Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 2 』

Capítulo 386 - La Hija del Conde Alucard

"No estoy de acuerdo."

"..."

"Ningún Yōkai pondrá sus pies sucios en este lugar, nadie". Un pequeño rugido salió al final, y la presión que sintió Haruna por parte de su abuelo envió un pequeño escalofrío por su espalda.

"Esa no es tu decisión".

"Esa es mi decisión, no te pongas arrogante, Haruna". El tono amable de Yoichi desapareció, y todo lo que quedó fue solo un guerrero frío y despiadado.

"..." El rostro de Haruna se estrechó un poco.

"No me importa que manejes la mansión y el pueblo; después de todo, ese es tu derecho como comandante".

"¿Pero este lugar?" Levantó la mano, señaló alrededor y continuó en el mismo tono frío.

"Ese lugar no está en tu derecho como comandante".

"Nadie, absolutamente nadie va a empañar este lugar".

Haruna era una cosa. Ella era su nieta y la hermana de Hana, ¿pero un Yōkai al azar? Ese es un gran 'NO' para Yoichi.

"YO-."

"Esa conversación ha terminado". Yoichi apareció frente a su nieta y le agarró la cara.

Y la arrojó hacia un lugar.

Haruna notó que su entorno había cambiado y, antes de darse cuenta, estaba de regreso en su casa.

Ajustó su centro de gravedad para aterrizar sobre sus pies.

"No me importa si no sientes apego por tu hermana, lo cual es normal, nunca la has conocido, pero su lugar de descanso no se verá empañado... no mientras yo esté vivo". Chasqueó el dedo y se produjo un cambio en la pared en la que entraron.

El muro desapareció y fue reemplazado por uno idéntico.

"No se trata de apego". Haruna gruñó.

"Quiero venganza. Nadie toca a mi familia y se sale con la suya, incluso si es una familia que nunca he conocido antes".

"¿Y por el bien de tu venganza, empañarás el lugar de descanso de tu hermana?"

"¿No escuchaste lo que dije? Acordonaría toda el área..." Dejó de hablar cuando escuchó a su abuelo gritar.

"¡¡Toda esa isla es su lugar de descanso!!"

"...."

"Incluso si fuiste a ese lugar e hiciste una base, ¿puedes garantizar que ningún Yōkai entrometido perturbará el área donde descansa tu hermana?"

Ambos sabían muy bien que los Yōkai eran seres curiosos. Incluso en esta mansión, y en el área prohibida a la que solo podían ingresar los miembros de la familia, algunos Yōkai rompían esta regla a menudo.

Por supuesto, estos Yōkai fueron castigados y puestos como ejemplo, pero los Yōkai más jóvenes a menudo rompían esta regla.

Solo un lugar en el que nunca irrumpieron fue la habitación personal del comandante y el área donde se encontraban ahora.

La habitación del comandante era por el respeto de los Yōkai.

Y esta área era por miedo.

El comandante mató a cualquiera que rompiera esta regla. Era de todos sabido que a quien entraba en esta zona sólo le esperaba la muerte, una muerte a manos del propio comandante.

... Y, sin embargo, había pequeños Yōkai que querían aventurarse aquí.

No importa cuántas advertencias pusieran o cuántas muertes ocurrieran, los Yōkai no pudieron detener su naturaleza curiosa, especialmente los más jóvenes.