Viajes dimensionales accidentales

cap 1 : Como no usar Kamui

Obito Uchiha se permitió fruncir el ceño detrás de su máscara cuando sintió que su cuerpo se deslizaba hacia su propia dimensión personal: Kamui, como había llegado a llamarlo. Era un santuario de la locura que era su propio plan, sus propias acciones.

Este mundo sin horizonte, casi muerto, resonaba con él en un nivel profundo. Aquí, en este mundo habitado solo por los rectángulos flotantes de la tierra, habitado solo por él mismo, Obito realmente podía relajarse. Solo él podía interactuar con él. Aquí, nada podía lastimarlo, nada podía tocarlo. En el mundo real, no podía permitirse ni un momento de respiro. Sus instintos shinobi no se lo permitirían.

Aquí, estaba a salvo.

Levantándose la máscara, suspiró satisfecho mientras se reclinaba en una pequeña hamaca que había instalado solo para ese propósito.

Los beneficios de tener tu propia dimensión, supongo.

Alcanzando una caja de dango (algo que nunca admitiría que realmente disfrutaba) fue interrumpido groseramente cuando un pequeño misil del tamaño de un antebrazo repentinamente apareció justo en frente de su cara.

que carajo-

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Obito saltó instintivamente fuera del camino de un golpe mientras buscaba un kunai que simplemente no tenía.

"¡Guau! ¡Esa es una peculiaridad genial! ¡Eres como un ninja!"

Actualmente estaba posado en el costado de una pared, y el llamado "ataque" había sido un niño que intentaba empujar su máscara. El niño vestía un traje rojo, azul y blanco brillante con botas y guantes amarillos. Tenía unas protuberancias extrañas, casi como de conejo, que salían de una diadema amarilla.

"No te pareces a ningún héroe del que haya oído hablar..." dijo el chico con desconfianza. De repente, sus ojos se iluminaron mientras chasqueaba los dedos.

"¡Lo sé! ¡Debes estar aquí para la AnimeCon! Sin embargo, cambiaron de lugar con la HeroCon en el último minuto. Están a un par de cuadras", dijo el joven mientras admiraba la extraña máscara anaranjada y arremolinada de Obito y su fantasía. túnicas "Oye, ¿de qué personaje te estás disfrazando? Te ves realmente genial".

Porque jugar? ¿Estafa del enemigo? ¿Héroe estafador? ¿Qué, en el nombre de Kami, son esos?

Echando un vistazo a su extraño entorno, Obito solo se confundió más. Olores y sonidos peculiares asaltaron sus sentidos.

¿Estoy en un genjutsu?

Algo así era muy poco probable, dado su Mangekyou Sharingan. Su único ojo se expandió salvajemente mientras buscaba algún indicio de que estaba atrapado en un genjutsu. Aplaudiendo, expulsando un poco de chakra, por si acaso, sintió que su mente analítica se aceleraba.

Esta debe ser la acción del shinobi enemigo.

Ignorando al niño, corrió por el costado del edificio, llegando rápidamente a la cima.

"Ay, hombre... No entendí el nombre del anime del que es", el niño hizo un puchero con tristeza mientras el hombre desaparecía.

Al llegar a la cima, su confusión se duplicó. Mirando lo que solo podía describirse como un pueblo gigantesco, su mente catalogó todo lo que vio. Extrañas cajas de metal, con personas de todas las cosas dentro de ellas, correteaban sobre una superficie tan suave que solo podría haber sido hecha con jutsu al estilo de la tierra. Los edificios, más grandes que los de Amagakure, hechos de vidrio y acero se alzaban más altos que cualquier estructura hecha por el hombre que hubiera visto en su vida. Personas vestidas de manera extraña se reunieron alrededor de otras personas vestidas de manera extraña, mientras que otras personas de aspecto más insípido esperaban alguna señal invisible para cruzar las superficies lisas, de alguna manera sin ser aplastados por las cajas de metal bastante rápidas.