Red Son

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Los minutos parecen interminables, los clientes van y vienen, unos más alcoholizados que otros, algunos con parejas o simples rompecorazones atrapando a posibles presas que desecharían por la mañana, las historias escritas por la oscuridad nocturna y el anestesiante alcohol serian borradas al resplandor solar de un nuevo día; entre llantos y maldiciones muchos, con sonrisas lascivas y satisfactorias otros, un juego de ganar o perder como la vida misma resumida en horas... ¿Gustas jugar?

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La clientela es constante, un pedido sencillo, otro complejo; caras alegres o rostros tristes, la diversidad de expresiones es alucinante si te lo pones a pensar, la noche sigue su ritmo festivo y alocado sin diferir de cuando ingresaste al local hasta la actualidad, pero esto cambia apenas ingresa ese trio de colores; un rojo vivaz, un amarillo resplandeciente y un verde electrizante hacen acto de presencia, es complicado ignorarlos cuando desde su ingreso hasta su estadía son tan efusivas.

Lanzas al aire varias botellas mientras entre manos mueves ágilmente diversos vasos para poder servir los cocteles ordenados en la barra, pero tu mirada no a dejado al grupo "semáforo" quienes se dividen cual soldados en una dirección exacta para poder conquistar el terreno entero.

Teniendo por líder a la joven de verdes resplandores que va en dirección de las luces y efectos especiales en general, el de amarillo resplandeciente se moviliza al medio de la pista de baile y aquel de rojo fulgurante llega al puesto de DJ desocupado tomando entre manos diversos discos esperando una señal cada uno antes de iniciar con lo que puedes intuir un plan.

El volumen del sonido explota logrando ensordecerte a ti y a casi todo el local , quienes buscan impacientes al responsables, al parecer la situación se intensificaría de ahí para adelante.

La música empieza a acelerarse pero sin perder su rimo caracteristico o su disfrute, aumentando el palpitar y fluidez de sangre en muchos por el ambiente creado, impulsando su cerotonina y la adrenalina del momento guiandolos entre gritos a retornar al baile interminable de luces y sonidos.

Los efectos creados se vuelve casi mágico y el carisma del joven en el medio de la multitud anima e invita al baile  y disfrute del ritmo, muchos pretendiente buscan aun que sea una sola pieza con el joven pero es complicado debido a la cantidad de proposiciones que se presentan, mujeres, jóvenes, demonios, entre otros, todos están cautivados por el ánimo de este y su belleza resaltante.

La situacion se asemeja a la de una novela gracias a las obvias miradas con intenciones asesinas clavadas en cada uno de los pretendientes del joven repartidor, esparcidos por varios lugares del recinto pero todos con la vista fija en aquella magnifica joya de ser vivo y portante de un poder anhelado por todo ser malicioso o deseoso de venganza contra su antecesor.

Deseas ir con aquel joven y evitar una posible masacre ante los celos de seres con un poder peligrosamente superior al tuyo, pero oh sorpresa, un nuevo cliente; un demonio perteneciente al mismo elemento del fuego quien te observa de pieza a cabeza catalogándote o quizás solo juzgándote con su mirada fulminante.

Intentas pedir su pedido pero te corta la oración con una sola palabra...SORPRENDEME... ¿Acaso esto es un tipo de broma cruel? o solo intenta ver que haras, sea lo que sea lo mejor es evitar cometer algun error.

Tomas cada licor con ánimo ante el peculiar pedido, "sorpréndeme", miras con cuidado a tu cliente, es obvio que es un demonio a simple vista, aunque no se le puede generalizar de ese modo, no era solo un demonio, ÉL era un príncipe demonio, hijo de DBK y la princesa Iron Fang, su propia presencia indicaba peligro y un muerte garantizada si llegabas a enfadarlo, su mirada no está centrada en la preparación, por el contrario esta absorta en otro individuo algo lejos de tu puesto, un joven que no pasaba de los 19 haciendo de Dj lleno de pintura luminosa con una gafas de sol en su cien, un mirada dorada y chispeante que hipnotizaba a quien lo mirara, ay el amor joven.

Dudas ante tu pensar e idea surgente, ¿es correcto?, ¿siquiera es seguro?, por supuesto que no, pero aun así que más da, tienes un nivel de poder en tus manos que jamás volverá a tener, no puedes desperdiciarlo, y menos ahora que conoces su debilidad de aquellos aun ocultos y quien tienes enfrente.

Aprovechando su distracción entre las bebidas arrojas al aire un nueva botella, gira en el aire hasta caer directo al vaso derramando su contenido a la combinación, colores cálidos y brillantes, el vidrio empieza a presentar rajaduras por el calor que posee la bebida pero aún falta para terminar el pedido, cambias rápidamente de reciente en otro mayor, una copa ancha y profunda en la cual viertes tanto el coctel como un una esfera de hielo.

Tomas un soplete cercano para darle el último toque al pedido, unas llamas sobre el mismo, creando junto al hielo en el vaso unas llamas de un color puramente blanco, teniendo como resultado una bebida semejante al mismo fuego que no desprendía calor o siquiera estaba caliente, algo imposible hecho en poco tiempo, por fin está listo el pedido y eres recompensado con una pieza de oro puro, le muestras una sonrisa y esperas a que se retire mientras guardas con cuidado la botella extra entre tus pertenencias, por lo visto, puede que sea una noche muy produtiva.

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-Hey -saluda tu proximo cliente minetras te observa hasta lo más profundo de tu ser con aquella mirada dorada en busca de tu alma y tus verdaderas intenciones-

-Buenas noches señor; ¿Gustaria alguna de neustras bebidas?





𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑠ℎ𝑜𝑡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora