Capítulo 62

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Nos vestimos y salimos del salón tomadas de la mano, le pedí que me mostrara la casa e iniciamos con el recorrido por la enorme cocina que estaba a un lado del salón, después seguía el comedor, la sala, bajamos las escaleras y llegamos a la piscina que era iluminada por la luz de la luna llena que brillaba en lo alto del cielo.

Toni: ¿Qué te parece nadar un poco? - Sugirió abrazándome.

Cheryl: Suena bien, pero tendríamos que subir a ponernos el traje de baño.

Toni: ¿Y quién dijo que forzosamente se necesita traje de baño para nadar? - Exclamó sonriéndome con esa típica osadía en su rostro.

Cheryl: No, no, no, eso no lo haré.

Toni: Anda, será divertido.

Cheryl: Toni, además de tu familia, hay quien sabe cuántas personas trabajando.

Toni: Pero no tienen porque venir aquí, además supongo que ya se irán a dormir.

Cheryl: Eso es lo que tú y yo deberíamos hacer también.

Toni: Pero después de nadar, anda, solo un ratito, te aseguro que nadie se enterará, seguro que todos deben estar haciendo lo mismo que tú y yo.

Cheryl: ¡Toni! ¿no tienes respeto por tu familia?

Toni: Claro que lo tengo, pero eso no me impide ver la realidad ¿De dónde crees que salimos mis hermanos y yo?, ¿Por qué crees que Kate está embarazada?

Cheryl: No pongas esas imágenes en mi cabeza, por favor.

Toni: No te asustes amor, desde niña me enseñaron a ver el sexo de lo más natural, tal cual es, una función del cuerpo y no tiene nada de malo hacerlo, al contrario, así que vamos a la piscina.

Cheryl: ¿Cómo vamos a atravesar la casa mojadas para llegar a la habitación?

Toni: No te preocupes por eso, ¿ves este mueble? - Dijo y se paró frente a uno pequeño que no había visto. - Aquí se guardan las toallas. - Explicó en tanto abría la puerta y sacaba dos. - ¿Lo ves?, asunto arreglado.

Cheryl: Que loca estás. - Exclamé sonriendo y moviendo la cabeza.

Toni: Ya sabes bien la razón de mi locura. - Respondió y se quitó toda la ropa. - ¿Te ayudo?

Cheryl: No, gracias. Yo puedo sola. - Dije y me despojé también de toda mi ropa.

Toni se tiró de cabeza casi perfecta mientras que yo caminé a la escalera para bajar, sintiendo como el viento acariciaba mi cuerpo y erizaba mi piel. Cuando entré a la piscina Toni me recibió, el agua estaba un poco fría y me sugirió que diéramos algunas vueltas para acostumbrarnos a la temperatura. Acepté, pero le dije que no era muy buena nadadora y me respondió que no era una competencia, así que nos sumergimos y nadamos hasta el otro extremo y de regreso. Toni llegó primero y me esperó, me echó agua al llegar y yo le devolví la maniobra, estuvimos jugando un rato hasta que me di por vencida y volvimos a nadar al otro lado y otra vez de regreso.

En esta ocasión Toni me tendió sus brazos, le tomé las manos y me acerqué a ella, puso mis manos alrededor de su cuello y bajó las de ella a mi espalda, nos fundimos en un apasionado beso por varios minutos hasta que ella lo rompió para deslizar sus labios a mi cuello en tanto acariciaba uno de mis senos por debajo del agua, lo cual producía una reacción más excitante así que deslicé mi mano por su torso hasta llegar a su miembro que empecé a acariciar y sentí como respondía en mi mano.

Volvimos a besarnos. Ella me recargó en la esquina de la piscina, con una mano me sostuve del barandal de la escalera y la rodeé con mis piernas por su cintura, ella entró en mí al igual que un poco de agua que hizo más placentera la sensación. Puso una de sus manos también en el barandal y comenzó a moverse exquisitamente mientras me miraba con esa sonrisa retorcida que adoraba.

Yo trataba de gemir lo más bajo posible pero a veces no podía reprimirme por lo intensa que era la sensación de su cuerpo y el agua chocando contra el mío. No dejábamos de mirarnos, exhalando en nuestras bocas, sentí que perdía el control de mi cuerpo cuando ambas llegamos al clímax y Toni mordió mi labio inferior.

Toni: Te amo Cher - Dijo mirándome fijamente todavía en mi interior.

Cheryl: Yo también te amo Toni.

Volvimos a besarnos, nos abrazamos y salió de mí. Nos quedamos abrazadas hasta que nuestras respiraciones volvieron a su  curso normal. Salimos de la piscina temblando de frío. Toni me cubrió de inmediato con la toalla y ella se puso una también. Nos secamos, tomamos nuestra ropa y entramos a la casa. Subimos las escaleras y al llegar arriba nos encontramos a Sweet Pea caminando por el pasillo.

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