𝐏𝐑𝐄𝐅𝐀𝐂𝐈𝐎

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PREFACIO 


― ¿Qué les parece?

El canoso y viejo hombre le dedica una gran sonrisa a sus dos hijos, quienes estaban detrás suyo.

Yeonjun parece estar hipnotizado por el diseño moderno y de alta tecnología que concentra el edificio de al menos treinta pisos. Jisu por su lado, analiza con sus ojos severos cada espacio del sector.

El viejo señor Choi espera pacientemente la aprobación de sus dos hijos allí presentes.

― Es... ¡Es increíble, padre! ―vocifera emocionado el mayor.

― ¿Lia? ―su padre le llama la atención una vez más.

Jisu parpadea por unos segundos y vuelve a mirar la figura de su padre.

Bueno. No puede decir mucho. En realidad, está encantada con el nuevo edificio.

― Es perfecto. ―sentencia.

El hombre aplaude de manera efusiva y abraza a sus dos hijos con entusiasmo para luego dejarlos pasear por el sector mientras él va en busca de su esposa.

Ser parte de una de las familias chaebol permite a tanto a Yeonjun como a Jisu ostentar de una vida llena de lujos y privilegios y como no, de un nuevo y modernizado edificio para poder seguir trabajando en el mundo empresarial tan amplio que mantiene tras sus espaldas la familia Choi.

― ¿Dónde quieres tener tu nueva oficina? ―preguntó Yeonjun.

― Solo pido que tenga una buena vista de Seúl. ―respondió Jisu.

El teléfono de su hermano mayor suena y él se excusa para contestar, deteniéndose a la mitad del pasillo. Jisu le resta importancia y sigue su travesía para conocer cada rincón de ese exorbitante y grande edificio.

Dobla en una esquina y aparece un pasillo sinfín lleno de puertas que parecen ser entradas a distintas oficinas. Le perturba en cierto punto aquel tono blanco en su totalidad y la buena iluminación. Parece ser un lugar tan blanco y luminoso que ya no se necesitaría más luz solar para ello. No obstante, su momentánea paz se ve borrada cuando escucha sonidos provenientes de una de las tantas puertas.

Jisu arruga su frente. ¿Es posible que haya gente dentro de este edificio cuando aún ni ha sido inaugurado?

Se acerca a la puerta de donde proviene los sonidos, logrando escuchar con mejor claridad.

― ¡Imagínate romper o rayar alguna baldosa de este piso!

― Te descontarían la mitad de tu sueldo. Eso es seguro.

Se oyen unas grandes carcajadas y Jisu logra identificar la voz de un hombre y una mujer detrás de la puerta.

Así que la abre, porque la curiosidad sin duda es mayor. La puerta, totalmente blanca también, golpea levemente contra la pared de mármol a su interior, irrumpiendo la paz y tranquilidad de la oficina.

El hombre de cabello castaño oscuro parece dejar abruptamente lo que está haciendo para mirar a la mujer y la chica del mismo tono de cabello hace lo mismo. Ellos, a la vista de Jisu, están vestidos con trajes azules de conserjes.

El hombre que parece estar más atento a la situación actual no duda en dejar lo que parecía ser una escoba a un lado para realizar una formal reverencia a la mujer pulcramente vestida en frente suyo, obviamente, tironeando del traje azul de su compañera para que hiciera lo mismo.

― Buenas tardes. Señorita Choi Jisu. ―el hombre sigue en su reverencia de cuarenta y cinco grados.

― Buenas tardes. ―responde ella.

― ¡Nosotros! Nosotros... ―el chico aclara su garganta―. Somos los conserjes del nuevo edificio. Perdón si estamos irrumpiendo su espacio en este momento, nos asignaron limpiar este pasillo y sus oficinas para su pronta ocupación.

La mujer solo les da un asentimiento con su cabeza sin mayor interés ante las palabras del chico, pero cambia, cuando fugazmente sus orbes logran identificar los otros par de ojos limpiamente rasgados que la miran con atención.

Entonces ella no puede no pensarlo.

Cuando Jisu ve ante sus ojos lo que parece ser el rostro de Hwang Yeji, todo el mundo a su alrededor se detiene.

Puede sentir los recuerdos tan vivos flotar por su cabeza y transportarla al pasado. Puede sentir su aliento tan cerca, como a la vez volver a retratar esa sonrisa lejos de su rostro. ¿Es ella, no?

Desea descubrirlo.

― ¿Cómo te llamas? ―pregunta directamente al chico.

― ¡Donghyuck! ¡Lee Donghyuck! ―responde rápidamente.

― ¿Y tú? ―le pregunta a ella.

La chica abre sus ojos de par en par, intimidada e insegura por la manera intensa en que la mujer la mira.

En cambio, antes de responder, decide mirar a su alrededor como si estuviera buscando alguna forma de escapar o de evitar lo que era una simple pregunta. A su lado, Donghyuck no parece satisfecho y el nerviosismo en su cuerpo se comienza a notar cuando su compañera no responde.

Es un grave error no responderle a una mujer chaebol.

― Ella es Hwang Yeji.

La nombrada abre sus ojos con temor ahora. Perdida entre el semblante ansioso y preocupado de Donghyuck. Parece que lo que acaba de decir el chico, es la sentencia completa e irreversible para la mujer castaña. Había algo en la mirada de Yeji que no era de felicidad.

Pero Jisu no está pendiente de eso en ese momento. Su mente parece recapitular todo lo que tiene que ver con ese pasajero nombre.

― ¿Yeji?

Su voz suena a nostalgia. A recuerdos.

La nombrada se obliga a asentir con su cabeza y eso es todo. Ahora Jisu parpadea perpleja, sorprendida con la información y con lo que ve sus ojos.

Yeji está de vuelta de en su vida. Eso es seguro. Lástima que no de la manera en que ella ni la misma Yeji esperaba que eso ocurriera.

Elpasado está lleno de dolor y mentiras... Y por sobre todo, de una gran injusticia. 






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¡Hola! Ha pasado meses de que Cocktail finalizó y luego de eso no he publicado nada relacionado a Yejisu (solo un pequeño oneshot y la reciente adaptación) así que decidí volver a escribir, porque... Bueno, realmente me gusta y esta sería mi segunda oportunidad en escribir un fanfic o algo de mayor extensión. 

Este pequeña introducción es el nuevo comienzo de una historia Yejisu con una fuerte relación con la cultura coreana. No se trata de realizar una típica historia desde las castas o las clases sociales, como aparenta ser en esta intro. Con el paso de los capítulos verán como esto está forjado a la gran problemática que vive Corea del Sur en cuanto a la diversidad sexual y sobre la importancia cultural que se adquiere una familia como lo son los "chaebols". No soy una graaan graan experta en el tema, pero me gusta desarrollar todo lo que tenga que ver con problemáticas sociales actuales. Espero esta historia les agrade. 

¡Nos estamos viendo! 

𝐂𝐇𝐀𝐌𝐏𝐀𝐆𝐍𝐄 𝒶𝓃𝒹 𝓈𝓊𝓃𝓈𝒽𝒾𝓃𝑒 [yejisu - fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora