Una ciudad amurallada en donde varias facciones tratan de coexistir, pero con un inconveniente, los Immortui, hubo un trágico evento al que se le llamó "Liberación". Un extraño virus atacó la ciudad ahora conocida como "Mortum", lo que provocó que e...
(recuerda leer las viñetas de derecha a izquierda, así me salen...)
Todo estaba en silencio, ni un solo ruido, animal o humano. No solo eso, todo estaba obscuro, salvo por una luz que se filtra por una barricada improvisaba, que dejaba ver el lugar.
Era la entrada de un centro comercial, el cual tenía las clásicas entradas de un centro comercial, con puertas corredizas de cristal, obviamente sin cristales, el paso del tiempo no perdona.
De repente, unas cajas que hacían de barricada cayeron al suelo. Haciendo un ruido que sonó a través del lugar. —Mierda.— Dijo una mujer desde afuera de la barricada, esperando que tal vez algo viniera, al ver que no venía nada, entró por el hueco que dejó. —Bien.
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Esta mujer tenía una túnica café y desgastada, unas botas negras de militar y un uniforme, militar también, teniendo la parte superior de un color ocre opaco, y la parte inferior de un color verde obscuro.—Esas cosas deberían estar corriendo hacia aquí ¿No hay ninguna?.— Dijo para sí misma la mujer.
Había empezado a caminar por el pasillo del centro comercial. Viendo las tiendas abiertas, porque nadie se había tomado el tiempo de cerrarlas, o más bien, no importaba cerrarlas, siguió caminando hasta ver el centro del lugar, decorado con un parque de juegos infantil que estaba hecho de madera, el lugar se dividía en tres caminos con otros dos pisos, básicamente era un lugar con cuatro caminos desde el centro, en el centro una cúpula de cristal, la cual estaba rota. —Esa cosa era bastante gruesa, ¿Cómo la rompieron?— Dijo mirando hacia arriba. —¿Dónde hay un mapa de este lugar?
La mujer había empezado a caminar hacia la izquierda, encontrando varias tiendas de ropa con los cristales rotos y ropas en las ventanas, como si alguien hubiera saqueado el lugar, aun así, había algo que no encajaba a vistas de la mujer. —¿No hay cadáveres?.— Dijo, poniéndose aún más alerta a lo que sucedía en el lugar.
Después de dar solo unos pasos, encontró un mapa del lugar, el cual, lastimosamente, estaba clasificado por números, así que no podría identificar droguerías o tiendas de comida.
Ella soltó un resoplido de frustración, solo para poder volver a concentrarse en su búsqueda. —Iré al segundo piso.— Dijo para ir por unas escaleras eléctricas, que obviamente, no funcionaban.
Ahora se encontraba en el segundo piso, alejándose del borde en caso de ser atacada por algo.
Solo encontró varias jugueterías. —Al menos saldrá algo bueno de esto.— Parecía un comentario algo infantil, pero en el estado en el que está la ciudad, un método de entretenimiento que no usa una corriente eléctrica o una conexión es importante, evitas la locura.
Siguiendo caminando por el segundo piso, encontró varias tiendas de tecnología, nada útil, en verdad. Viendo por el balcón del segundo piso vio varias tiendas. Ropas, agencias de viajes, productos de belleza, ¿Una tienda de obras de arte con una banana pegada a la pared? Nada interesante o útil.
