★: capítulo uno

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Bienvenido a la Aldea Sooga

El rechinar de unos neumáticos nuevos se escuchó por todo el vecindario, con atentos vecinos que ya sabían perfectamente de quién se trataba en cuánto el sonido de una moto se avecinaba

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El rechinar de unos neumáticos nuevos se escuchó por todo el vecindario, con atentos vecinos que ya sabían perfectamente de quién se trataba en cuánto el sonido de una moto se avecinaba.

Sonriendo al caer en sus manos pequeñas cajas de fideos, que eran lanzadas como si se tratara de un periódico. Tan certero y preciso.

Un pequeño rubio bostezo ligeramente mientras acariciaba al pequeño animal en su cabeza antes de que una caja cayera frente a sí casi asustándolo. Tomando dicho objeto en sus manos con una sonrisa.

—¡Gracias TaeHyung! —exclamó moviendo su mano en el aire cuando el castaño volteó a verlo con una sonrisa rectangular.

Todos lo conocían.

Kim TaeHyung, sobrino de los tres cocineros más famosos en su pequeña, pero preciosa aldea.

Su actitud positiva, agilidad y bonita sonrisa llamaba la atención de todos al instante. Era fácil entablar una conversación con él y nunca aburrirse, no era sorpresa que se llevara de maravilla con todos en la aldea.

No tenía enemigos y no planeaba tenerlos.

Solo era un chico que irradiaba pureza y mucha alegría.

TaeHyung sonrió al ver la casa restante, había terminado su trabajo con tiempo récord nuevamente. Sus tíos estarían orgullosos de él.

—¡Jo jo jo! TaeHyung, buenos días. —sonrió el hombre de barba blanca luego de terminar de colgar sus luces navideñas

—Aún no es Navidad. ¿Ya empezará a decorar? —preguntó curioso mientras bajaba de su moto roja con una caja de fideo en manos.

—Para mí todos los días son Navidad. No lo olvides, soy Santa Claus. —sonrió bajando de las escaleras. Sin embargo, una mala pisada hizo que tambaleara alarmando al castaño

Y antes de que el hombre cayera sobre la nieve artificial, unos brazos lo sostuvieron con rapidez.

—¿Está bien? —preguntó asustado de que se hubiera lastimado mientras lo bajaba.

—Qué buenos reflejos tienes, muchacho. Podrías ser un grandioso Ninja si te animarás a intentarlo. —sonrió impresionado—Estoy bien, tranquilo. Éste viejo aún tiene muchos años por delante.

TaeHyung suspiró aliviado, esbozando una sonrisa mientras le extendía una pequeña caja que el hombre aceptó gustoso.

—Muchas gracias. —le extendió un bastón de caramelo, cosa que sacó una risita en el castaño

—No creo que mis tíos estén muy contentos de que les de un bastón de caramelo como paga. —comentó recibiendo el rico dulce

—Oh no, eso es para ti por el esfuerzo que pones cada día. Luego pasaré por el restaurante a pagar.

𝗽𝘂𝗰𝗰𝗼 𖥔 kookv.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora