strawberry ᯽︎ taekook

Primera parte.

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El aroma exquisito a vainilla y chocolate abundaba en la cocina donde cierto omega castaño preparaba el desayuno para él y su alfa.

Y era cierto que ya sabía de su embarazo, pero eso no le impidió seguir ayudando en la casa con algo tan sencillo como cocinar. Jungkook amaba cocinar.

A veces cuando su alfa se iba a trabajar y él permanecía solo en la tarde, se dedicaba a mirar videos por internet de todo tipo de recetas, a ese punto podría considerarse todo un experto.

Tarareaba una canción mientras dejaba unos pequeños cupcakes con chispas de chocolate en el horno y fue sorprendido por unos brazos que lo abrazaron por detrás en su curvilínea cintura.

—Hyung, buenos días— saludó el menor girando un poco su rostro para encarar al somnoliento alfa detrás suyo —El desayuno ya casi está, puedes esperar en el comedor si quieres— añadió, pero aquellos brazos no se despegaron de su cintura y el alfa hundió más su rostro en su sensible cuello.

—Mmhm hueles delicioso, como a fresas, el embarazo está comenzando a hacer efecto— habló en su lugar explorando con su olfato cada rincón del cuello del menor —Me encanta como hueles, tan exquisito— presionó con fuerza su cadera hacía él, haciendo que el culo de Jungkook se pegará a su entrepierna.

—Hyung~— sacó en un hilo de voz, lentamente sentía como el amiguito de su alfa se despertaba —El desayuno...— pero sus palabras se cortaron cuando sintió unas grandes manos que se colaban debajo de su camisa.

Jungkook simplemente no podía pensar. Esas manos traviesas del alfa tocando tan delicadamente su piel lo estremecieron y tuvo que apretar fuerte los ojos cuando el alfa comenzó a restregarse en él.

Una mano del alfa fue subiendo desde su abdomen hasta llegar a uno de sus pezones y pellizco robándole jadeos al castaño.
Sintió una pequeña humedad en sus dedos. Su omega ya había comenzado a lactar.

—Por qué no le dijiste a papi que ya botabas leche, Mmh? Eres un omega envidioso— dijo y volvió a apretar el sensible y rojizo pezón de su pareja.

Jungkook tuvo que sostenerse del muro frente a él para no caerse, pues sus piernas comenzaban a fallarle.

Cuando Taehyung termino de estimular sus pechos le dió la vuelta permitiendo que sus rostros se encontrarán y no dudo un momento para estampar sus belfos en los rosados del omega que le correspondió de inmediato.
El último mencionado rodeo el cuello del mayor con sus brazos mientras el otro lo tomaba por los muslos para alzarlo y lo dejó encima del mismo muro donde Jungkook había estado cocinando minutos antes.

—Hyung, mis padres~— murmuró llevado por el placer, pero no pudo pensar más cuando sintió la cálida lengua de su alfa recorrer desde el lóbulo de su oreja hasta sus clavículas.

Ése día irían a visitarlos los padres de Jungkook, pues desde que supieron del embarazo del omega querían ver a su adorado hijo y su pancita que hasta hora comenzaba a crecer.

Era un pequeño bulto, pues Jungkook llevaba apenas 4 meses de gestación y su estómago no era tan grande aún.

Por esas razones aún disfrutaba follar con su alfa, pues sabía que dentro de unos meses más ya no podría volver a hacerlo hasta que naciera el cachorro.