Bakuiida; My Crackshipp Academia Week2022

Día 1 Cita a Ciegas

"Algoritmo; Héroe o Villano"

    Daba golpecitos ritmicos con sus dedos sobre la mesa, una mesera le sirvió café regalándole una sonrisa que, de no ser por las ansias que le hacían golpetear la mesa, habría correspondido gustoso.

    Accedió a una cita a ciegas por la gran intensidad con la que su ex-compañera de Universidad, Uraraka Ochako, le insistía, ella había conocido a su prometida por medio de estas citas y tenía fé, en qué el "galán" de Tenya Iida conseguiría algo. Gente entraba y salía del pequeño restaurante y él los observaba con atención, justo cuando se levantaba de su asiento buscando unos billetes para pagar el café que nunca probó, se encontró con un rostro familiar cruzando por la puerta. Bakugou Katsuki, ex-compañero de la Secundaria, al igual que Uraraka, se dejó caer en el asiento de golpe, pensando "Si, justo la situación que necesitaba" para su mala, o quizá buena suerte, el joven pregunto algo a la recepcionista, quién apunto hacia él, fue entonces cuando se encontró con esa mirada. Los intensos rubis que Katsuki tenía por ojos hicieron temblar a Tenya provocándole escalofríos que recorrían desde su espalda baja hasta su cuello, él pareció reconocerlo y se acercó a la mesa desbordando algo que Tenya no sabía cómo interpretar. Por inercia el peli-azul se levantó para saludar a quien aún no procesaba que fuera su cita.

    –Tenya Iida... no esperaba verte a ti – "Oh mierda" pensó al escuchar su voz, si fuera más gruesa quizá haría explotar al universo, por ahora solo era... Sexy. Katsuki extendió su mano para saludar de una manera formal.

    Tenya rió ocultando su nerviosismo, tomo la mano brindando un apretón como saludo, ambos se sentaron a la mesa sin decir mucho. Era una situación... Incómoda.

    –Me alegra que no sea un completo desconocido – soltó en voz alta sin pensarlo bien provocando risas leves en "su cita". Cuando esa risita se desvaneció ambos se vieron a los ojos, Katsuki cruzó uno de sus brazos y se apoyo de este para sostenerse el rostro con la palma de la mano, su mirada parecía escanearlo, como si lo analizara para saber si es el original, esta acción paralizó unos segundos a Tenya.

    –... ¿Teng- fue interrumpido antes de siquiera pensar en terminar la frase.

    –¿Sigues haciendo ejercicio? Porque te ves bien... bastante, de hecho – le dio nuevamente una "hojeada" que logro, sin duda alguna, aborchornar a Tenya, Katsuki lo noto y rió un poco, no podía negar que siempre le pareció atractivo.

    La conversación giro entre halagos que hacían que el pobre Tenya se apenara y solo contestara con pequeñas risas nerviosas. Nunca aprendió a responder halagos.
    El cenizo simplemente no podía dejar de sonreír, al revisar el menú para pedir algo de comer notó los precios exagerados del lugar su sonrisa se borró, no podía permitirse una cena así en este momento pues no le estaba llendo del todo bien económicamente. El peli-azul fue el primero en pedir algo y cuando desvió la mirada del menú fue cuando lo noto, la mirada de su cita se había apagado de golpe, le pidió amablemente a la mesera que esperara unos minutos más y se inclino un poco hacia Katsuki por sobre la mesa.

    –No te preocupes por los precios, yo pago ¿esta bien? – murmullo con la precisa intención de ser discreto. Katsuki abrió la boca un par de veces como si quisiera decir algo pero por alguna simple y sencilla razón nada salía de su boca, ni un sonido. Al final, no era como que tuviera más opciones, acepto.

    Tenya llamo a la mesera una vez más y tomó la orden, ninguno dijo nada por algunos minutos. Simple y sencillamente se quedaron en silencio, hasta que uno de los dos decidió que era suficiente.

    –Recuerdo que en la Secundaria solías ser muy... – intento suavizar su comentario lo más que pudo suplantando la palabra por un movimiento de manos que imitaba una explosión, pero por el rostro de "ofendido" que Katsuki mostraba supo que no lo había logrado.

    –Bueno, yo recuerdo que tú eras muy... muy tu – burló imitando ese movimiento extraño y robótico que su compañero hacia de más joven.

    Pasaron segundos mirandose "juzgones" antes de estallar en risas, al final de esas sonoras risas que provocaron que los demás comensales les mirarán algo confundidos, se observaron sonrientes, logrando verse reflejados en la mirada del otro. La comida llegó interrumpiendo "el momento" y la cena continuo, entre comentarios sobre la Secundaria, halagos que provocaban bochornos y para cerrar con broche de oro, ambos caminaron por la calle en busca de un taxi, o al menos esa excusa se dijeron a si mismos.

    Apesar del frío que hacia afuera una cálida sensación llenaba sus sistemas, había algo en como imitaban a sus 'yo' de Secundaria que lograba que rieran tanto. Se adentraron en un enorme parque, cubierto de una fina capa de nieve, no había ni el mínimo rastro de lo que podía ser pasto o flores pero eso no le quitaba el encanto, era tarde, las farolas comenzaban a encenderse en automático para iluminar el camino del parque.

    –Me alegro de que fueras tu – soltó el cenizo como una bomba en pleno silencio. Pareció procesar lo que dijo y se apresuró a decir un "Pero no te lo tomes a pecho" imitando a su 'yo' de Secundaria, quizá intentando hacerlo reír y no poner la situación incomoda.

    En respuesta Tenya río un poco y dijo, casi en un murmullo. –Tambien me alegro de que fueras tu... – Katsuki prefirió fingir que no había escuchado eso metiéndose las manos en las bolsas de su abrigo, ambos siguieron caminando hasta llegar al final del parque cerca de la avenida. Donde "al fin" consiguieron un taxi.

    Después de una pequeña discusión de "Úsalo tu, yo esperaré. –No, úsalo tu. " Katsuki subió al taxi, murmurando quejas sobre cuán insistente podía ser Tenya.

    –La próxima vez yo pagaré la cena, ¡y no aceptaré un no por respuesta...! cuatro ojos – sentenció antes de decirle al taxista que arrancara solo dejando atrás a un Tenya sonrojado, no aceptaría en voz alta que, actualmente si alguien más lo llamara así no dudaría en golpearlo. Pero vamos, era Katsuki Bakugou.
    No fue hasta que llegó a casa, sonriendo como idiota que le cayó como balde de agua fría un pequeñito, pequeñito casi nada importantito, detalle. En ningún momento de la cita intercambiaron números.