Y llegaron los colores... | Starker [En Curso]

1.- Un comienzo a todo color

Tony Stark se encuentra sentado frente a su escritorio leyendo y firmando papeles que servirán para sellar acuerdos de exportación de armas y maquinas en los países asiáticos. Un acuerdo que incrementara las acciones de su empresa y le ayudara a seguir vigente en el mercado.

—¡Tony! —exclama Pepper entrando—. ¿Qué haces aun aquí? Deberías estar ya descansando, para mañana estar de humor y con energía.

—Aun no terminaba de firmar todo esto —dice señalando a las carpetas frente a él—. Solo termino la de acá y será todo. Fuiste tú la que dijo que no me podía ir hasta terminar.

—Recuerda que debes venir presentable y ser muy puntual —advierte mirándolo seriamente—. No arruines esto, me costó bastante llegar a este punto.

—Tranquila, Pep.

Pepper suspira y toma asiento frente a él.

—¿Cómo has estado? —cuestiona—. No he sabido de ti desde tu ruptura con Stephen.

—Ni me lo recuerdes. —Suspira.

—Escuche que encontró a su alma gemela... —musita.

—Tonterías, sabes que no creo en esas ridiculeces. Mis padres no pasaron por esos estúpidos mitos, tu tampoco, y yo claramente en casi 4 décadas tampoco.

—Supongo que no todos tienen esa suerte.

Tony rueda los ojos y deja las ultimas firmas sobre un papel.

El detesta el tema de las almas gemelas. Cuando era niño escuchó decenas de historias de personas que la encontraban, lo divertido que la pasaban y lo hermoso que era encontrarse y conectar. Él llego a querer eso, conocer a esa persona y sentir todo eso, aunque jamás lo dijo, cada que conocía a una persona y creía era su alma gemela, el pintaba algún mechón de su cabello para ver si hacia efecto, y sin embargo, nunca lo vio.

Con el fin de su etapa juvenil y soñadora, y la entrada su adultez, se rindió.

Siguió escuchando rumores de las almas gemelas, inclusive de algunas de sus ex parejas le llegaron rumores de haberlas encontrado, y él estaba ahí, solo como siempre.

No le molestaba el hecho de escuchar tal cosa como que alguien que estuvo con él, es feliz pues... sin él. No es egoísta en ese aspecto, al contrario, si alguien pudo librarse de la mierda de su vida y encontró una verdadera felicidad, es un alivio, así al menos podría tachar de su lista de remordimientos que le hizo perder el tiempo a alguna persona.

Pero, eso no eliminaba el hecho de que le diera tan solo un poco de rabia el escuchar tal tontería como qué, en dado caso de creerlo, varias personas con las que había estado encontraran su alma gemela al dejarlo.

No, no creería en tal estupidez. Y tampoco quisiera comprobarlo.

º º º