2 meses antes.
las incesantes gotas de lluvia caían sobre los techos de los locales, provocando un sonido un tanto relajante para el gusto de la pelinegra.
observando desde dentro de un local de café donde el ambiente era cálido gracias a la tenue y anaranjada luz, música baja y olor a los granos de café, cayó en cuenta de una cosa.
no tenía protección, y la lluvia parecía no querer parar o debilitarse.con preocupación y algo de molestia, alzó un poco la manga de su abrigo dejando ver su reloj inteligente en su delgada muñeca, observando la hora y lo tarde que era.
demonios, pensó.
despidiéndose de sus esperanzas de llegar a tiempo a su compromiso, tomó su bolso marrón resbalando el cierre hacia el lado contrario abriendo este mismo con éxito; introduciendo su mano y buscando su celular, encontrándolo y accediendo a él para hacer click en uno de sus contactos.
colocó el celular en su oído escuchando el timbre de llamada en espera mientras observaba cómo las gotas de lluvia aterrizaban con fiereza en el concreto de la calle.—¿Ann?
escuchar la áspera voz de su madre le hizo sentir un pequeño nudo en el estómago, que se deshizo en el momento en que habló para disculparse.
—te pido una enorme disculpa, mamá. la lluvia no para y estoy en una cafetería sin protección alguna, prometo llevarte a un restaurante la siguiente vez.
habló con cansancio y decepción, esbozó un pequeño puchero que deshizo al obtener una respuesta afirmativa del otro lado de la pantalla, colgó con rapidez al despedirse de manera adecuada.
soltando un delicado suspiro y estirando su cuerpo sobre el acolchonado asiento de la cafetería.
su pierna comenzó a moverse al ritmo de Ed Sheeran que sonaba a volumen bajo por el local mientras sus manos descansaban en la tibia madera de la mesa.
su hombro fue tocado delicadamente haciéndola girar y mirar hacia arriba con confusión.
una grave voz, acompañada de un rostro realmente atractivo. no evitó sentir nervios ante ésos ojos cansados y linda sonrisa.—disculpa si te asusté. escuché tu conversación y, quizá te gustaría tomar mi paraguas.
el aperlado extendió el objeto hacia la azabache, la cual alzó una mano haciendo un ademán de restar importancia.
—muchas gracias, muy amable. sin embargo, no te preocupes, esperaré a que la lluvia pare un poco. igualmente debes necesitarlo tu, ¿cierto?
observó cómo se esbozaba una sonrisa en el rostro del pelinegro.
retrocediendo su brazo con el objeto en mano, habló de nuevo.—no quisiera que una chica tan linda como tú tome un resfriado.
eso la había tomado por sorpresa, por lo que esbozó una sonrisa con su ceño levemente fruncido en nerviosismo, sintiendo una pizca de calor en sus mejillas.
—gracias...
—Oh Sangwoo, ¿podría saber el tuyo?por supuesto él ya lo sabía.
sabía todo sobre ella.—un placer, Oh Sangwoo. mi nombre es Ann, Ann Hamilton.
el mencionado relamió sus labios mientras observaba a la fémina hacer una corta reverencia con simplemente la cabeza, devolviéndola de la misma manera.
su nombre en aquella rojiza boca había sonado tan caliente para su gusto.
no intentó frenar aquel pensamiento donde su nombre era dicho mientras incrementaba el nivel de dolor en su esbelto cuerpo, embriagándose de esa escena y preguntándose cómo sería su expresión de terror y dolor.
esbozó una sonrisa al ver aquel rostro de cerca.
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killing me softly| oh sangwoo
Short Story⚠️texto explícito que contiene violencia, abuso, contenido sexual, lenguaje inapropiado, referencia a la muerte, trastornos mentales, consumo de sustancias nocivas, etc. ⚠️los personajes ajenos a la protagonista no me pertenecen. esta historia se ce...