Capítulo 1.

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Levantó la mano para saludar al alborotado rubio que caminaba adormecido hacia él. 

Sus ojos se veían rojos, su cabello más despeinado de lo normal y su mano en puño se frotaba sobre su ojo, intentando ahuyentar el sueño que invadía su cuerpo.

- El primer día y ya te dormiste. Tu madre debe haber puesto el grito en el cielo.- su voz saliendo socarrona, un poco irritante a los oídos del ya un poco molesto rubio. Las cejas de Naruto se fruncieron de solo recordar la chillona voz de su madre despertándolo esa mañana.

Acomodó la mochila mejor sobre sus hombros y siguió caminando con paso cansado hacia su mejor amigo desde... siempre.

Demonios, incluso podría jurar que sus madres habían sido mejores amigas desde siempre también.

- Cállate. No sabes el susto que me dió. Creo que algunas copas de la alacena se rompieron con sus gritos.- su comisura levantada en un gesto burlón.

Chocaron puños y siguieron su camino al instituto.

Poco les interesaba los ya diez minutos que tenían de retraso. Después de todo, era la ceremonia de apertura y no les importaba demasiado perder algunos minutos de aquel aburrido acto.

Se pusieron al día sobre las cosas que habían hecho en el último tiempo, aún cuando jamás dejaron las videollamadas ni los mensajes diarios dando pequeños reportes de lo que hacían.

Hacía casi dos semanas no se veían. Shikamaru había salido de vacaciones con su familia a casa de sus abuelos y Naruto prefirió quedarse a dormir todo el tiempo que pudiese antes de sufrir de madrugar todos los días.

Iniciaban una nueva etapa escolar, esta vez asistirían al grado avanzado, la secundaria. Habían deseado ese momento por años, ilusionados por 'ser mayores y geniales', aunque esa idea con el tiempo fue modificada un poco.

Sobre todo cuando se dieron cuenta que, mientras más grande se volvían, más complicado era todo.

Solo tenían catorce años, pero aún así notaban los cambios significativos de sus vidas.
Aun si no les resultaba complicado el aumento de dificultad en sus estudios, si les llevaba más tiempo cada vez.

Al llegar al instituto, recibieron pacientes el regaño del preceptor al verlos llegar tan tranquilos aún con la tardanza. Y con un vacío 'lo sentimos, no volverá a ocurrir' se dirigieron al salón de eventos.

Sus placas de metal tallada con sus apellidos se lucían con gracia en el lado derecho de su pecho.

Largas filas perfectas de alumnos uniformados se repartían de forma prolija por todo el lugar. Alrededor de mil doscientos adolescentes asistían a la escuela, así que era algo sofocante aún cuando era un espacio muy amplio.

Todos lucían prolijos uniformes que finalizaban con una corbata perfectamente colocada y el gafete con su nombre. Ningún cabello teñido se veía entre las múltiples cabezas que se mostraban.

La prestigiosa academia masculina no permitía perforaciones, falta de uniforme, cabello teñido, maquillaje y demás pautas de convivencia que a Naruto y Shikamaru les resultaban ridículas.

Por eso el cuello de Shikamaru se lucia al desnudo por la falta del corbatín y a un lado del labio inferior de Naruto se mostraba con orgullo una perforación.

Claro que sus excelentes notas no eran las causantes de que las normas no aplicaran de forma estricta en ellos. Más bien, la causa era una rubia de buenos atributos que ocupaba la silla de la dirección. Abuela del alborotado rubio.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2022 ⏰

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ℕ𝕠 𝕡𝕦𝕕𝕖 𝕤𝕒𝕝𝕧𝕒𝕣𝕟𝕠𝕤°ꜱʜɪᴋᴀɴᴀʀᴜ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora