Tu presencia a veces me inquieta, recordándome que de algún modo todo podría ser diferente.
¿Lo peor? No puedo culparte por ello. Al igual que yo, solo eres una víctima más de lo que muchos llaman "destino", sin siquiera ser el tuyo o el mío. Quedamos atrapados en esto sin haberlo pedido.
Desearía haberte conocido de forma diferente.
Desearía que fueras alguien más.KSM.
—Buenas, buenaaas.—reconocí la voz de Changbin a unos cuantos metros. Se acercaba saludando enérgicamente con un brazo arriba. Hoy parecía estar de un inusual buen humor.
Cerré la ventana del reproductor de música e hice tiempo para que Changbin nos alcanzara, mientras guardaba el móvil en el bolso. Al tenerlo cerca, sonreí en su dirección para corresponder a su largo saludo.
—¿Te levantaron el castigo?—preguntó con curiosidad. De seguro tenía otra "conveniente" propuesta por hacer, a.k.a terminar en un lugar de dudosa ubicación bajo alguna excusa que lo describa como "¡Divertido!" o "¡Hay que vivir la juventud!".
—Quisieras...—musité con ligera molestia, recordando tal detalle.
—Ayer se coló para hacer las compras y le extendieron un fin de semana más.—comentó Hyunjin, quien no había soltado palabra alguna desde que nos bajamos del bus y empezamos a caminar hacia el instituto.
Changbin se limitó a reír con burla.
—Cállense ambos.—los silencié inmediatamente luego de que la molestia se hubiese apoderado de mi expuesto y frágil buen humor mañanero.—Mi castigo es culpa de uno que no puede evitar contarle a todos lo que hace a través de sus redes y otro que no sabe inventarse historias para cubrir a alguien más.—bufé y aceleré el paso hacia la entrada principal del instituto.
—En mi defensa, la intención de tu soborno era que no abriera la boca y ya.—expresó Hyunjin.
—Vete despidiendo de ese bote de gomitas.—grité una vez caí en cuenta de que ya me había alejado demasiado de esos dos. Suspiré con pesadez.—Es inútil enojarme con ustedes...—murmuré para mí mismo. No podía culparlos por algo que claramente recaía más que nada sobre mis propias decisiones.—Que no cunda el pánico,—dije, cuando nuevamente los tuve en frente.—De seguro el fin de semana se le pasa y ninguno se acordará de esta conversación.—expliqué, refieriéndome a los pocos días que normalmente dura el enojo de mamá.
—Pues te encargo esa tarea. El sábado...—empezó a comentar Changbin, aunque inmediatamente fue interrumpido intencionalmente por Hyunjin.
—Seungmin, prometiste que el sábado...—lo cortó en seco, a la par que me tomó de la muñeca izquierda y fijó su seria mirada en mí, buscando desviar mi atención de lo que sea que iba a proponer mi amigo.
Era quizá un poco evidente que gritaba para sus adentros lo mala que era la idea de seguirle la corriente a Changbin, más que nada por los diversos antecedentes en relación a su persona, los cuales eventualmente terminan involucrándome y no de la mejor manera, pero,¿Qué se supone que debería hacer? Es mi amigo después de todo.
¿Verdad?
Realmente, no me esperaba esa reacción por parte de Hyunjin. De hecho, nunca antes se había involucrado de esta manera en mis asuntos, al menos no lo suficiente como para interferir de esta manera.
Unpredictable as hell.
—¿El sábado qué..?—insté a Changbin a que continuara, ignorando el repentino comportamiento de Hwang.
—Iba a proponer para ir por unos helados después de una película, pero supongo que ya no...importa.—dijo bajando progresivamente su tono de voz hasta hacer casi inaudible la última parte.
Me solté bruscamente del agarre de Hyunjin y agarré a mi amigo de los hombros, empujándolo hacia adelante para obligarlo a acelerar el paso y poder alejarnos lo más rápido posible del alto.
—¿De verdad hiciste planes con tu hermanastro?—preguntó cuando ya habíamos ganado cierta distancia.
Ugh. Hermanastro suena rarito.
El término aún causa inquietud en mi interior, suena completamente antinatural a mis oídos y me provoca cierto malestar cuando se me cruza por la mente una cuestión relacionada a la palabra. Quizás se deba a que en ningún momento, desde que empecé a tomar consciencia sobre la vida, imaginé a mis padres tomar su propio camino.
Luce egoísta querer que ambos vuelvan a estar juntos, no solo por el hecho de no respetar sus propias decisiones como adultos, sino la de cumplir con el objetivo para saciar mi deseo de felicidad. Suena totalmente dependiente y egoísta, pero trato de comprender esa estúpida necesidad por aquel niño aún atrapado en el pasado, que bajaba la mirada cuando las conversaciones subían de tono, se tapaba con fuerza los oídos durante cada discusión, lloraba luego de cada pelea y rogaba a quien fuera por que su familia fuera feliz.
Ese niño creció con la esperanza de que eventualmente todo tenía arreglo, tal como lo describen en los cuentos de hadas.
Dentro de su insignificante historia, una fuerte discusión había cortado la comunicación entre el rey y la reina, y tiempo más tarde, el monarca se había embarcado en un viaje para la conquista de nuevas tierras durante un largo tiempo. Mientras se encontraba ausente, la reina se encargaba de cumplir el papel de ambos soberanos sin dificultad alguna. Sin embargo, nadie había previsto que las cartas de comunicación por parte del rey, dejarían de llegar.
Ugh, estúpidos cuentos para niños.
—No es mi hermanastro...—murmuré, dejando a la suerte la comprensión de Changbin sobre el tema.
—¿Entonces qué es?, ¿Tu novio?—soltó de golpe. Vaya que Hyunjin le había arruinado la mañana. Su tono agresivo subía conforme cada palabra salía de su boca.
—Literal.—afirmé en un tono neutral. Su mirada enseguida se clavó en mí, obviamente buscando explicaciones con una terrible expresión de confusión. Al instante solté una carcajada, sin poder aguantar la risa debido a su rostro totalmente desconcertado. El ojo izquierdo torcido y la boca abierta como si la quijada se le fuera a caer en cualquier momento, eran una obra de arte.
—Sabes que no levanto ni sospechas.—le aclaré con obviedad, refiriéndome a mis casi inexistentes intereses románticos.
—Ahí se te cayó la mentira.—me reclamó, señalándome con el índice como si fuera a atravesarme con una lanza.—"Ni sospechas" dice...—murmuró para sí mismo, aunque logré entenderlo perfectamente.—Entonces, ¿Qué fue toda esa tensión con el chico platinado de la fiesta?
—Nada realmente.—respondí con nerviosismo y de la manera más breve posible para proceder a cambiar de tema.—¿Entonces lo del sábado..?
—Espera.—me cortó enseguida.—No puedes decir que "nada realmente"—imitó mi voz de una forma ridícula—si luego de perderte diez minutos de mi vista, acabaste en una ronda de alcoholizados a punto de besar a ese chico.
Desvié la mirada a cualquier punto, evitando a toda costa que el calor subiera a mis mejillas y tomaran un color carmesí, al recordar que sus labios estuvieron más cerca de lo que alguna vez pude imaginar.
—¿Lo conoces?—preguntó con notable sospecha debido a mi comportamiento.
—No(?)—respondí, adelantando el paso.
—Lo conoces, ¿Quién es?—insistió en saber.
—Changbin, me arrastraste a una fiesta de universitarios, ¿Cómo pretendes que lo conozca?—concluí a último momento logrando convencerlo por completo, sin embargo, sentía cómo cierta presión en el pecho volvía cuando bien sabía que "solo alguien que solía conocer" era la respuesta correcta a la pregunta.
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Wish You Were [SKZ]
Фанфик¿Por qué es tan difícil olvidar a alguien y por qué tan fácil mantener las ilusiones más allá de las nubes? ¿Por qué es tan fácil salir lastimado y tan difícil ganar un lugar especial en el corazón de alguien más? ¿Por qué hay que arriesgar para gan...