ONE SHOOTS

carrera

O3
friends to lovers
a rodrigo carrera shoot
by cels177
en donde a maitena le gusta rodrigo.
Ó
en donde a rodrigo le gusta maitena y se decide en decirle cuanto la quiere.

maitena

— ¿Comemos? –Le pregunté a Rodrigo— Pido unas pizzas si querés –Sugerí.

Él estaba con su teléfono, tecleando rápido y sin prestarme atención, fruncí el ceño ante eso— Sí, como quieras –Dijo.

Asentí, pedí una pizza y jugué un rato con mi teléfono, tiempo después bajé a buscar la comida.
Al subir dejé todo en la mesa, puse platos y vasos para ambos.
Suspiré.
Rodrigo estaba raro.
¿Se habrá enterado que me gusta?
Abrí mis ojos asustada, ¿Y si se enteró y no sabe cómo rechazarme?
Con razón estaba tan distante, ahora todo cobraba sentido.
Hice una mueca— ¡A comer! –Grité.

Comimos en silencio, luego de comer me levanté y fuí a buscar mis cosas.
Me quería ir a casa.
— ¿Mai? –Hice un sonido para que siga hablando— ¿Te vas?

— Sí.

— ¿Por?

Fruncí el ceño— Es tarde –Dije obvia.

— ¿Y?

— ¿Y qué? –Seguí guardando mis cosas, ¿Cuantas cosas había traído?

— Quedate conmigo.

— ¿Para?

— ¿Cómo que para? –Se acercó.

— Ya terminamos la serie, ya comimos...

— Quedate a dormir, Mai –Era tanta nuestra cercanía que él tenía que susurrar sus palabras.

Miré a otro lado.
No vas a ser correspondida, Maitena, que se te grabe eso en la cabeza— No.

— ¿No?

— No.

Él hizo un paso hacia atrás— No te entiendo.

Fruncí el ceño— ¿Vos no me entendés a mi?

— Sí.

— Yo no te entiendo a vos, un día me tratas bien y después te haces el desinteresado con tu celular. No sé si yo te–Paré de hablar abruptamente, mi respiración era irregular y tenía ganas de llorar.

— ¿Si vos me qué?

— Nada, Rodrigo, dejalo así –Intenté huir de la situación, él no me dejó ya que agarró mi brazo, parando mi caminata y dejándome sin aliento.

— Te amo.

Suspiré— Yo también, Rod, ¿Nos vemos mañana? –Sonreí sin mostrar mis dientes.

— No, Mai, te amo.

— Yo también te dije.

— No me estás entendiendo me parece.

— Te entiendo perfectam–Agarró mi cara entre sus manos y acercó su boca a la mía generando una guerra entre ambas y un zoológico revolucionando en mi estómago.
Se separó de mí minutos después.

— Me gustas, Mai.

— ¿Qué?

— Sí, me gustas.

— Creí que...

— Creíste mal, Nico me dijo que si te ignoraba ibas a soltar todo lo que sentías por mí, pero estaba muy equivocado. Te hice sentir mal al pedo, amor, perdoname –Acarició mis mejillas— Te amo.

Sonreí— Yo te amo, Rod.