TODO POR ELLA (JETI)

GISELLE & TIFFANY

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4:36 a.m. 10 de enero de 2017
Gangnam, Seúl, Corea del Sur

Venganza.

Era la única palabra en la que Tiffany Young podía pensar en ese momento de su vida, entre su juicio nublado por el alcohol y la furia hacia el hijo de puta que le había arrebatado a Giselle, juro por lo más sagrado de su existencia que lo mataría, se aseguraría de que su miserable vida se convirtiera en un maldito infierno, haría que lamentara el momento en el que decidió robar los órganos de su hermana para luego tirarla en un basurero cualquiera, mostrando el nulo respeto que tenía por la vida ajena.

Iba a pagar muy caro el haberse metido con la familia Hwang, iba rogar por cada minuto de su desmerecida vida.

Tiffany necesitaba respirar, la noticia le había arrebatado todo el oxígeno de los pulmones, no estaba procesando correctamente lo que significaba 'Giselle está muerta, encontraron su cuerpo en un basurero cerca de la agencia de policías', y no creía que algún día fuera capaz de entenderlo, sin embargo, tendría que hacerse a la idea de que su necia hermana menor había desaparecido de su vida justo como se lo había pedido, y eso la hacía sentir culpable.

Era cierto que su relación se había roto luego de la muerte de su padre, y el nombramiento del nuevo líder del clan Hwang, que sorpresivamente había terminado con la hija ilegítima que no sabía ni una mierda de pandillas, como la nueva reina del territorio criminal más grande de Asia, pero Tiffany no podía odiar a Giselle, porque veía en ella un reflejo de lo que fue en su juventud, una muchacha desenfrenada busca problemas con ansias de atención.

— Señora ¿Se encuentra bien? — la voz de su joven ayudante llamó a sus espaldas.

La americana no despegó su mirada del cielo nocturno, pronto amanecería y tendría que enfrentarse a un nuevo día en el que su hermana no estaría esperando en la puerta de su casa para que la llevara a dar una vuelta por los bares familiares, jamás volvería a escuchar su fastidiosa voz pidiéndole una y otra vez que la dejara entrar al negocio del narcotráfico, aunque fuera a un nivel local, Giselle ya no existía más en su vida, y lejos de aliviarla, el alma le quemaba de solo pensar en eso.

— Llama a Minhyun — Hwang mantuvo su tono frío y distante, se sentía perdida, pero no iba a demostrarlo — Y, Karina, dile que es urgente — la muchacha asintió y se alejo un poco de su jefa para hacer lo que le había pedido.

Las luces neon del corredor nocturno pintaban las calles del alrededor, a Tiffany de pronto le pareció gracioso lo desgraciada que era la vida, había hecho el mayor esfuerzo por mantener a Giselle fuera de ese infernal mundo para que está tuviera una vida tranquila y normal, como la de cualquier joven de su edad, y no había servido de nada, un hijo de perra le había arrebatado el futuro a su pequeña hermana, aunque está quisiera malgastarlo en actos criminales.

— Señora — habló su mano derecha extendiendole el celular.

— Vuelve a Corea ahora mismo — dijo apenas tuvo el aparato eléctrico sobre su oído.

— Mi vuelo sale en tres días, Tiffany — respondió una voz fuerte luego de un largo suspiro — Sabes que odio cuando te pones en plan jefa súper exigente

— Minhyun — lo interrumpió la americana sin ánimos de escuchar su típico drama — Giselle esta muerta

El silencio reino entre las pesadas respiraciones de los herederos Hwang, Minhyun no podía creer lo que Tiffany le había dicho, tenía que ser una broma de mal gusto, pero él sabía bien que su hermana mayor nunca bromeaba, y mucho menos cuando se trataba de Giselle, podía fingir que solo sentía desinterés por ella, aunque en realidad le tuviera un profundo amor, en el fondo de su corazón, la extranjera deseaba tener una familia unida y feliz, algo que ni en sus sueños más locos podría suceder, mucho menos ahora que su hermanita había fallecido.