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Sonrió tímidamente y entrelazó sus manos. -E-está bien, voy a ser tu tutora en matemática, Douma.-

-¡Yey!- Douma sonrió alegremente y abrazó a Kotoha por los hombros.

-¡Shhh!- Volvió a callarlo Himejima y todos lo voltearon a ver mal a excepción de Kotoha y Yuichiro ya que ellos no fueron a la fiesta y voltearon a ver confundidos a su compañero peliplata.

En el almuerzo, ambos volvieron a verlo confundido ya que Douma estaba sentado solo y no veían a Akaza o los demás con intención de acercarse.

Algo anda mal.

Por su parte, cuando Douma ingresó al comedor esperaba por su mejor amigo y sus demás amigos, sin embargo, estos le ignoraron y se sentaron en otra mesa.

Al rato pasó el grupo de tercero. Grupo del cual solo Koyuki y Nakime voltearon a verlo. Ambas iban a sentarse, pero Akaza llamó a Koyuki y no le quedó otra que ir con ella. Nakime volteó a ver a su mejor amiga pero esta le asintió, por lo que decidió sentarse junto al peliplata.

Al poco tiempo, Kotoha y Yuichiro se unieron a la mesa, sentándose Kotoha en el asiento libre junto a Douma y Yuichiro frente a los tres.

Dos minutos después, sus amigos de primer año; Zenitsu, Kanao, Nezuko y Makomo se unieron a la mesa.

Douma volvió a sonreír al ver que al menos unos de sus amigos se habían sentado a su lado.

Minutos más tarde, Kanae, de 6A (compañera de clase de Uzui) apareció con un chico pelirrojo con aretes. -Hola chicos, buen provecho. Quería presentarles a Kamado Tanjiro, su nuevo compañero.- Saludó a los de primero y luego volteó hacia el varón de quinto. -Oye... ¿Está todo bien? Es raro verte más de dos segundos lejos de Akaza.-

-Si todo... todo está bien.- Sonrió ocultando su tristeza el peliplata.

-¿Seguro? Podría hablar con el.- Apoyó una mano en su hombro preocupada.

-Tranquila Kanae.- Sonrió dulcemente. -Todo está bien.-

En ese momento, la luz de fue en la escuela y pese a que nadie lo veía, Douma pudo ver claramente al demonio de seis ojos viendo furioso la mano de la chica apoyada sobre SU humano.

Disimuladamente, Douma volteó a ver al demonio y le extendió una mano.

Este la tomó sin pensarlo, tranquilizandose y la luz regresó.

-¡Puto Edesur!- Se escuchó gritar a un chico de 4A y todos rieron a carcajadas.

-Bueno, entonces me quedo más tranquila, pero cualquier cosa me dices ¿si?- Douma asintió anonadado. Kokushibo estaba ahí a la vista de todos y nadie decía ni hacía nada.

Kanae soltó suavemente su hombro, como si fuera en una caricia y siguió su camino pasando a través del demonio que ni se inmutó.

-Solo tu puedes verme y escucharme cariño, y me hice intangible para que ella no chocara conmigo y no sintiera mi presencia. Además estoy intangible también para no generar sombra, como los fantasmitas que tu dices.- Aclaró el pelinegro chequeando los dedos generando una silla detrás de su humano, sentándose con el abrazandolo por las caderas.

Tanjiro se sentó junto a Zenitsu con una tímida sonrisa que fue devuelta por el rubio. Kokushibo miraba con sospecha a ese niño. Sentía que lo conocía de algún lado, pero no recordaba de donde.

-Es un gusto conocerlos, yo me llamo Tanjiro Kamado. Mi familia me envió a esta escuela porque ya tengo todas mis notas perfectas. En unos días vendrá mi hermana Nezuko, que está rindiendo sus últimos exámenes.-

-¿Tienes hermana?- Preguntó Zenitsu con una sonrisa interesada.

Douma hizo su servilleta un bollito y la arrojó sobre la cabeza del menor. -Disculpa a Zenitsu, Tanjiro. El no tiene respeto por las mujeres. Yo soy Douma, soy de quinto año. La chica a mi derecha es Kotoha y el chico frente a mi es Yuichiro, ambos son mis compañeros.-

La fémina saludó con la mano y el de mechas azules levantó dos dedos ✌ mientras con la otra mano seguía comiendo.

-Ella es Nakime, de tercer año.- La pelinegra desvió la mirada algo incómoda y el peliplata le sacó la lengua. -No seas antisocial, antisocial.-

-A Zenitsu ya lo conoces, y ellas son tus otras compañeras, Makomo y Kanao.-

-¡Mucho gusto Tanjiro!- Le saludó Makomo sonriendo amablemente y Tanjiro le devolvió el saludo.

En cuanto la de media coleta y el pelirrojo conectaron sus miradas, ambos se sonrojaron y voltearon hacia el lado contrario.

Douma sonrió con ternura mientras que Kokushibo bostezó cansado por tanta niñeria y apoyó el mentón en el hombro de Douma abrazando sus caderas quedándose dormido.

Douma sólo guardó silencio comiendo mientras conversaba con sus amigos, se sentía algo incómodo al sentir como de vez en cuando el demonio acariciaba su cuerpo bajo la ropa y nadie se enteraba de nada.

Cuando sonó el timbre para ingresar nuevamente al salón, Kokushibo deshizo la silla y siguió a Douma de cerca. Una vez en el salón, frunció el ceño celoso al ver a SU humano sentarse junto a Kotoha, por lo que rápidamente creó una silla junto a el en el pasillo y se sentó en esta apoyando in brazo en el respaldo de Douma, acariciando su hombro posesivo, alejandolo de aquella chica.

La clase de historia comenzó y notó que su humano no comprendía ciertas actividades que debía realizar, también notó que iba a preguntarle a la pelinegra, por lo que rápidamente le dijo la respuesta.

Douma se tensó al escuchar al demonio y alzó la mirada, pese a haber hablado en un tono alto, sin gritar, sólo él lo escuchó.

Se sonrojó tenuemente y comenzó a escribir la respuesta señalándole la segunda consigna, por lo que Kokushibo comenzó a dictarle la respuesta sin problema alguno.

Ya terminadas las cinco consignas y con unos minutos de sobra, cuando el profesor comenzó a corregir las mismas, y estas resultaron ser correctas, Douma pidió permiso para ir al baño, cosa que fue concedida por el profesor Shinjuro.

Una vez en el baño, el peliplata se encerró en un cubículo y volteó a ver al demonio que obviamente lo había seguido y había entrado con el.

-Oye Kokushibo yo... Te quería pedir las gracias, no sólo por la tarea de historia, también por haberme salvado de ese señor en el callejón.- Susurró el menor bajando la mirada al suelo avergonzado.

-Hey.- El de seis ojos tomó su mentón y lo alzó para que lo viera a los ojos. -No tienes que agradecerme Douma, tu eres mío, y siempre voy a hacer todo lo posible por tu bienestar. Pero si quieres agradecerme... Hay otra forma en la que puedes hacerlo.- Sonrió coqueto, viendo como el ojiarcoiris se sonrojaba aún más de lo que estaba.

-T-tu... ¿Qué quieres de mí?-

Kokushibo rodeó sus caderas y juntó sus cuerpos sintiendo al menor temblar entre sus brazos. -Quiero hacerte mío físicamente, Douma.-

Mi demonio acosador ||Kokudou|| (R+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora