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Lía era una estudiante de Astronómia de 25 años, vivía con su novio Jason que era un militar muy reconocido de origen boliviano , ellos llevaban ya muchos años de noviazgo y ya tenían planes de boda.

Lía y Jason tenían una relación muy linda, habían pasado por incontables cosas juntos, cosas buenas pero también cosas malas que habían hecho que su relación se fortalezca cada día más, Lía hacia todo lo posible por demostrarle a Jason cuanto lo amaba y todo lo que estaba dispuesta a hacer por él.

Lía en uno de los tantos detalles que tenía para con Jason decidió darle uno de los mejores regalos que podía darle, Jason era amante de la música nativa de su país y justo en ese momento su agrupación favorita "Raíces de los Andes" iba a hacer una gira por latinoamerica, a Lía no le gustaba mucho ese tipo de música pero por su amado estaba dispuesta hasta acompañarlo al concierto, llamó a su amiga Saraí que trabajaba en una empresa de entretenimiento para que le ayudara a conseguir los tickets.

Saraí prometió conseguirle dos tickets en el mejor sector, no sin antes molestarla un poco, diciendole que cuanto había cambiado, que ahora le gustaba ese tipo de música, Lía solo se rio y le siguió la broma diciéndole que esa música solo era para "serranos " pero que por Jason iba a tener que sacrificarse.

Llegado el día Lía le dijo a Jason que se alistará porque le tenía una sorpresa, salieron juntos de la casa y se enrumbaron al concierto, al llegar Jason no pudo creer lo que sus ojos estaban viendo, con los ojos llenos de lágrimas abrazo y beso a Lía, le agradeció por la maravillosa sorpresa no sin antes decirle que la amaba y que no se había equivocado al elegirla para ser su esposa.

Jason irradiaba felicidad, por su parte Lía no tanto ya que solo estaba ahí por su novio, el concierto transcurrió con total normalidad para Lía, pero Jason parecía un niño, bailaba, saltaba y cantaba como nunca antes, Lía estaba super feliz por él y con el transcurrir del concierto ella fue entrando en ambiente, en toda la primera hora no le había prestado atención a nada del concierto, solo había estado grabando a Jason pero cuando su batería se acabó ella empezó a prestar atención, escucho las letras de las canciones y le gustaron, se fijo en cada uno de los seis integrantes y fue ahí cuando lo vio.

Lía, en su vida había visto a un hombre tan guapo como él, era alto, tenía el cabello y la barba de un blanco platinado que contrastaba a perfección con el color oscuro de su piel y esa hermosa sonrisa maravillaron a Lía, era mayor, mucho mayor que ella, Lía quedó anonadada con la belleza de aquel hombre mayor, pero no sólo eso fue lo que la cautivo, su voz, su preciosa y melodiosa voz llegaron a calar en el corazón de Lía, no podía dejar de admirar a aquel hombre cuya presencia sobresaltaba a la del resto.

Amor, quién es ese señor que está cantando ahorita, el de las canas. - preguntó ella.

Ese es mi cantante favorito del grupo, Gastón, Gastón Guardia. - respondió Jason sentándose a su lado y posando un tierno beso en su frente.

Lía y Jason salieron del concierto con un sin sabor, él porque el concierto había acabado y ella porque ya no iba a ver más a Gastón, aquel señor mayor que la había flechado por completo.

Pasaron los meses y Lía ahora era super fan de aquel grupo boliviano que amaba su futuro esposo, estaba pendiente de todo lo que el grupo hacía o mejor dicho estaba pendiente de todo lo que Gastón hacía, ella no entendía como es que alguien a quien solo había visto una vez en su vida podía haberla cambiado por completo, ahora pensaba todo el día en él, oía todas las canciones de él y soñaba muy a menudo con él, eran sueños de los cuales casi no se acordaba.

 Hasta que un día se fue a una fiesta de chicas con sus amigas, normalmente ella era el alma de la fiesta, bailaba, cantaba y saltaba siempre pero ese día 26 de junio ella se sentía extraña, no deseaba estar allí, Gastón había estado todo el día en sus pensamientos y sentía una increíble necesidad por dormir, decidió salir de la fiesta e ir a su casa, al llegar encontró a Jason durmiendo y se acostó a su lado, a penas puso la cabeza en la almohada ella comenzó a soñar, a soñar con Jason, que él la había llevado a conocer su país por primera vez, ella estaba feliz de por fin conocer Bolivia pero no por su prometido, si no que ella sentía en el fondo de su corazón que en ese viaje conocería a Gastón, su amor platónico.

Amor soñadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora