Prefacio
Había días en que la lluvia era mi única compañía, porque me la pasaba escuchándola caer y dejando libres los pensamientos, que muchas veces me llevaban a recuerdos que quise olvidar, pero que con el paso del tiempo siempre siguieron ahí guardados como un tesoro.
Ahora que han pasado los años pienso, que quizás si hay arrepentimientos, cosas que debí hacer en su momento pero que por cobardía o por dejación no lo hice, a lo mejor si aquello lo hubiese hecho tendría otra vida.
Bah, mejor dejar de pensar en aquello que no pudo ser y seguir con la rutina diaria. Es tiempo de volver a la realidad, la vida no es lo que pensamos que sería, pero, así y todo, debo vivir con lo que se me ha brindado y con lo que he logrado conseguir pese a no ser feliz.
Abro la puerta, miro el cielo gris, y aún siguen cayendo un par de gotas, me abrocho la chaqueta, abro el paraguas, entonces miró los zapatos y pienso en voz alta, tal vez deba comprar un par de botas, después de todo para eso trabajo día y noche, y si no me cuido yo quién lo hará.
Así que doy un hondo respiro y camino hacia la empresa nuevamente.
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Viviendo un momento
FantasyEs la historia de una chica sacrificada que tiene que trabajar para pagar el hospital de su madre y de pronto conoce al amor de su vida.