»—Un beta es equivalente a debilidad y desgracia, Hyunjin. No te traerá nada bueno. Lo mejor es que te alejes de él.

Seungmin no quería. En serio, no quería. Pero sus deseos no fueron respetados y se vio involucrado en la conversación llevada por Hyunjin —su novio— y la familia de este. Durante ese momento, aunque hubiera querido levantarse para irse, sus piernas permanecieron unidas y sentadas sobre el álgido piso de aquella sala de estar. Observaba con los ojos cristalizados y dolientes cómo Hyunjin ponía todo su empeño en defenderlo y decir cuán valioso era mientras expresaba su amor por él.

Pero su familia no lo aceptaba.

Ellos no aceptarían jamás que su hijo se emparejara con un inservible beta.

Después de todo, los betas no eran tan fuertes como los alfas; los betas en realidad no deberían existir, pues ellos no cumplían ninguna función importante en su sociedad.

«Debería desaparecer».

Al final, ni siquiera Hyunjin había podido contra su familia. Y si él no podía, nadie podría entonces. Inevitablemente, Hyunjin terminó aceptando separarse de él. Sin importar qué, todos acabarían dejándolo atrás, olvidándolo... incluso Hyunjin, ese que tanto le había mostrado comprensión y aprecio.

—Seungmin, mírame, por favor —suplicó Hyunjin, con lágrimas en sus ojos. En ese momento se encontraban en las afueras del pueblo, justamente en el bosque en el que se besaron por primera vez—. Sabes que no soporto verte triste... Tú solo te mereces felicidad...

¿Entonces por qué te alejas de mí?, eso es lo que Seungmin quiso decirle; pero tenía miedo. ¿Estaba bien ser un poco egoísta? ¿No se vería mal ser insistente? Seungmin no quería pensar en su felicidad antes que en la de Hyunjin. Pero le dolía demasiado tener que aceptar que había llegado el final para ambos.

—Por favor, no me odies —rogó Hyunjin, estrujando las hebras azabaches de su cabello. Se estaba sintiendo frustrado—. Yo te quiero, Seungmin. Sabes que eres demasiado preciado para mí. Pero tienes que comprender que si mi familia... —Su voz se escuchaba tan quebrada y endeble. Sus ojos ya no tenían el valor de mirar a Seungmin directamente. Él sabía que se hallaba cometiendo un grave error, un error del que se arrepentiría durante toda su vida. Pero no tenía otra alternativa—. Perdóname.